El pasado 29 de septiembre fue lanzado Despot’s Game Dystopian Army Builder, un título publicado por la editora tinyBuild Games y desarrollado por Konfa Games, estudio conocido por su anterior título Despotism 3k, que sin ser una primera parte de Despot’s Game, está basado en el mismo mundo distópico y que cosechó muy buenas críticas.

En Despot’s Game encontramos un juego realmente original y cargado de humor, describir exactamente el género o en que consisten sus mecánicas no es tarea fácil, pero para intentar explicároslo dispongo de estas líneas. El título que analizamos aquí es un juego de estrategia con mecánicas de roguelike y combates automáticos, todo ello ambientado en un mundo distópico lleno de monstruos, robots y una sociedad un tanto peculiar donde el bienestar de los humanos no es una prioridad. Con unos gráficos de marcado estilo pixel art y una banda sonora muy cuidada, es un juego que me ha recordado a Loop Hero pero que me ha divertido más. ¡Bienvenidos a Despot’s Game Dystopian Army Builder!

Escapar de la mazmorra o morir en el intento
La historia de Despot’s Game comienza cuando un grupo de humanos sin ropa es despertado por un monitor malvado, el cual les anuncia que se encuentran en su mazmorra y que aunque intenten escapar van a morir en el intento. Los humanos desorientados y dudando de la misma realidad se enfrentan a un laberíntico y postapocalíptico enigma y deberán usar todos los recursos a su alcance para lograr escapar.

Cada habitación de cada uno de los 12 pisos (generados procedimentalmente en cada partida) supondrá una amenaza para nuestros humanos en forma de enemigos, enigmas y misiones secundarias muy divertidas. Mientras derrotan a terribles enemigos irán incrementando su número hasta formar un potente ejército y conseguir escapar de la mazmorra con vida, o no, ya que moriremos en varias ocasiones y la historia volverá al principio.

Despot’s Game, un divertido roguelike con altas dosis de humor
Nuestro objetivo en este juego de estrategia es escapar de una laberíntica mazmorra con un diseño de niveles sencillo y que cambiará en cada nueva partida, ya que se generan por azar, pero que no te hará perderte. Para lograr nuestra meta avanzaremos habitación por habitación enfrentándonos a los enemigos que salgan a nuestro paso hasta alcanzar al enemigo final del nivel. Tras derrotarlo y tomar nuestra recompensa abandonaremos el piso bajando por unas tuberías hasta el siguiente. Esta fórmula se repetirá hasta enfrentarnos al enemigo final y lograr la ansiada libertad.

Nuestro pequeño ejército al principio, se irá incrementando a medida que compramos nuevos humanos. Sí, en este mundo distópico los humanos están a la venta, hasta alcanzar un elevado número lo que convertirá cada combate en una locura. Nuestros desnudos protagonistas tendrán que equiparse con todo tipo de armas desde espadas simples a cañones láser, neveras, gorros de mago y todo objeto que encuentren o compren por la mazmorra. Al equiparse adquieren su clase, tenemos 10 diferentes, entre las que se encuentran espadachines, luchadores, escuderos, magos, lanzadores, curanderos,…

El componente estratégico del juego se basa en seleccionar las posiciones de nuestros humanos en el campo de batalla en función de donde se sitúan los enemigos antes de empezar el combate, un combate que es automático y que podremos pausar para conocer las características de nuestros enemigos, pero que no nos permitirá tener más decisiones. Al terminar con éxito la contienda dependiendo del tipo de habitación en que nos encontremos (tienda de comida, mejora de mutaciones, tienda de armas y humanos) podremos dedicarnos a mejorar nuestro ejército para la próxima batalla y adquirir suministros para que nuestro ejército no pase hambre, ya que si pasan hambre tendrán penalizaciones en el combate.

La mejora de nuestros luchadores depende de varios factores, y es una de las partes más divertidas del juego. Por un lado, a medida que luchan ganan experiencia y suben de nivel automáticamente volviéndose más fuertes. Por otro lado, el arma que porten y el número de distintos humanos de la misma clase hacen que se vuelvan mejores en el combate y que incluso tengan habilidades especiales en función de las distintas combinaciones. Además existen las mutaciones, un enramado sistema tipo árbol que podremos ir desbloqueando con dinero y que aumentarán las habilidades y poderes de nuestro ejército.

A lo largo de los niveles encontraremos salas donde te ofrecen misiones secundarias y decisiones que podrán cambiar el devenir de la partida. Las misiones suelen ser sencillas y cargadas de humor y referencias a libros, películas y otros juegos que las hacen divertidas. Por ejemplo en una tendrás que sacrificar cinco humanos en un pozo, en otra aventurarte en una máquina que te lanza, podrás convencer a personajes como Harry Potter o un helicóptero para que se unan a tu causa. Y las recompensas en ocasiones merecen la pena en forma de nuevas mutaciones o armas, y otras veces te penalizarán, pero lo que es seguro es que te sacan más de una sonrisa.

A destacar, un punto a favor en el juego es que tiene la función de multijugador, que se desbloquea una vez que consigues terminar la mazmorra en modo historia con tu equipo. En él podrás enfrentarte a rivales en combates JcJ, en los que cada uno tendrá su ejército y luchará por escalar puestos en la clasificación a modo de liga. Lo negativo en este aspecto es que no tienes influencia en el combate ya que tu ejército ya está hecho y la victoria depende del poder y habilidades de cada equipo.

Un estilo gráfico y un sonido de los de antes
Gráficamente me parece una maravilla, cada detalle del diseño de los personajes está cuidado con mucho mimo y es muy llamativa la ambientación que han conseguido con un estilo pixel art tan sencillo y bonito. Cada tipo de personaje se siente único en aspecto y movimientos, cada enemigo está muy trabajado y tiene rasgos únicos, cada escenario está lleno de detalles. La cantidad de referencias y la imaginación de cada gráfico es realmente original.

En cuanto al aspecto sonoro, las melodías tienen un tono distópico que pegan a la perfección con el diseño gráfico y toda la acción que se mueve en pantalla ayudando a crear una ambientación sobresaliente. Igualmente los efectos de sonido están bien elegidos. La BSO es un claro ejemplo de que hacer las cosas sencillas no está reñido con hacer las cosas bien.

Conclusión
En conclusión, Despot’s Game Dystopian Army Builder me ha sorprendido gratamente, siendo uno de los juegos más divertidos que he probado este año. La originalidad que derrocha en su concepto, el gran humor con el que está planteado, la sobresaliente ambientación lograda tanto gráfica como sonoramente hacen que todo sea realmente de buen gusto y un acierto de diseño. Por sacarle algún defecto, quizás el modo historia pese a tener varias dificultades se pueda hacer corto, aunque cada partida puede sentirse diferente por la aleatoriedad de niveles y enemigos. Y también se echa de menos tener un poco más de influencia durante el combate, lo que aumentaría la jugabilidad en este apartado.

Por lo demás, un producto muy completo en todos los aspectos, no tiene grandes debilidades pero si tiene muchas fortalezas, entre ellas la más importante: es realmente divertido. Poder tener en tu ejército sectarios de Cthulhu invocando tentáculos, un cocinero lanzando bretzels a diestro y siniestro, un heavy aporreando la guitarra eléctrica o a una Sailor Moon repartiendo leña es increíblemente divertido, lo mismo que sacrificar unos humanos que te sobran para hacer comida o enfrentarte a todo tipo de monstruos y seres.