Primera vez en la historia de Super Mario que una de sus entregas principales sabe a decadencia. Nunca antes, ni siquiera en los juegos más derivativos de la serie principal (World, Galaxy 2, 3D World), había olido a falta de ideas nuevas. Hasta ahora.

Super Mario Odyssey es un Greatest Hits encubierto. El viaje que hacemos por los distintos mundos del juego bien puede interpretarse como una visita guiada a través de los distintos títulos de la saga. Hay 64 en la filosofía híbrida de los niveles y el nostalgia trip del Reino Champiñón, hay Sunshine en la extensión de movimientos de Cappy y la arquitectura realista (y vertical) de New Donk City, hay Galaxy en el diseño de los power-ups y la navegación del Reino de Bowser, y hay 3D Land en algunos de los tramos más plataformeros para obtener lunas. Hasta la vertiente 2D de la saga tiene su hueco en numerosos desafíos bidimensionales, con Mario pixelándose y dándonos un botón para acelerar. La banda sonora es así también, en ella hay de todo (ritmo, ambiente, épica...), y de un mundo a otro no permanece intacta ni la estética. Esto es un popurrí, y para cuando llegamos a la celebración del festival (con homenaje al Donkey Kong original incluido) nos damos cuenta de qué tipo: rebozado. Odyssey tiene sabor a repaso, a nivel final rememorando lo aprendido made by Nintendo.

Y lo preocupante es la razón de esta mirada atrás. Cappy poseyendo cuerpos a modo de reinterpretación del power-up de toda la vida es quizá el mayor fracaso de la historia de Super Mario. Nunca ha tenido el jugador tantas opciones y formas de jugar, y nunca habían sido estas tan evidentemente accesorias, planas, gimmicks. De usar y tirar. Pareciera una metáfora involuntaria del punto en que se encuentra la saga con Odyssey: Mario poseyendo cuerpos para resolver lo que toca y luego a otra cosa es Nintendo tratando de buscar nuevas vías para su saga y fracasando en cada intento. Después de tres décadas parece no quedar nada dentro de Mario, así que toca buscar fuera, pero la búsqueda resulta infructuosa y no da respuestas. A cada nuevo cuerpo, un par de usos y hasta luego; a cada nuevo intento, un fracaso y vuelta a saltar. No se libra ni el moveset de Cappy, la mayor baza del juego. Los combos saltimbanquis son rebuscados y extremos, otro intento desesperado por hacer algo nuevo con el movimiento. Ni siquiera tienen lógica, tan solo existen, y el jugador aprende a dominarlos porque exprimir sus mecánicas es satisfactorio en sí mismo (algo que Super Mario, por suerte, todavía no ha perdido).

La experiencia de jugar Odyssey consiste en pasar por un conglomerado de convenciones de diseño de Mario en pos de recolectar lunas. Hay exploración, coleccionismo, retos de habilidad y de todo. Y una gran parte del mix agota, se siente trabajo. Habrá quien diga que, como nosotros elegimos las lunas que queremos obtener, es culpa nuestra si acabamos realizando misiones aburridas en vez de ir a por la parte divertida. A este argumento yo replicaría que la realidad de la experiencia de jugar Odyssey es otra: el jugador explora los mundos que se le presentan e inevitablemente, por su objetivo de dar con y acumular lunas, trata de hacerse con las que se le cruzan por delante, o al menos la mayoría. Como consecuencia, una parte sustancial del juego será aburrida e insatisfactoria, dejando mal sabor de boca.

Reviewed on Jan 19, 2021


2 Comments


2 years ago

Opinión: Weno. Para mi odyssey resuelve dos problemas que han estado en los marios 3d: Camara y linealidad. No habia mucha opción de tomar otra ruta o escogerlo en el orden que a ti te guste. Aunque luego los juegos daban mayor libertad al jugador, muchas estrellas y cambios en los niveles solo aparecen cuando uno encuentra una estrella (sunshine y un poco 64), en sunshine tienes que obtenerlas en un orden específico de aparicion (aunque fuera por prisas de desarrollo) Mario funciona mejor si le das mas posibilidades y formas de jugar. El tener camara libre trajo muchos problemas en el salto y un poco en el movimiento de mario, problemas que nintendo en esos entonces no podia resolver por cuestiones tecnologicas. Para evitar todos los problemas que trajo sunshine nintendo opto por camara fija y regreso al plataformeo. Odyssey tiene una mejor camara, por lo que el jugador es capaz de medir mejor la profundidad y la distancia, ver lo que tienes adelante y tener mejores angulos.

Si llenas todo de cosas pues quizas muchas de esas se te hagan tediosas o aburridas. La cosa esta en que en odyssey hay más de una forma de obtener una luna. Puedes obtenerlas del modo nomal o aprovechar las habilidades de mario o de los enemigos. Sunshine pese a tener de esto, asi como toda la saga, linealizaba mucho las cosas, pese a ser una expansión de lo que se habia visto en Mario 64. Sobre lo de la lunas y objetivos. Te deja elegir lo que vas a hacer. Es solo buscar unas decenas para activar el odyssey e ir al siguente mundo. Y con las lunas puedes hacer un montón de cosas, como comprar ropa u objetos. Lo que quiero decir es que no todas las lunas en odyssey son necesarias ni todas son iguales en su camino de hallarlas. Tampoco son una tarea de responsabilidad. Porque no hay castigo más halla de perder unas monedas y el no obtener una te puede llevar a obtener otra.

Mundos 👍: Arenas, nueva donk, cataratas.

Mundos me gustan: fogones, lago, arbolado, perdido, ribereño.

Podrian estar mejor: nubes, bowser, hielos, ruinas, sombreros.

Nose donde poner: luna, reino champiñon.


El fin justifica los medios, dice aquella frase.

2 years ago

En mi opinión: creo que hay varias contradicciones en ese texto que subiste al blog. En lo referente a Mario y cappy. Aunque respeto el texto y lo estudio para hacer mi reseña. La gente tiene sus diferencias. ESO SI: Sunshine es mas cansador.