Qué alegría de juego.

Ya solo volver a tener una nueva entrega de mi saga favorita bastaba para hacerme feliz, y además resulta que es de los mejores juegos de la misma. Es el regreso de Takumi a la saga por todo lo grande (y que conste que a mí me gustan mucho el 5 y el 6, pero se nota que tienen un estilo diferente al suyo), y lo da todo. Experimenta como nunca con la estructura de los casos (ni uno malo) y con las expectativas de los fans, sin nunca perder su excelente nivel de escritura habitual.

Hubiera sido una verdadera tragedia que esto se quedase en Japón, porque en muchos sentidos es la entrega más avanzada de la saga hasta el momento. Está lleno de nuevas ideas (¡las deducciones! ¡múltiples testigos! ¡el jurado!), y todas funcionan y se exprimen al máximo. Y además es una cumbre técnica para la franquicia, capaz de pararse a mostrar cosas en pantalla que hubieran sido imposible en cualquiera de los otros juegos. Una fantasía.

Y por si fuera poco, Takumi sale totalmente airoso de la apuesta de ambientarlo en otra era. No solo le permite explorar temáticas muy novedosas y más serias de lo habitual (el racismo anti-japonés por parte de los británicos en este juego, uf), si no que demuestra su talento para crear personajes memorables. Es el primer juego de la saga en el que absolutamente todos los personajes son nuevos, y funciona a la perfección. Son todos tan interesantes como los de la saga principal, e incluso cuando cumplen roles similares a personajes de aquella quedan muy diferenciados y no se sienten como copias sin alma. La recta final del juego me ha tocado la patata de una forma totalmente Ace Attorney pero exclusivamente a base de personajes que desconocía hasta hace 3 semanas, y eso es de aplaudir.

En fin, ya diré más cuando me pase el segundo, pero qué suerte poder jugar a esto, cómo lo he disfrutado.

Reviewed on Sep 01, 2021


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