Marcaron época
Lista sin valor crítico, tan solo personal. Los punto y aparte en mi trayectoria como jugador, independientemente de la opinión que tenga o haya tenido de ellos. Los jugué muchísimo, o me obsesionaron más, o los recuerdo más vívidamente.
18 Games
Primer videojuego propio. Jugué mil veces a los 4 años. Siempre palmaba en el jefe de Labyrinth Zone-
Jugarlo por primera vez fue un impacto. Qué digo, un cataclismo. ¿Los videojuegos podían molar tanto?
Iba a casa de Cian siempre que podía solo para verle jugar, una y otra vez. Me gustaba más a mí verlo que a él jugarlo.
Kaboom. Sí, soy uno de esos. De los de Ocarina a los diez años. Esto fue todavía más fuerte que lo de Gunstar Heroes y la impresión nunca ha sido ni será superada.
El go-to de manual en las recreativas, siempre por delante de todos los demás. Me lo pasé con un amigo en un día de playa.
Completé todos.
El multi local que más he jugado. La semana que me lo regalaron tuve el primer día de exceso de vicio de mi vida. Acabé vomitando.
Mentexplota. Me gustaba todavía más que Ocarina y ni yo mismo me lo creía. Me ponía el despertador a las 6:30 de la mañana para poder jugar una hora todos los días antes de ir a clase.
Varios de los más épicos piques con amigos se dieron jugando a esto. Goldeneye vino primero, y viciábamos, pero con Perfect Dark fue a más.
Puf, el Counter. Etapa de cíber, de querer ser bueno para ganar, de pensar en jugar y jugar y jugar.
No me gustaban los coches ni los juegos de coches. Hasta Gran Turismo 2, claro. Ese año me aprendí todos los cochinos modelos de coche, qué barbaridad.
Engancharte a una historia de forma obsesiva. La primera vez que me pasó, me temo que sí, fue con míster Kojima.
Simplemente lo jugué, como tantos otros videojuegos. Pero me golpeó tan fuerte que lo recuerdo todo. Cómo me sentaba en el sofá, a qué hora jugaba, hasta los Cheerios que merendaba frente a la pantalla.
Todos tenemos un juego de lucha, ¿no? Por algún motivo así suele ser con la gente que ha jugado durante muchos años. Bueno, el mío fue este. Main Raphael.
A nada he jugado más horas, en pocos sitios he conocido a tantas personas. La nostalgia resulta casi insoportable.
Era una etapa en que estaba desencantado con el mundillo. Me veía cansado de las propuestas, las estéticas, todo. Quería algo maduro. Bueno, que lo aparentase, y Hotel Dusk rellenó ese hueco para reengancharme a esto de los videojocs con las pilas recargadas. Fue el juego adecuado en el momento justo.
Es Mario, y Zelda, y Castlevania. ¡Y más que eso! Federer cambió el tenis porque demostró que podía jugarse un tenis de vieja escuela modernizado, y Spelunky revitalizó los hallazgos de aquellos legendarios títulos ochenteros cuyas sagas no supieron mantener perennes pese a innumerables entregas.
Mi segundo Counter-Strike, esta vez online. Menos horas jugadas tal vez, pero ellas más intensas y seguidas. Además, vehículo a mi actual grupo de amigos virtual.