Tras años de jugadora, saldé mi cuenta pendiente completando FFVII (jugué en PS5, pero no está la opción). Por fin pude entender el por qué gustó tantísimo en su día, y cómo asentó la saga hasta convertirse en uno de los pilares de la industria. Aunque los años han pasado, y ciertas cosas han envejecido como leche en desierto, sigue siendo un juego complejo, profundo, divertido y con gran personalidad.

Tiene un concepto muy interesante y bien implementado, pero su escasas explicaciones y brevísimos tutoriales pueden convertir una experiencia agradable en algo frustrante. Es difícil, pero sin llegar a pasarse, lo justo para que te interese seguir intentando completarlo.

Al igual que la versión completa, peca de extenuar con su supuesto "gran contenido" para simplemente meter un mini-juegos y secundarias aburridas. La historia es breve, simple y sumamente predecible, una excusa para vender, aunque la jugabilidad sigue siendo bastante entretenida, aunque al ser Yuffie un personaje híbrido entre melee y distancia, la jugabilidad es muy distinta a los otros personajes. Fue interesante aprender a dominarla.