Jugué al original cuando salió en 2018 y me encantó, si bien lo recordaba más difícil (lo jugué la primera vez, al igual que esta, en dificultad normal, y posteriormente casi me lo pasé completo de una en experto). Esta vez lo he jugado en VR (Oculus Quest 2) y hay que decir que la experiencia es aún mejor, ya que el juego consigue una inmersión perfecta para un juego que, al final, es un Tetris.

Los modos multijugador son cuanto menos curiosos, además del 1v1 habitual, tenemos un 3v1 que hace pensar algo fuera de lo habitual y es de remarcar.

De las mejores formas de jugar Tetris hoy día, no de forma competitiva, sino de chill.