Un ejercicio de presentación y de ritmo.
Pero siendo un juego de intentar salvar una relación monogámica, paradojicamente y en pos de mantener el interés, se engaña todo el tiempo. Terminamos sintiendo al otro como una herramienta que nos complementa, que se redefine de acuerdo a nuestras necesidades, no como alguien al que realmente ver. ICO y The Last Guardian dejaron menos huella de lo que por ahí se dice.
Pero es jodido no apreciar ese buen corazón.
Pero siendo un juego de intentar salvar una relación monogámica, paradojicamente y en pos de mantener el interés, se engaña todo el tiempo. Terminamos sintiendo al otro como una herramienta que nos complementa, que se redefine de acuerdo a nuestras necesidades, no como alguien al que realmente ver. ICO y The Last Guardian dejaron menos huella de lo que por ahí se dice.
Pero es jodido no apreciar ese buen corazón.