El primer Zelda que jugué fue Spirit Tracks en mi Nintendo DS. En su momento me gustó mucho y siempre me quedé con muchas ganas de jugar al predecesor inmediato, Phantom Hourglass. Desde entonces he jugado a varios juegos de Zelda, así que, llegando al fin a poder jugar este, me sabe a poco, pero aún así, uno de los "peores" Zelda, aún así es una gran aventura.

Los dungeons no son tan complejos, pero aún así ofrece bastante diversión. Las mecánicas del barco, curiosamente, son más interesantes que en Wind Waker (del cual este juego es una secuela inmediata), pero no logra llegar a las alturas emocionales de ese.

Muchos comentan que este juego prácticamente es una demo técnica de la DS, y en cierta medida lo entiendo, pero las verdad es que las gimmicks de cierta manera sí realzan las mecánicas y muchas se vuelven muy entretenidas, como guiar los items con el panel táctil, o bien, una de mis cosas favoritas, hacer notas en el mapa para resolver puzles o para facilitar tu camino. De hecho, jugando este juego me di cuenta que tal vez una de las razones de por qué me encantan tanto las mecánicas de anotar cosas en mapas y por qué quiero meterlo tanto en mis juegos es porque los juegos de DS solían hacer eso, solo que a mi edad ya no lo recordaba tanto.

En fin, es un Zelda recomendado si lo tienes de paso y te interesa la saga en general, sin embargo, no lo pondría como una prioridad frente a otros juegos de Zelda. Incluso si te gusta mucho Wind Waker como a mí, hay otros juegos de la saga que recomendaría antes.

Reviewed on Sep 20, 2023


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