Pese a que en 2020 no ha habido demasiados metroidvanias que sean realmente destacables (con permiso de Ori and the Will of the Wisps, obviamente). Bastante con que salga uno que derroche calidad a raudales para considerar que ya ha sido un buen año para el género. Con Vigil: The Longest Night desde ya os puedo asegurar que es el caso y por méritos propios.

Y es que este título que nos llega de manos de Glass Heart Games (al que un servidor ya le tenía echado el ojo de hace tiempo) no ha parado de sorprenderme en ningún momento, desde el inicio, hasta su final, luego después de haber estado masacrando toda clase de criaturas durante más de 14 horas.

En la piel de Leila deberemos hacer frente a una noche eterna que se cierne sobre su ciudad natal y los alrededores, mientras vamos descubriendo una oscura historia, en la que no faltarán tampoco muchos personajes con los que interactuar. La narrativa es sin lugar a dudas un componente muy importante en Vigil: The Longest Night. No en vano nos será imposible ver todo en una sola pasada, además de existir varios finales distintos, así como una buena cantidad de misiones e historias secundarias en las que podremos intervenir, o no... Dando como resultado que los acontecimientos en los compases finales del juego, vayan hacia una u otra conclusión. Por lo tanto, la profundidad argumental ya la tenemos en el título, de eso no hay duda.

¿Pero y qué tal es la jugabilidad? Pues otro sobresaliente para Glass Heart Games, así de claro. Todo, desde el movimiento por los escenarios, el plataformeo y el combate, está obsolutamente bien programado en Vigil. Nuestra protagonista se mueve de forma grácil y combate aún mejor si cabe. Tenemos a nuestra disposición nada menos que 5 árboles de habilidades bien diferenciados, con los que podremos especializarnos muy eficazmente en el manejo de 4 armas distintas, espadas, hachas, arcos o dagas, así como un quito árbol adicional para fortalezas pasivas (como más salud etc).

Una vez entramos en acción, resulta sorprendente como de los ataques básicos al comienzo, terminamos haciendo toda clase de combos con nuestras armas, al tiempo de que te percatas, que da igual por cual te decantes, todas son útiles, divertidas y muy efectivas. Es todo un placer despachar enemigos, mientras realizamos esquivas, bloqueos, combos o una mezcla entre ataques y objetos utilizables, como bombas, cuchillos arrojadizos y un largo etcétera. Y todo eso sin despegar el ojo de nuestra barra de resistencia para no quedarnos vendidos durante un pequeño tiempo, que puede ser la diferencia entre caer o salir victorioso (especialmente contra alguno de los muchos jefes finales).

Y hablando de jefes finales, cabe destacar que hay un buen número de ellos y que no nos lo van a poner nada fácil, con su amplio repertorio de ataques, fases y sobre todo, lo distintos que llegan a resultar unos de otros (además de ser espectaculares). Y lo mismo sucede con el bestiario general del juego, hay decenas de enemigos bien distintos según la zona en la que nos encontremos, todos ellos dispuestos a acabar con nosotros sin dudarlo un segundo.

Algo muy parecido también sucede con el equipamiento que podremos conseguir. Hay muchísimas armas y armaduras que podremos encontrar por los escenarios, todas ellas pensadas para según un estilo de juego u otro y que por supuesto podremos mejorar y encantar en el herrero para que siempre nos sean útiles durante la partida. Y a parte de todo eso, también existen ciertos objetos muy poderosos que nos otorgarán habilidades mágicas muy efectivas, como poder lanzar bolas de fuego, por poner solo un ejemplo.

Y ya por seguir con las cantidades, mencionar también que el mapeado del juego es enorme, con muchísimas zonas interconectadas (no faltarán los atajos a desbloquear, habilidades como doble salto a conseguir y los secretos ocultos) todas ellas variadísimas, pero sin desentonar, con sentido y por supuesto, con sus propios enemigos.

En cuanto al apartado audiovisual, también tenemos buenas noticias. Desde ya os digo que no os dejéis engañar por su estilo gráfico, el juego derrocha un diseño exquisito en absolutamente todo y las imágenes estáticas no le hacen para nada justicia. Todo, desde las animaciones de la protagonista, así como las del resto de enemigos, el diseño de los escenarios y la profundidad de estos, está a un nivel excelente, os lo puedo asegurar. Lo mismo sucede con el sonido, el cual está a altísimo nivel también, desde cualquier efecto (ya sea los pasos del personaje o cualquier gruñido enemigo) denota una gran calidad, aunque si algo me ha sorprendido especialmente en el sonido es sin duda la BSO, es magnífica y muy variada para cada zona del juego, sin duda la guinda del pastel y la única pega que le podría poner es que los personajes no tienen voz, limitándose las conversaciones solo a texto.

VALORACIÓN FINAL

Desde la distancia, Vigil: The Longest Night ya me llamó la atención, pero lo que no me esperaba para nada es que finalmente fuese un juego sobresaliente en todos sus apartados. Si os gustan los metroidvania tenéis aquí una compra imprescindible, que os va a brindar como poco 15 o 20 horas de juego al más alto nivel dentro del género. Lo único negativo que le puedo sacar es que no nos llegue traducido a español en el lanzamiento (aunque más adelante será traducido) y es una pena, porque el juego tiene un gran componente narrativo, con varios finales y muchos personajes con los que interactuar. Por lo demás, un título sobresaliente como ya digo y de lo mejor en el género en 2020.

Reviewed on Oct 29, 2020


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