Argumentalmente es flojo y predecible, sin embargo a nivel jugable mantiene el nivel de su antecesor. Su agilidad es muy satisfactoria y encadenar movimientos perfectos uno tras de otro es genial. Sin embargo, el mundo abierto le sienta mal.

Cumple con su función dentro de la gama de juegos PlayLink, que es ser divertido para echar el rato con amigos. Por lo tanto, para ciertas ocasiones es una opción ideal si buscas unas risas bien acompañado.

2018

Aventuras con una estética muy llamativa y humor divertido. Hace de una limitación su mayor virtud, tanto jugable como narrativa. 60 segundos y estás muerto. Engancha y está lo suficientemente bien diseñado como para que siempre funcione de acuerdo a su premisa.

Estrategia roguelike de elevadísima calidad. Profundo y muy adictivo, se puede convertir en un gran pozo de horas. Uno de esos juegos en los que la última partida nunca es la última. Su pixel art esconde tras de sí uno de los juegos del año.

Un pasejero juego de puzles inspirado en los entornos imposibles de M. C. Escher, como Monument Valley, aunque por detrás de este en cuanto a calidad y resolución. Se deja jugar y en ocasiones resulta desafiante por lo que se trata de un título interesante.

Esa sensación cuando sabes que un juego no es la gran cosa, pero aún así lo disfrutas, esta plagado de bugs y es muyrepetitivo, pero creo que tiene una base solida y buena intención.

El modo aventura se hace muy repetitivo, sin embargo a nivel de jugabilidad funciona a la perfección; la cantidad de personajes es más que aceptable y los partidos se hacen divertidos gracias a lo bien acabada que está la jugabilidad.

Tiene una jugabilidad esquisita que acompaña a una epopeya en la que lo más importante son las personas. No es de 10, pues es demasiado largo y las misiones funcionan casi siempre sobre railes, pero en muchos sentidos es un gran paso hacia adelante.

2018

A nivel artístico no hace falta más que verlo, su uso del color es espectacular. El cómo arte, narrativa y jugabilidad casan de forma sútil para ofrecer una experiencia evocadora, personal y trascendental es su mayor valor. Sin duda uno de los mejores juegos del año.

Es un pasaje del terror ambientado en el universo de Until Dawn, aunque su historia no es canónica, sino anecdótica. Sin embargo, es también una correcta experiencia de realidad virtual; más por sus tiroteos sobre railes que por su nulo terror.

Me hace gracia el hecho de que en la campaña todos hablen su idioma, pero se entiendan perfectamente. Más allá de eso es un sólido juego de pelea que termina la historia de la saga Mishima en una historia que es una excusa para seguir dándose de hostias.

Es una pena que un universo tan interesante en un mundo tan bien ambientado como este se diluya en un juego anticuado, que si bien aceptable podría dar mucho más de sí. Fue un portento gráfico en su momento y se mantiene a la altura.

La campaña intenta repetir lo conseguido en Battlefield 1, pero se queda a medio gas y no impresiona tanto. Sin embargo, aquí hemos venido por el multijugador y eso cumple aportando la espectacularidad de la saga Battlefield. Aún necesita más contenido y ajustes

No soy un gran conocedor de los juegos de fútbol, pero sí puedo decir que este se siente mejor que el 17 y El Camino se amplia con hasta tres personajes sin dejar de seguir a Alex y alguna nueva mecánica. Así que un paso hacia delante diría.

No hace nada especialmente nuevo, pero todo lo que hace lo hace genial. Es divertidísimo y super satisfactorio, especialmente balancearse para moverse por la ciudad. No soy de hacerme juegos al 100% y este hecho está, platino incluido. Recomendadísimo.