Silent hill 2 no envejeció tan mal como te lo hacen creer.
Una de las mayores criticas que tiene este juego después de 20 años es su jugabilidad, ya que puede ser algo tosca. A mi me gusta definir esto como una pileta. Si, a todo el mundo le molesta el agua fría y puede ser un impedimento para meterse, pero sabes que después de un zambullido te vas a acostumbrar. Bueno, lo mismo pasa con el gameplay de SH2.
Puede ser medio trambolico aprender a moverse y controlar la cámara, pero después de completar el primer segmento vas a saber los controles muy bien y podrás empezar a disfrutar lo que queda como es debido.
Aparte, para ser del 2001 se mantiene bastante bien. Tiene un apartado visual increíble que destaca por encima de cualquier otro juego lanzado ese año, por lo que los gráficos no son un problema.
Y obviamente el punto fuerte es el diseño del mundo y su historia. Lo único que puedo decir sin hacer muchos spoilers es que hay que ir con ojo atento y mente abierta ya que no hay nada puesto al azar. Por ejemplo, todos los monstruos tienen una simbología relacionada con algún personaje.
Esto es gracias a la manera en la que trabaja team silent, los desarrolladores de los primeros juegos de la saga, ya que todos los elementos de terror los hacen pensando en dos simples cosas. “Todas las personas piensan y se preocupan diariamente por el sexo y la muerte. Si queremos asustar a los usuarios, tenemos que pensar profundamente en estos puntos”, explico Takayoshi Sato, diseñador de personajes y director de CGI, en el ‘making of’ del juego.
Lastimosamente no todo es perfecto. Todos los finales son canon y están bien hechos, por lo que dudo que te decepcionen. El problema viene cuando queres intentar sacar los cuatro finales ya que los requisitos que tienen son un laberinto y es pura suerte conseguirlos, a no ser que uses una guía.
¿Y se acuerdan cuando explique que la jugabilidad no era un problema grave? Bueno, la sección del bote pone en duda ese punto. El simple hecho de que girar la canoa como es debido sea un quilombo para tu cerebro es algo muy frustrante. Esta vez el bando de los haters gana.
Una de las mayores criticas que tiene este juego después de 20 años es su jugabilidad, ya que puede ser algo tosca. A mi me gusta definir esto como una pileta. Si, a todo el mundo le molesta el agua fría y puede ser un impedimento para meterse, pero sabes que después de un zambullido te vas a acostumbrar. Bueno, lo mismo pasa con el gameplay de SH2.
Puede ser medio trambolico aprender a moverse y controlar la cámara, pero después de completar el primer segmento vas a saber los controles muy bien y podrás empezar a disfrutar lo que queda como es debido.
Aparte, para ser del 2001 se mantiene bastante bien. Tiene un apartado visual increíble que destaca por encima de cualquier otro juego lanzado ese año, por lo que los gráficos no son un problema.
Y obviamente el punto fuerte es el diseño del mundo y su historia. Lo único que puedo decir sin hacer muchos spoilers es que hay que ir con ojo atento y mente abierta ya que no hay nada puesto al azar. Por ejemplo, todos los monstruos tienen una simbología relacionada con algún personaje.
Esto es gracias a la manera en la que trabaja team silent, los desarrolladores de los primeros juegos de la saga, ya que todos los elementos de terror los hacen pensando en dos simples cosas. “Todas las personas piensan y se preocupan diariamente por el sexo y la muerte. Si queremos asustar a los usuarios, tenemos que pensar profundamente en estos puntos”, explico Takayoshi Sato, diseñador de personajes y director de CGI, en el ‘making of’ del juego.
Lastimosamente no todo es perfecto. Todos los finales son canon y están bien hechos, por lo que dudo que te decepcionen. El problema viene cuando queres intentar sacar los cuatro finales ya que los requisitos que tienen son un laberinto y es pura suerte conseguirlos, a no ser que uses una guía.
¿Y se acuerdan cuando explique que la jugabilidad no era un problema grave? Bueno, la sección del bote pone en duda ese punto. El simple hecho de que girar la canoa como es debido sea un quilombo para tu cerebro es algo muy frustrante. Esta vez el bando de los haters gana.