Menos mal que se me ocurrió jugarlo después de Berseria, porque las sensaciones son muchísimo más positivas; los personajes son más creíbles, los escenarios, aunque pequeños, son suficientemente sobrios, bonitos y con la exploración suficiente, además de presentar una verticalidad de la que carecían entregas posteriores. Y aunque me parezca que le sobran varias horas de juego, hay personajes que dan la sensación de que no están aprovechados, están por estar y les falta transfondo. Como en Berseria, este abusa también mucho de conversaciones opcionales que, eso sí, son mucho más breves, más lógicas y encajan mejor en cada situación. En general, correcto y satisfactorio.