Me queda poco para terminar el último final del juego (considerado el final "real"), pero puedo decir con seguridad que es un juego tremendamente desafiante, estresante y enfurecedor, que sabe ser confortante, relajante y tierno. Un worldbuilding increíble (con algo de espacio para mejorar) que da a una sensación de exploración muy gratificante y llena de emociones, pero también llega un punto que hace demasiado foco en las bossfights (especialmente en los DLCs), que son lo más injusto del juego y no siempre lo más gratificante.

De todas formas, es un juego que premia la paciencia y la aventura, y además crea un mundo vasto y empapado de su trágica historia de muerte, con monumentos, cementerios, fosas comunes, elegías, estandartes, montañas...

La música es increíble, cabe destacar. Christopher Larkin crea meticulosamente capa por capa músicas dinámicas que son ejemplares para compositores aspirantes, y capta a la perfección el tono melancólico que envuelve a Hallownest.

Juegazo. Detalles por aquí y por allá, pero es un juegazo. Pasarán los años y se hablará de este juego probablemente no como una estrella del videojuego, sino como un monumento titánico y como una carta de amor al plataformeo, la pangea de los videojuegos.

Reviewed on Jan 15, 2024


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