Skyward Sword se siente anticuado. No es porque es un videojuego remasterizado que data del 2011. No es tampoco porque los nuevos juegos de Zelda hayan cambiado la fórmula radicalmente (aunque en parte, sí). Skyward Sword tiene dos grandes problemas: los controles, y el diseño.

Muchas personas condenaron al Wii por ser una consola de gimmicks. Hasta cierto grado, tenían razón, aunque por otro, permitió a muchas personas que jamás habían tocado un videojuego el poder acercarse a tener experiencias de juego que, de otra manera, estaban cerrados a ellos. Sin embargo, en una aventura que requiere cierta precisión y esfuerzo mayores, muchos de estos motion controls terminan siendo lo suficientemente imprecisos que se puedan sentir molestos, así es, incluso en esta versión de Switch.

En mi partida estuve alternando constantemente entre los controles "clásicos" y los nuevos, adaptados a un mando "normal", y la verdad, hubiera jugado casi todo así de no ser que mi instinto "purista" me llevaba a querer experimentar el juego lo más cercano a como fue concebido.

Hay grandes momentos en este Zelda. Por un lado, me encanta volver a jugar una aventura de Link donde los personajes tienen carisma, donde las animaciones y los planos son más expresivos y donde la historia, aunque bien, simple, está un poco más presente en la aventura. En cuanto a diseño, hay momentos brillantes, como el templo del barco, el templo final donde hay que reordenar las recámaras, y ciertas batallas de jefe, en especial esa última, donde triunfa la teatralidad sobre todas las cosas.

Sin embargo, me duele tanto que prácticamente todo el tercio final se siente casi como una larga tarea innecesaria debido a que el juego constantemente reutiliza sus escenarios para que tengas que volver y desbloquear áreas nuevas, o pasar por los lugares por los que ya estuviste, pero ahora un poco distintos. Tampoco ayuda que la forma de navegación es a través de unos pájaros que se encuentran después de algunas cuantas pantallas de carga... y... sí. Puede ser que los nuevos juegos me hayan malacostumbrado a otra situación, aunque por un largo tiempo escuché a muchas personas quejarse del último tramo de Skyward Sword, y en ese sentido, me suscribo, incluso si lo hago ya con otra perspectiva.

Es curioso, también, ver tantos elementos con los que quisieron experimentar en ese momento, pero tal vez por dificultades técnicas o por querer apegarse a un diseño que llevaban cargando desde hacía años, no podían expandirlos mucho. Hablo de un sistema de crafteo que es interesante, pero que en la práctica jamás lo utilicé porque mi equipo base me era suficiente para llegar al final (cosa que cambia radicalmente en Breath of the Wild). O igual ver que aquí ya querían meter un sistema que te dejara poner marcadores en el mapa para ir a explorar nuevas zonas, pero que se cae un poco porque realmente no hay mucho que ver más que unas cuantas islas con rupias y algún ítem oculto.

¿Recomiendo Skyward Sword? Sí. Sí lo recomiendo si quieres ver la evolución de Zelda y trazar ese cambio entre los primeros Zelda 3D y los actuales. Me gustaría que ciertos patrones de estos juegos regresasen, y tal vez, que podamos volver a sacar esa espada maestra durmiente en forma de una experiencia que sintetice los nuevos acercamientos con los vestigios olvidados de esta etapa ya lejana en el tiempo.

PD. Me faltó agregar que el estilo de arte me parece bellísimo. Ojalá Nintendo siguiera apostando por estilos artísticos tan expresivos como lo visto en Skyward Sword.

Reviewed on Aug 27, 2023


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