A Age of Calamity fui por las cinemáticas y me quedé por el gameplay. A base de espadazos que lanzan por los aires a decenas de enemigos, exterminaremos el ejército de Ganon con variedad de opciones de armas, personajes, combos... para relatar una victoriosa ucronía cooperativa.

1996

Quake es la hostia. No lo acabé porque el diseño de nivel es espeso, de otra época. Pero el gunplay y los gráficos parecen actuales. Es acojonante. Una pena lo laberintico que es. Es el único juego del gamepass que quiero acabarlo en una 2ª suscripción pero guía en mano.

Vampire Survivors es sin duda el juego que más me ha jodido que me arrebaten. Era mi zona de confort, mi antes de dormir y a veces mis tantas de la noche. Muy feo y, a la vez, muy bonito, identitario, adictivo, cómico, necesita un poco de Loop Hero. Pero realmente así esta bien.

My Friend Pedro es tan incómodo como espectacular. Los movimientos son buenas animaciones que, en el juego, se tratan de simplificar y hacer que te sientas John Wick. El problema es que, si no eres bueno, te das rabia --> lo que da para perfeccionar tu juego. Yo no me aguanté.

Disc Room es una movida muy guapa. Esquiva sierras mecánicas y cumple los objetivos de tiempo para continuar a la siguiente sala. Aprende habilidades para evitar ser partido en dos y flexea de las puntuaciones. Es sencillo pero eficaz y la trama se cuenta en un comic que no acabé

Dicey Dungeons abandonadísimo no por disgusto sino por longitud y gamepass. Dos cosas que no se llevan bien. Es un juego de combate por turnos de cartas que se canjean con puntaciones de dados. Algunas afectan al dado y otras al enemigo. Aun me gusta y todo el diseño de nivel.

Inkulinati es gracioso, bonito, y currado. Plantea un sistema de estrategia por casillas y turnos en 2d con estética de miniatura medieval. Los duelos son un quebradero de cabeza y los diálogos una risa muy bien traducida. Si te gusta el género, dale, sino...

RUSH: A Disney • PIXAR Adventure lejos de ser un "para todos los públicos" habitual en el estudio va enfocado a los más pequeños, adapta bien algunas y solo algunas de sus licencias. Lineales pero bonitos, sus niveles reciclan mucha mecánica y se permiten soltar chascarrillos.

Exo One me ha gustado muchísimo. Se siente Una odisea del espacio con ese argumento nublado de viajes y destinos inciertos. Los planetas harán de skatepark para nuestro módulo interestelar con la particularidad de aumentar su masa (que no su volumen) y convertirse en platillo.

As Dusk Falls es un libro de decisiones acompañado de imágenes muy bien dirigidas que bailan entre el motor gráfico y la pintura digital. También tiene una adecuada banda sonora y "quick time events" que al fallarlos conduce a otras rutas. Lo he finalizado llorando y sorprendido.

Fatum Betula, en latín planta del destino. Es un walking simulator que va de darle distintos fluidos a una planta. La manera de conseguirlos es obtusa y poco intuitiva. ¡Ni si quiera sabes que tienes que darle fluidos a la planta! Pero la estética es 32bits y vale 50 céntimos.

Me he pasado Kuru Kuru Kururin gracias a las ventajas de la emulación de Switch con un uso responsable del rebobinado. Solo puedo sentirme afortunado por la oportunidad adaptada, y he podido disfrutarlo mucho. Me ha encantado, es inteligentísimo y que bien medido está.

Paratopic crea atmósfera en 32 bits, siendo tan feo y tan bonito a la vez en lo estético y sonoro. Su argumento críptico solo ayuda a crear este "gajes del oficio" tan fincheriano y con tintes finales de Cronenberg. Las conversaciones son aburridas y es un walking simulator.

Signalis es un obligatorio RE en pixel art de infarto que se inspira de la estética y la narrativa de Evangelion: críptico y pedante toca temas existencialistas al ritmo romántico de Chopin o Schubert con referencias pictórico-literarias del simbolismo. Divierte, tensa y ahoga.

Genesis Noir nunca tuvo que ser un videojuego. Habría sido una excelente serie de animación sino un corto ganador del óscar. Apenas hay jugabilidad, su point&click hace pasar cinemáticas de impresionante valor estético - musical y divulgativo: científico y existencialista.