Podría pasarme esta review comparándolo con FFVII Rebirth o FFXV y hablando de cómo echo de menos algunos de los pilares clásicos de la saga que sí están presentas en esas otras entregas, pero no serviría de mucho.

Cada FF es de su padre y de su madre, así que prefiero valorar este juego por lo que es. No un RPG de acción, como se suele vender, sino un juego de acción bastante simpático, por un lado, y un RPG bastante malo por otro.

FFXVI es un juego hecho para no causar ninguna fricción. Cómodo, servicial, "disfrutón". Un juego en el que ese "algo más" nunca terminaba de llegar. Quizás llegaba cuando volvía a ver las peleas de eikons en Youtube, que son increíbles, pero precisamente porque creo que están más hechas para verse que para jugarse.

Un juego así, que sacrifica gran parte de la expresión propia del jugador en pos de que este se deje llevar por la espectacularidad y la acción cinematográfica (nada en contra de eso, la verdad, de hecho no es algo raro en Final Fantasy) al final para mí depende de lo involucrado que me haga sentir en la historia que me quiera contar.

Y aunque la (bastante formulaica) épica general no me ha engatusado, sí que reconozco que me ha ganado con las relaciones humanas que presenta la historia. Especialmente, y como no podía ser de otra forma siendo el punto focal de la trama, la de los dos hermanos protagonistas.

Es curioso porque, echando la vista atrás, ese "algo más" que echaba en falta quizás siempre estuvo ahí. No en forma de combate hack and slash con numeritos, ni de peleas de kaijus gigantes, sino en forma de NPCs con pequeñas historias capaces de desprender calidez y humanidad de la única forma que el juego sabe: a golpe de fetch quests dignas de WoW vanilla.

Al final (fanta sí), FFXVI va de gente que, a pesar del tiempo, de la distancia y de las adversidades de un mundo cruel, todavía se quiere. Gente que necesita desesperadamente que un apuesto señor tetudo les ayude en todo y que les haga volver a creer en la reconstrucción y en el amor. Y si para eso hace falta que vaya a recoger unas hierbas y a matar 4 bichos random a no sé donde, no te preocupes mi rey que yo me encargo.

Aún tengo que reflexionar un poco más sobre esa escena poscréditos, porque creo que es la que más tiene que decir de todo el juego. También me faltan por jugar los DLCs, y ya dependiendo de las ganas que tenga, el modo difícil. Tengo esperanzas en que esto último me haga reconciliarme con la parte más "jugable".

En unas horas se activa Cataclysm Classic, por lo que me despido por segunda vez de Wrath of the Lich King, el que para mí es el juego/expansión que define lo que es el peak gaming.

Jugué WotLK por primera vez en 2008 cuando apenas tenía 14 años y ahora, en 2024, me la he vuelto a gozar como el primer día. Con otro modo de jugar, otra visión de lo que es el disfruta de una expansión de World of Warcraft y con más experiencia, pero gozándola tanto o más que el primer día.

Cualquier MMO que haya salido a partir de 2008 le debe todo a esta expansión.