Las peleas, los gráficos, la música e incluso las cinemáticas al más puro estilo de los juegos de Sega Génesis le han dado excelente puntuación para muchos. Sin embargo, para mi el bajón radica en el escaso desarrollo de personajes y del argumento. Sentí que estaba viendo una caricatura sindicalizada de sábados por la mañana.

Una clase maestra de narrativa interactiva, en donde las mecánicas de juego están al servicio de los personajes.

Lo más interesante del juego no fue para mi el sistema de combate o el argumento, sino las pequeñas interacciones que puedes tener con cada personaje revelando así pequeños e íntimos arcos de maduración personal.

Si bien no contiene una gran trama que avance a pasos agigantados, los eventos que se llevan a cabo en la historia son suficientes para dibujar personajes que se sienten reales. Una verdadera joya narrativa.

Me sorprendió gratamente el lore que envuelve la historia. Si bien es un juego relativamente corto, las interacciones con los personajes secundarios junto con la documentación y recuerdos que puedes encontrar, hacen que la narrativa se vea más enriquecida. La protagonista tiene incluso más dimensión que Alucard en SoTN.