Un ejercicio de presentación y de ritmo.

Pero siendo un juego de intentar salvar una relación monogámica, paradojicamente y en pos de mantener el interés, se engaña todo el tiempo. Terminamos sintiendo al otro como una herramienta que nos complementa, que se redefine de acuerdo a nuestras necesidades, no como alguien al que realmente ver. ICO y The Last Guardian dejaron menos huella de lo que por ahí se dice.

Pero es jodido no apreciar ese buen corazón.

Reviewed on Jan 03, 2022


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