Cuando lo empecé a jugar, estaba muy escéptica, ya que solo veía esos detalles que te hacen jugar a desgana, y solo quieres ir rápido para terminar lo antes posible y pasar al siguiente juego.

Pero conforme avanzaba, esos detalles dejaban de tener importancia y me resultaba más fácil disfrutar del juego y descubrir todo lo que ofrece, pues la historia y los personajes ya me los conocía y no esperaba nada, más allá de una notable sensación de nostalgia y de un sentimiento por revivir lo que un día fue el fenómeno Dragon Ball.

Este Dragon Ball no pretende innovar ni hacer que te explote la cabeza con ninguna mecánica fruto de algún tipo de magia negra o un popurrí de sustancias sospechosas, y lo que intenta hacer, con todo lo que conlleva la mezcla de un RPG de mundo semiabierto con combates, no es que sea una maravilla caída del cielo, pero tampoco es una catástrofe.

Entrando más en detalle, tenemos un juego en el que, como ya digo, nos movemos por un mundo semiabierto, separado por zonas, separadas a su vez por, básicamente, pantallas de carga, que todo sea dicho, son mucho más amenas gracias a la última actualización. Según se vaya explorando el mapa, no tarda uno en darse cuenta de que el juego, en realidad, carece de la exploración a la que estamos acostumbrados con los juegos de hoy en día, donde en cada rincón suele haber cualquier mamarrachada para subirnos algo los parámetros, mejorar el equipo, etc.

La exploración, en este caso, no va más allá de la recogida de un montón de orbes de distintos colores repartidos por todo el mapa y en cada zona; de materiales para cocinar algún plato que nos sirva de apoyo para algún combate complicado; materiales cuya utilidad es meramente venderlos para sacar algo de dinero; activar misiones secundarias o minijuegos; derrotar los enemigos repartidos por el mapa o destruir las bases enemigas, que igualmente reaparecen al volver a entrar en dicha zona, etc.

Vamos, prácticamente todo, contenido que no cumple otra misión más que reforzar a la plantilla de personajes que se nos permite controlar durante el desarrollo del juego.

Aunque si alguna de estas cosas me ha parecido interesante o mínimamente entretenida, es la mecánica de los orbes; cuantos más recoges, más habilidades puedes activar en el árbol de habilidades de cada personaje, dónde se pueden mejorar ataques, desbloquear otros nuevos, etc.

Otra cosa que forma parte del contenido secundario del juego y que no ha estado de más incorporar, son una especie de chapas de los diferentes personajes del mundo de Dragon Ball, que vas desbloqueando o con el propio avance de las misiones principales o completando misiones secundarias. Estas chapas, o Emblemas de Alma, que es como se llaman, sirven para colocarlas en un tablón de comunidades, cuya mecánica consiste en ir repartiendo determinadas chapas a lo largo de las diferentes comunidades del tablón para proporcionar al jugador un apoyo extra en los combates, como puede ser la obtención de más orbes después de cada combate, potenciar el efecto de las comidas, potenciar el ataque, la defensa, etc. La progresión de cada comunidad también depende de una especie de sinergia que puede haber entre algunas chapas. Por ejemplo, una determinada comunidad cobra valores más altos si se coloca la chapa de Goku junto con la de Gohan, Piccolo, Vegeta, etc. Al principio puede ser algo lioso y complicado de entender, pero se le termina pillando el truco. Es un añadido que me ha resultado personalmente curioso y gracioso.

Otro añadido que puede captar interés, aunque yo no me he parado apenas en él, es la enciclopedia a la que tenemos acceso desde el menú principal, donde tenemos una cantidad importante de información y datos de interés del mundo de Dragon Ball, sus personajes, etc.

Y para terminar de comentar el contenido secundario, tenemos también los puntos de entrenamiento repartidos por el mapa, donde se nos permite desbloquear ataques especiales, que más tarde se pueden activar en el árbol de habilidades/ataques.
Comentar también que desde la Corporación Capsula, llegados a un punto de la historia, tenemos acceso a un entrenamiento especial, del que tampoco puedo decir mucho porque solo probé un combate y ya está.

Hablando ya de los combates del juego, y como ya he comentado antes, no se pretende inventar nada nuevo, y el sistema y las mecánicas son similares o prácticamente iguales a las de juegos anteriores, como los Tenkaichi o los Xenoverse.
Los Xenoverse no los he llegado a jugar, así que no podría decir si son lo mismo, pero si alguna especie de evolución tal vez. Existen también personajes de apoyo, y de ellos se puede utilizar sus ataques especiales a través de un menú contextual, al que se accede pulsando uno de los gatillos, si se juego con mando, claro. Lo mismo viene a pasar si nos queremos transformar o lanzar ataques propios; y al menú de los objetos se accedería también a través de un menú contextual usando la cruceta del mando. OJO: las comidas solo se pueden usar fuera de los combates.
De este apartado solo me quedaría decir que, como punto a favor que vendría a ser el verdadero desafío de este juego, diría, la curva de dificultad de los combates viene dada por el típico sistema de niveles, de modo que si estás a nivel 60 y tu enemigo es de nivel 65, se puede notar ya la diferencia de poder, habrá que tener cuidado y no dedicarnos exclusivamente a machacar botones.

En historia, poco que decir, es calcado al anime, quitando algún detalle, claro, para amenizar el transcurro del gameplay, y son detalles bastante menores, por lo que no se notan demasiado, y algunas partes se acentúan notablemente y cobran fuerza gracias a las cinemáticas más impactantes a nivel visual y técnico, junto con la banda sonora, rescatada del propio anime, lo cual solo le puede sumar puntos positivos a la experiencia de juego.

Para acabar, comento rápidamente y opino que el juego flojea mucho en el apartado técnico y visual que no sean momentos destacados de la trama con las cinemáticas a las que antes me refería; la gran mayoría de cinemáticas, los personajes parecen muy estáticos, faltos de expresividad, e incluso da la sensación de estar jugando a algo de la generación pasada, o incluso de la época de PS2. En los escenarios son muy notables texturas muy poco trabajadas, planas y desenfocadas, y esto es lo que en parte me hacía jugar al principio algo desganada, ya que no me daba la sensación de estar jugando un juego de esta generación, y más teniendo en cuenta la cantidad de entregas que lleva una franquicia como Dragon Ball a sus espaldas.

En conclusión, no creo que este sea el juego de Dragon Ball definitivo. No mientras tenga aspectos en los que puede mejorar todavía más, como lo último que comento. Eso sí, es una entrada bastante decente a interesados en la franquicia, y un producto notable para quienes nos apetece revivir de vez en cuando la historia de Goku y compañía.

PD: pido perdón si no he mencionado algo, pero he preferido centrarme en lo que más creo que destaca del juego y en lo que podía recordar.

Reviewed on Nov 24, 2022


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