Es prácticamente injugable. Controlas a Buzz y básicamente deambulas por los escenarios sin saber bien qué hacer o a dónde ir. No recomendable.

Había leído el cómic (me encanta), pero nunca lo había jugado. Me entraron ganas de probarlo después de terminar el 2º y lo compré barato en la Xbox Store. Solo he jugado al modo historia y no he comprado el pase de temporada, así que entiendo que no he jugado a la experiencia completa.
La historia es interesante, me esperaba que iba a ser el cómic literal, pero no esperaba que se trataba de viajes entre dimensiones. Lo cierto es que a nivel narrativo no es tan atractiva como la historia de los cómics, pero a nivel jugable tiene mucho más sentido y ofrece muchas posibilidades.
La jugabilidad es buena, el plantel es bastante completo y los gráficos están bien para su momento. Por el contrario, la personalización de los personajes es limitada, solo tiene algunas skins y se echan de menos otras skins importantes del cómic original; además, el diseño de algunos personajes podría ser bastante mejor.

Lo había jugado antes, pero no lo había completado. Me parece un juego muy consistente y considero que NetherRealm hizo un trabajo magnífico. El plantel es amplio y correcto, los personajes nuevos son interesantes y los invitados son geniales, sobre todo las Tortugas Ninja. El modo historia me ha parecido disfrutable, cuenta una historia más que correcta, presenta a todos los personajes y los escenarios y presenta dos finales geniales. El modo multiverso, que hace el papel de arcade clásico (las torres de MK) le da muchísima vida e incentiva a seguir jugando en un jugador tras terminar la historia.
Como parte negativa he de destacar que no tiene doblaje al castellano. Es especialmente decepcionante (igual que MK11) porque veníamos de MK10 que sí estaba doblado al castellano y con un doblaje muy bueno además. Asimismo, las opciones de personalización son buenas (partes de trajes y colores para cada uno de los personajes) y te anima a seguir jugando para desbloquearlas, pero el método de obtención mediante loot boxes me parece lamentable. Sobre todo porque jugando se gana dinero, pero con ese dinero solo puedes comprar más cajas, y para desbloquear alguna skin concreta para un personaje el dinero es otro (tocaría pasar por caja de nuevo).
En general, tiene muchos modos de juegos y da lugar a muchas horas, la jugabilidad es genial y el plantel es muy bueno, pero queda algo manchado por el doblaje y el exceso de loot boxes.

Tengo sentimientos encontrados con este juego. Entiendo que, al ser un Mario Kart portátil no puede decirse que compita con los de sobremesa (el anterior, MK Wii, y el posterior, MK 8), sin embargo, más bien lo siento como una versión mejorada del Mario Kart DS.
Tiene varios aspectos importantes a favor, por ejemplo, el efecto 3D le sienta muy bien, siendo probablemente de los mejores de la 3DS en este aspecto. Otro punto a favor es que la jugabilidad y el control son muy buenos. Además, la elección de circuitos está bien e incluye varias novedades para la saga (la personalización de los vehículos y dos mecánicas nuevas para los circuitos: volar en ala delta y correr bajo el agua con una hélice).
Sin embargo, considero que sus puntos negativos también pesan mucho. Sobre todo, adolece de cantidad de contenido: tiene muchos menos modos de juego que la versión de DS. Además, más allá del 3D, no explota las posibilidades de la consola como sí hacía la versión de DS. Pero sobre todo su gran problema de contenido está en los personajes. Mientras que la versión de DS tenía 12 personajes jugables (13 contando al Shy Guy del modo descarga DS), este solo trae 16. Es una mejora muy pequeña tratándose de un salto generacional, y más contando con que el último juego de la saga en sobremesa (el MK Wii) había traído 24 personajes jugables. Y por supuesto, el problema no es tanto el número como la elección: que estén Floruga, Lakitu o la Abeja Reina y no esté Waluigi se siente como una broma pesada.
En general no es un mal juego, para nada, de hecho, es probablemente el mejor juego de su género para su consola. Sin embargo, dentro de la saga Mario Kart, tiene varios problemas que le lastran y le impiden destacar.

Zelda Tears of the Kingdom es, en pocas palabras, una obra maestra. En más palabras, es un juego excelente, que dignifica al hobby y que eleva al videojuego a la categoría de arte más que nunca.
Sus virtudes son muchas, prácticamente innumerables, pero posiblemente la mayor sea que no tiene complejo en aprovechar todo de su título anterior, pese a estar trabajado en una consola ya obsoleta como es la Wii U. TOTK toma todo de BOTW: retoma la historia con los mismos personajes, utiliza el mismo mundo y motor gráfico, y sigue prácticamente las mismas dinámicas. Toma todo lo que hizo de BOTW un juego excelente y consigue elevarlo aún más si cabe. Ahora la historia es más larga y más compleja, los mapas son absurdamente grandes, hay más y mejores enemigos, y una larga lista de excelentes novedades.
He de decir que, aunque lo he disfrutado muchísimo, no he sentido lo mismo que sentí con Breath of the Wild, pero eso no es tanto problema del juego como mío. Considero que aquello que sentí con BOTW fue único e irrepetible, y las condiciones personales por las que pasaba y por las que ahora paso son diferentes. Estas condiciones, de manera indiscutible influyen en cómo vemos y vivimos todas las obras que nosotros mismos. A pesar de todo, la excelencia de Tears of the Kingdom es tan superlativa, que resulta imposible que no te fascine sean como sean tus condiciones y tus expectativas.
Como ya hizo su predecesora, pasará a la historia como uno de los mejores videojuegos que jamás se ha hecho.

