Se ha dicho muchas veces que en los primeros Resident Evil de PSX y juegos por el estilo como los Silent Hill clásicos era necesario que la cámara fuese fija y que los controles fuesen torpes a la hora de mover al personaje, ya que eso haría que aumentara la tensión o directamente el miedo, sintiéndote indefenso.

Resident Evil 2 Remake demuestra que todo eso no eran más que mentiras y excusas.

En este juego, con cámara al hombro para controlar a nuestro gusto y controles satisfactorios, se logra fácilmente esa sensación de inseguridad y tensión.

La mejor parte del juego, la comisaría, es un gran puzle. Y no me refiero solo a los puzles literales de ir combinado objetos o descifrando acertijos. Cada elemento que compone ese lugar, cada enemigo, cada estancia, cada pasillo es una pieza que tenemos que convertir a nuestro favor para completarlo.

Entrar a una habitación, ver cuantos zombies hay, tanto en movimiento como los que están en el suelo y que seguramente se levantarán. Investigar por donde están dispuestos los objetos de esa sala que queremos conseguir. Utilizar elementos del escenario como rodear mesas para poner más espacio entre los enemigos y nosotros para que de tiempo a coger los objetos o huir.

Los Lickers añaden lentitud y pausa a todo lo anterior, pues son ciegos y si caminamos despacio no nos atacan.

Mr. X añade velocidad, ya que no se le puede derrotar salvo inutilizarlo unos pocos segundos a costa de munición y hasta que no entres en varias habitaciones diferentes rápidamente no te libras de él. Se puede hacer pesado si se coincide con él en varias estancias seguidas cuando exploras, pero vaya, si alguien te quiere matar lo lógico es que se defina como pesado. Esos momentos de empezar a escuchar sus pisadas y no saber si está en la habitación de al lado, o bajando las escaleras a tu encuentro hace que valga la pena cualquier molestia.

Todo lo que dura la parte de la comisaria es básicamente enfrentarnos a esos elementos anteriores mezclados. Todas las veces que tenemos que volver a lugares ya visitados, ya sea para coger algún objeto que no te cabía en el inventario o abrir una caja fuerte también funcionan, porque así conocemos más el lugar, se incentiva la exploración y sobre todo por las variaciones que pueda haber en cuestión de enemigos, añadiendo la sorpresa y teniendo que improvisar sobre lo nuevo que se te plantea cuando creías que lo tenías controlado.

Todo esto, y gracias también a la ambientación y sonido, logra generar una gran tensión, haciendo que siempre vaya lento antes de girar por cualquier pasillo por lo que me pueda esperar. A veces recurren a jumpscares muy simples y no los necesitan para nada, por todo lo ya conseguido.

Pero desgraciadamente, hay más juego después de la comisaría y todo lo anterior dicho desaparece casi por completo. Desaparece un lugar complejo, con personalidad y que invitaba a la exploración y la improvisación y aparecen varios mucho más pequeños y directos, con tipos diferentes de enemigos pero que no suponen ese cambio de mentalidad de los Lickers o Mr. X y base de tiros los superas a casi todos.

Es en esta parte cuando el juego le da mayor importancia a la historia, queriendo ser más espectacular, más variado en cuanto al control de personajes, más situaciones de peligro, más explosiones, más persecuciones. Más de todo, excepto de lo mejor, que era lo que tenía solo unas horas antes.

Hablando de la historia, sigue siendo el mismo argumento de serie B que caracteriza a toda la saga. No lo considero ni negativo, de tanto que lo doy por hecho. Protagonistas muy buenos que quieren ayudar a todo el mundo y que les importa muchísimo cualquier NPC, aunque acaben de conocerlo. Experimentos fallidos, científicos obsesionados con su trabajo que no le hacen caso a la familia. Agente del FBI con gabardina y gafas de sol. Nada memorable, nada aburrido. Las cinemáticas no molestan. Con eso me vale.

Lo que si destaco negativamente en la historia es cuando se quiere poner sentimental sin venir a cuento y sin necesidad y te hacen un primer plano de una niña malherida diciendo ``Mami´´ mientras suena un piano y un violín. Más que pena me da vergüenza. Y un poco de risa.

Reviewed on Nov 04, 2021


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