Una oda al mundo de los videojuegos. Repasa muchos géneros, contiene muchísimas referencias a títulos históricos y, también, a muchísimas películas de la cultura geek. Una experiencia muy disfrutable desde el punto de vista artístico.

En cuanto al punto de vista jugable, tiene muchas mecánicas puesto que encuentras fases que son un beat em up al más puto estilo Street of Rage hasta otras más pausadas del corte de Fire Emblem o Final Fantasy, que es muy interesante pero, debido a la brevedad de estas pantallas, no profundiza demasiado y termina siendo una referencia más que desde el punto de vista puramente jugable no son demasiado interesantes e incluso se hacen un poco tediosas en ocasiones. En líneas generales, fuera de estas fases referenciales, el juego es muy del corte The Legend of Zelda.

En definitiva, un juego interesante y recomendable si eres un gran seguidor de la cultura del videojuego, pero al que no recomendaría acercarse por temas jugables o narrativos. Aunque la historia cierra bien y es agradable de seguir.