Cada vez que alguien me recuerda la existencia de esta mierda algo dentro de mí muere.

Es, irónicamente, un Souls sin alma, con un mundo abierto de mierda que podrías decirme que es uno de Ubisoft y me lo creería. La variedad de builds es la misma de siempre y cada vez más limitada porque hay cosas como las armas pesadas que si no las usas saltando son basura. No jugar destreza o magia es pegarte un escopetazo en el pie.

Las zonas principales molan bastante, pero los bosses también dejan muchísimo que desear, los que decís que Malenia es el mejor boss que existe pero odiáis ds2 tendríais que revisar vuestro criterio.

La exploración es mierda pura, como la mayoría de juego está reciclado es un coñazo, las mazmorras son basura y las recompensas por hacerlo son cosas malísimas que no vas a usar nunca.

Todos los méritos que se lleva este juego lo habían hecho antes todos los juegos anteriores. Lo que antes era una fórmula sobre la que trabajar de forma distinta ahora es una fábrica de dinero fácil. Si este juego no llevase el nombre de Miyazaki y solo el de su segundo director le habrían dado de palos por todos lados, pero sois unos cobardes incapaces de hablar sin sacaros la polla de ese hombre de la boca, y mira que soy fan loca desde hace muchos años.