Hace un tiempo ya que me cansé de la propuesta clásica de Yakuza. Hasta que llegó el salto al combate por turnos, las últimas entregas se me hicieron demasiado repetitivas y con un sistema de combate que no comulgaba en absoluto con mi perfil de jugador. Es por esto que, al salir este spin-off de la saga que volvía a sus raíces, decidí dejarlo pasar por completo.

Sin embargo, escuché y leí a varios periodistas de videojuegos que aseguraban que el final era tan bueno que solo por ello merecía la pena el viaje. Pues nada, a verse el juego completo a modo de gameplay en Youtube, a ver qué era ese final tan emocionante.

La realidad es que, nuevamente, es un juego que no está mal, ninguno en la saga lo está, pero que no deja de repetir las mismas fórmulas gastadas de los anteriores. Coquetea con el salto a la nueva generación de Yakuzas, sirviendo como puente entre ambos protagonistas, pero aporta poco más que eso.

Con respecto al final, y sin entrar en spoilers, puede ser emotivo para el fan más acérrimo a la saga, pero para el jugador medio tampoco creo que sea nada que vaya a despertarle sentimientos muy profundos.

Me sienta mal acabar con un análisis en clave tan baja de una saga que tiene tantas cosas buenas, pero la extrema explotación de la misma ha contribuido a ello. Que te vaya bien, Taichi Suzuki.

Reviewed on Mar 04, 2024


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