A pesar de que Double Helix Games no hizo un mal trabajo en el desarrollo del juego, la presentación del protagonista, Alex Shepherd, resulta vaga y distante en comparación con los personajes principales de entregas anteriores. Alex parece funcionar más como un vehículo narrativo que como un personaje con una historia profunda y convincente.
La mezcla entre terror psicológico y elementos de acción en Silent Hill: Homecoming también es un tema controversial. Al ser la sexta entrega de una franquicia que se caracterizó por su calidad y su enfoque en el suspenso y la exploración, la mayor importancia del combate y las secuencias de acción en este juego hace que se pierda parte de la atmósfera característica de Silent Hill.
Por otro lado, Silent Hill: Homecoming se ve muy bien y logra aprovechar la potencia de las consolas de la séptima generación. Las mejoras gráficas y de presentación son notables y aportan una mayor inmersión al jugador en el oscuro mundo del juego.
Sin embargo, Silent Hill: Homecoming no es fiel en su totalidad a la esencia de la saga. El hecho de que aparezcan enemigos del Silent Hill 2, como las enfermeras o Pyramid Head, no tiene sentido en el contexto de esta historia, ya que estos enemigos están relacionados con la psicología de los protagonistas de juegos anteriores. Este hecho, junto con la menor atención al suspenso y la exploración, hacen que Silent Hill: Homecoming sea otro paso atrás en la franquicia.
Aunque el enfoque del juego con respecto al culto parece interesante, en general, Silent Hill: Homecoming sigue estando lejos del nivel de calidad y coherencia argumental que caracterizó a sus predecesores.
Silent Hill: Homecoming representa una etapa de transición para la franquicia. Con un nuevo equipo de desarrollo y nuevas posibilidades técnicas, el juego intenta equilibrar la fidelidad a la esencia de Silent Hill con la innovación y el avance de la serie en una era de consolas más potentes. Sin embargo, el juego no logra mantener el nivel de calidad y coherencia argumental que caracterizó a sus predecesores, a pesar de que el approach que toma con respecto al culto parece dentro de todo interesante.
La mezcla entre terror psicológico y elementos de acción en Silent Hill: Homecoming también es un tema controversial. Al ser la sexta entrega de una franquicia que se caracterizó por su calidad y su enfoque en el suspenso y la exploración, la mayor importancia del combate y las secuencias de acción en este juego hace que se pierda parte de la atmósfera característica de Silent Hill.
Por otro lado, Silent Hill: Homecoming se ve muy bien y logra aprovechar la potencia de las consolas de la séptima generación. Las mejoras gráficas y de presentación son notables y aportan una mayor inmersión al jugador en el oscuro mundo del juego.
Sin embargo, Silent Hill: Homecoming no es fiel en su totalidad a la esencia de la saga. El hecho de que aparezcan enemigos del Silent Hill 2, como las enfermeras o Pyramid Head, no tiene sentido en el contexto de esta historia, ya que estos enemigos están relacionados con la psicología de los protagonistas de juegos anteriores. Este hecho, junto con la menor atención al suspenso y la exploración, hacen que Silent Hill: Homecoming sea otro paso atrás en la franquicia.
Aunque el enfoque del juego con respecto al culto parece interesante, en general, Silent Hill: Homecoming sigue estando lejos del nivel de calidad y coherencia argumental que caracterizó a sus predecesores.
Silent Hill: Homecoming representa una etapa de transición para la franquicia. Con un nuevo equipo de desarrollo y nuevas posibilidades técnicas, el juego intenta equilibrar la fidelidad a la esencia de Silent Hill con la innovación y el avance de la serie en una era de consolas más potentes. Sin embargo, el juego no logra mantener el nivel de calidad y coherencia argumental que caracterizó a sus predecesores, a pesar de que el approach que toma con respecto al culto parece dentro de todo interesante.