Cuando era niño me tocó este juego en una caja de cereales y la verdad es que lo jugué mucho, no entiendo por qué. Muchos años después, recordé este juego por pura casualidad y me decidí a encontrarlo y volver a jugarlo, hasta el punto de que he tenido que ser yo quién lo subiera a IGDB porque absolutamente nadie lo recordaba o siquiera sabía de su existencia.
Al probarlo hoy en día, mi primera impresión fue muy mala: el juego se ve bastante mal, la jugabilidad es rara, solo tiene un modo de juego y a veces tiene fallos durante las partidas. Sin embargo, después de unos días volví a jugarlo y me gustó. Es evidente que es un juego de muy bajo presupuesto, pero como juego de fútbol arcade y básico puede llegar a ser divertido.

Fue el primer juego de fútbol que tuve y al que jugué. Me encantaba, especialmente en modo dos jugadores. Hoy en día no ha envejecido bien, gráficamente no era puntero ni siquiera en la época y solo tiene selecciones, pero la jugabilidad es divertida y tiene varios modos de juego.

No sé hasta qué punto se puede decir que Pokémon Escarlata ha sido decepcionante teniendo en cuenta lo bajo que estaba el nivel de los últimos juegos de la franquicia, de lo que sí estoy seguro es que es un juego que podría haber sido mejor.
La primera impresión con este juego fue... nefasta. Creo que los consumidores de videojuegos, por muy aficionados que seamos a una saga o franquicia, no podemos permitir que un juego salga en las condiciones en las que salió este juego (aclaro que creo que el problema no es de Pokémon y Game Freak, sino generalizado en la industria, por desgracia). Como dije, mi primera impresión fue peor imposible, lo compré de salida, lo jugué el día 1, los gráficos eran malos, estaba lleno de bugs, y para colmo, se bloquea haciendo perder los últimos avances. Me enfadé tanto que lo abandoné por un tiempo. Tiempo después lo retomé, intentando obviar los bugs y malos gráficos, y lo jugué de seguido hasta la liga. La aventura no está mal, pero el mundo está fatal construido, la dificultad es ridícula (Pokémon nunca ha sido difícil, pero esto ya es pasarse) y hay cambios con respecto a la saga que, para mí, son claramente a peor.
Después de su pésimo inicio, habría sido un milagro que no le pusiera una nota peor, pero al final se ha ganado el cinco gracias a su final, el área cero y el jefe final.
No sé si es el peor juego de la saga, conozco a mucha gente que le ha gustado mucho y le ha parecido un cambio a mejor en muchos aspectos, pero sí puedo decir que, con todo el dolor de mi corazón, ha sido uno de los juegos de Pokémon que menos he disfrutado.
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Actualización: juego completado al 100%, terminando la historia, completando la Pokédex, recibiendo el amuleto iris y capturado algunos shinys. El salto a peor con la crianza es insultante, y para colmo, el color de las versiones shiny de muchos Pokémon nuevos son prácticamente iguales a la versión normal, lo que hace que no valga la pena buscarlos. Todo esto sumado a que no hay nada más que hacer después de completar la historia principal sirve para concluir que es mejor dejarlo ahí, cuando con la mayoría de juegos he superado las 100-150 horas capturando muchísimos shinys. Aquí no hay post-game, no hay misiones extra, no hay lugares que explorar, solo están los cuatro legendarios nuevos que no tienen mazmorra y que para capturarlos solo tienen una tediosa búsqueda de estacas. Y todo hecho a posta para poder cobrar el verdadero post-game, que debería estar en el propio juego, como un DLC aparte, y bastante caro por cierto. Se siente como si te escupieran a la cara. Insultante.

Nunca lo jugué de niño, pero para los que jugamos y amábamos los juegos de plataformas 3D, exploración y colección este juego es prácticamente insuperable.
Los mundos son grandes, diversos, están bien construidos y están llenos de secretos y lugares por explorar. Los personajes son muy buenos, desde Banjo-Kazooie, un dúo protagonista sobresaliente, hasta los secundarios.
Literalmente se lo recomendaría a todo el mundo.
Jugado en consola Anbernic.

