Pero qué buen juego.

Se le nota el cariño al material original por los cuatro costados, dejando guiños y referencias a lo largo de ambas campañas para los amantes de la franquicia sin perder el tiempo en desviarse de su argumento principal, que aunque es algo cortito, es muy atractivo precisamente por centrarse exclusivamente en la guerra aún en Cybertron y antes de evacuar. Las interacciones entre el equipo de tres que de cada capítulo son de lo mejor del juego, es importante hacer sentir que estos robots están realmente vivos.

El gameplay está bien, pero tampoco me ha parecido nada del otro mundo, al menos en su núcleo. Me gustaría que hubiese aprovechado algo más el concepto de transformación, porque cuando lo hace, aunque no sea mucho, es increíble, como es el caso de unir a ti las torretas o todas las secciones de conducción de la campaña de los autobots. La variedad de armas se me ha hecho limitada, hay un número atractivo pero muchas son muy parecidas entre sí.

Lo que rodea al gameplay está mucho mejor, un punto muy destacable es lo bien que trasmite este juego el estrés y la confusión del campo de batalla, puro caos, es un juego de los que te ponen el corazón a mil por hora.

Las localizaciones son débiles, todo es tan "cybetroniano" y con tanto ruido visual que no puedo decir que haya disfrutado del apartado artístico de ningún escenario. Se ha echado especialmente en falta más terrenos en el exterior de Cybertron, es un juego de salas y pasillos.

Otra cosa que hace genial este juego son los bosses, pocos, pero muy buenos. Como con todo, muy bien, pero muy poco. Los bosses son precisamente un buen ejemplo de otras de las virtudes de este juego, su dificultad.

La dificultad Normal de este juego es muy pero que muy adecuada, la suficiente como para mantenerte en tensión todo el rato con la sensación de no poder dar un paso en falso, pero no tanta como para que la repetición se haga aburrida. Debe ser una locura en difícil.

En general, la única queja que puedo ponerle a Transformers War for Cybertron es que no me de más de las cosas que hace tan pero que tan bien.