Bloodborne es el mejor souls-like que he jugado y uno de los mejores juegos de toda la historia. Con la dificultad característica de este tipo de juegos, he tardado 25 horas (contando el DLC) en pasármelo, una duración perfecta para mi gusto. Lo he jugado con doblaje en inglés, que es sobresaliente, ya que en español me sacaba un poco de la inmersión. From Software consiguió con este RPG de acción acelerar el ritmo de juego al eliminar los escudos característicos de la saga y haciendo un combate mucho más frenético, satisfactorio y divertido de jugar. El diseño de niveles también es de los mejores que he visto en un videojuego. A la perfecta jugabilidad se le añaden unos enemigos variados y con vistosos y extravagantes animaciones y diseños. Estos diseños acompañan al excelso arte del que hace gala el juego, siendo tan grotesco y oscuro que consigue ser precioso. Además, la ambientación victoriana y la mitología de Lovecraft de la que se inspira el juego evocan en el jugador un aura que no había sentido nunca jugando un videojuego. El lore no se queda atrás, siendo para mi por lejos el mejor de la saga (aunque igual de difícil de comprender sin mirar vídeos) y con una construcción compleja, muy interesante y repleta de secretos fascinantes. Debo mencionar también los brillantes efectos de sonido y sobre todo la maravillosa banda sonora que posee, consiguiendo a veces sobreponerse a los propios enfrentamientos contra jefes. Hay que destacar el contenido de la expansión, para mi al mismo nivel que el propio juego o en ocasiones incluso superior. Como sutiles pegas puedo mencionar algún tirón de fps en zonas demandantes y los pocos incentivos que hay para jugar el contenido opcional de las mazmorras del cáliz. En conclusión, Bloodborne es una auténtica obra de arte y se ha convertido en uno de mis juegos favoritos. Lo recomiendo a todo el mundo. 9,9/10
(06/2023)