Fue el origen de una saga que me encanta y demuestra que con un poco de originalidad e imaginación se pueden hacer minijuegos extremadamente variados y súper divertidos (teniendo en cuenta que en este juego solo se cuenta con botones y cruceta). Los personajes son locos, Wario es extremadamente carismático y los microjuegos son muy divertidos. Simplemente genial.
Jugado en consola Anbernic.

Tal como hiciera el Super Mario Bros original en la NES, Super Mario World fue revolucionario y espectacular en su momento, llevando las plataformas en 2D a un nivel prácticamente insuperable. Personalmente nunca fue de mis favoritos, sobre todo porque no me gusta el poder de la capa, pero es innegable que alcanzó la excelencia, aprovechando al máximo la Super Nintendo, visualmente precioso y con una longitud más que correcta.
A día de hoy sigue siendo un referente. Es imprescindible.
Jugado en consola Anbernic.

Como juego de Mario Party es... malo, pero como juego de Mario en general o incluso considerándolo un spin-off diferente de Mario Party (el primero en consola portátil) está bastante bien.
Se diferencia del resto de juegos de Mario Party porque no hay tableros multijugador y la mayoría de minijuegos también son de un solo jugador. El juego se basa en un modo campaña por un único tablero grande en el que nuestro personaje (lo elegimos entre solo cuatro, pero lo debemos ir cambiando durante la partida) va avanzando casillas para cumplir misiones con personajes de la saga Super Mario y completando minijuegos. El tono es bastante infantil, los diálogos son lo suficientemente divertidos para que no sea demasiado aburrido y los minijuegos son diversos. Sin embargo, es probablemente en ese aspecto donde más falle. Los minijuegos son fáciles y, al ser de un solo jugador, no están diseñados como en el resto de juegos de la saga.
Al tratarse de una consola portátil, individual, que tenía opción multijugador mediante cable link, pero no estaba tan destinada a este modo como las consolas de sobremesa, el juego hace lo que puede e intenta compensar la falta de multijugador en las partidas con la presencia de algunos minijuegos y gadgets para varios jugadores, pero el resultado no es muy bueno.
En general, la aventura no está mal, aunque algo repetitiva, algunos minijuegos están bien, aunque son distintos al resto de la saga, y la plantilla de personajes es ridícula (SOLO CUATRO). Tiene que gustarte mucho Mario para jugarlo, pero no es un juego que recomendaría.
Jugado en consola Anbernic.

Juego de carreras tipo Mario Kart, pero con criaturas de Digimon como personajes. Los controles y gráficos, aunque no son malos, no están al nivel de otros juegos de la misma consola como Mario Kart SC o Crash Nitro Kart. Además, los circuitos no son memorables.
Sin embargo, su punto fuerte está en que introduce en un juego de karts al uso, elementos de juegos de crianza de criaturas y evolución. Esto significa que durante la carrera, además de adelantar a los rivales y usar poderes, deberemos tratar de llenar una barra de poder para que nuestro Digimon digievolucione, lo cual es un puntazo. Otro aspecto positivo es que su plantel de personajes es bastante correcto, se inicia con 8 personajes disponibles, más adelante se desbloquean 3 más, pero cada uno de ellos cuenta con varias digievoluciones.
Lo recomendaría a fans de los juegos de carreras tipo Mario Karts o fans de la franquicia Digimon.
Jugado en consola Anbernic.

Juego de lucha con criaturas de Digimon como luchadores, resulta original y bastante correcto. Su originalidad se basa en que, a diferencia de la mayoría de juegos de lucha, no hay que golpear al rival para disminuir su barra de salud, sino que hay que hacerlo para que desprenda unas bolitas de colores que sirven al final del combate para medir los puntos. De esta forma, la estrategia de las partidas está en intentar golpear al rival y tratar de coger sus esferas, así como esforzarse por coger las que nuestro personaje desprende cuando es golpeado antes que el rival para que no pueda sumarse esos puntos.
La plantilla de luchadores es algo corta, pero no está mal, puesto que cuenta con varios de los Digimon más populares. Realmente no es una maravilla, pero sí es lo suficientemente original como para que valga la pena probarlo.
Jugado en consola Anbernic.

Tengo sentimientos encontrados con este juego. Por un lado, supone el nacimiento de una saga muy querida y el desarrollo de un personaje muy divertido, carismático y popular como es el antihéroe Wario, contraparte del mítico héroe Mario. Pero, por otra parte, significó el fin de la saga Super Mario Land, tras dos grandes juegos en la primera portátil de Nintendo.
Como juego es notable, es un plataformas bastante correcto que destaca porque no solo hay que completar los niveles sino que, además, hay que encontrar objetos. Asimismo, el objetivo final no es derrotar a un enemigo sino acumular dinero, dando lugar a la rejugabilidad y al factor suerte. Wario tiene un buen set de movimientos y varios disfraces, sentando las bases de lo que sería el personaje en el futuro. Vale la pena jugarlo.
Jugado en consola Anbernic.