Un sucesor espiritual de Duke Nukem que resulta atractivo en la primera hora, y luego va en caída libre.
Todo alrededor del argumento es bastante ridículo, predeciblemente anticuado y francamente insoportable.
A nivel mecánico, las intenciones son evidentes y, en cierto punto, interesantes; sin embargo, pierde el encanto rápidamente, y los QTE no ayudan para nada.
Todo alrededor del argumento es bastante ridículo, predeciblemente anticuado y francamente insoportable.
A nivel mecánico, las intenciones son evidentes y, en cierto punto, interesantes; sin embargo, pierde el encanto rápidamente, y los QTE no ayudan para nada.