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70h 0m

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2 days

Last played

February 6, 2023

First played

January 8, 2023

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Uno de los nombres que siempre ha resonado al hablar de juegos tácticos era Tactics Ogre. Como fan del género era una de mis espinitas clavadas y que haya salido en forma de Reborn hizo que dejara de tener excusa para ponerme con él.

El gran punto a favor del juego es la propia historia, no duda en plantearte situaciones violentas y crueles en las que o bien tomar una decisión o que son consecuencia de acciones pasadas con un montón de personajes, localizaciones y eventos dispersos por todo el mapa del juego.

De ahí que sea incluso más asombroso las diferentes rutas por las que te lleva y que otros jugadores puedan no vivir nada de lo que has hecho tú a partir de cierto punto. Es un añadido muy bueno que, lamentablemente por duración puede no ser fácil que anime a tomar otra alternativa en una partida futura.

El combate a estas alturas no tiene nada realmente que demostrar ya que fue de los que sentó las bases de sagas que se hicieron más famosas como FF Tactics o el reciente Triangle Strategy... pero sí es más exigente que estos.

Para sacarle mayor partido hay que estar pendiente a la tabla de rumores y poder desbloquear nuevos lugares y personajes con ciertos límites de tiempo.

Si bien las tiendas ofrecen un número cada vez mayor de elementos, muchos se consigue antes en combate al derrotar enemigos y en algunos casos únicamente así o al cumplir unos requisitos (nada fáciles) al terminar un combate.

Y es que la exigencia de sus mecánicas y la crueldad de la historia son centrales en los combates más difíciles. El juego te permite llevar cierta seguridad y ventaja en buena parte del juego. En las previas de combates importantes, pero cuando llegan los jefes, Tactis Ogre te pone en tu lugar.

Puede que no a la primera, pero a la segunda o tercera se puede llegar a pasar. El gran pero viene en una forma de límite máximo al que tus personajes pueden llegar en ese momento y, por tanto, nunca llegarán a ser más fuertes por mucho que quieres subir más niveles para que sea más fácil.

Por tanto, si un combate se hace cuesta arriba tienes dos opciones: cambiar tu estrategia o renovar por completo el elenco con diferentes oficios gastando un montón de tiempo en llevarlos al nivel máximo de turno ya que nunca podrás subir más niveles para ser más fuerte.

Esto puede hacer que, si hasta ese momento has tomado una serie de decisiones que eran buenas pero erróneas durante el jefe final, tu única alternativa sea la paciencia, la frustración, la suerte, y la sensación irónica de que tras 70 horas el juego te ha dicho que es mejor que tú y punto.

La exigencia del juego junto a su más que discutible dificultad y justicia en algunos momentos terminan en combates extenuantes que pueden saturar al jugador y incluso después de un par de batallas importantes seguidas, pero periplo final es absolutamente demencial.

Un juego magnífico y cruel, básicamente.