Uno de los juegos con la visión más artística que he jugado y narrativamente una experiencia única que me recuerda a títulos de Team Ico.

Es probable que a algunos los saque de onda el juego por su carácter tan... experimental si se quiere. Prácticamente no hay HUD, no hay lista de objetivos, no hay mini mapa ni indicadores de salud o de tutoriales o explicaciones de cómo funcionan los controles. Por supuesto, el juego da un número de pistas e indicadores a nivel auditivo y visual de qué hacer o a donde proceder pero el juego no toma de la mano y es posible que algunos jugadores lo encuentren confuso y algo tedioso, especialmente el aspecto de los puzzles.

Toma algo de tiempo acostumbrarse, pero una vez se le entiende los controles, el combate y los puzzles se vuelven más familiares al cosas empiezan a hacer clic y el juego comienza a brillar de verdad tanto en atmósfera como en narrativa y, aunque relativamente simple, el combate tiene profundidad y hay ciertas peleas contra jefes y batallas que son un genuino subidón.

Las gráficas, la atmósfera y estilo visual están bastante conseguidos pero la edición de sonido merece aplausos.

La historia es casi una versión de mitología nórdica de la Divina Comedia mezclada con conceptos de un infierno personal a lo Silent Hill 2 pero todo cuaja tanto en los aspectos de fantasía oscura y medio viaje espiritual y una exploración muy elegante sobre la psicosis y la salud mental.