Que este sea el último de una saga que pasó por muchos formatos y estilos se me hace super lindo. Es como un todo en uno como despedida.
A "2012" lo siento como la propuesta mas empastillada y alocada de Jaffe y Campbell. Esta gente parece que nunca se les acaban las ideas y las formas, siempre tienen algo del que quieren sorprender.
En general Twisted Metal es raro, raro porque por más que conduzcas autos, estos nunca han tenido la intención de transmitir las físicas de uno (y tampoco lo necesita). Es su propio mundo, su propia mirada del combate a través de vehículos y el juego del espacio. Desde el primer juego siempre buscó esa idea de que persona y máquina pueden ser un mismo ente: El conductor tiene sus ideas, motivaciones e historia, el vehículo está para manifestarlo. E incluso en "2012" que esa conexión ya se rompió sigue estando esa faceta humana.
Me encanta eso de poder crear o recrear secuencias de acción que antes yo solo podía soñar. Literal hay combates que se sienten como escenas de Speed Racer.
En "2012" está todo lo que fue formando a la saga; carreteras, arenas, tecnicismo, táctica y libertad para sentirse todo-terreno de la forma mas literal posible, lugares específicos que no tendrían sentido que un auto pueda llegar ahi...pero puede.
El juego no es boludo, sabe bien lo que quiere ser: un Rock Savage Arcade.
(Me lo acabo de inventar)

Que cursi va a sonar esto pero va: Baroque lo siento como un incentivo para romper el ciclo.
Se le compara de forma automática con otros títulos solo por etiquetas como "Dungeon Crawler" y "Roguelikes".
Digo de forma automática porque me da la sensación de que cuando alguien se encuentra con propuestas de este tipo así de golpe, pues uno siente tal agobio que necesita encasillarlo rapidamente con algo literal o "mecánico" que encuentre minimamente familiar....ponele. De lo contrario se asusta.
Para mi, Baroque tiene mas similitud con juegos como Mr.Drller: ambos titulos comparten la idea de descender hasta lo más profundo (mayor será la profundidad, mayor será la presión), ambos alteran el progreso en cada nuevo camino y en especial, ambos te educan a tomar decisiones inteligentes saliendo de esa linea recta que creías correcta para poder llegar a distintos resultados, por más que los dos aparenten totalmente opuestos terminan demostrando al final la misma fuerza.

El terror radica en la constante manipulación de una ilusión tipica: creer tener el control de la situación. Como las propias pesadillas, nos controlan sin siquiera poder darnos cuenta en el momento.
Baroque me parece el ejemplo perfecto como respuesta a la tipica frasesita de "el terror en un videojuego funciona gracias a la indefensión". Acá no lo estamos, pero eso no signifique que el juego no dé un cague de miedo terrible porque nos enseña por las malas lo necesario que es afrontar los horrores de la torre, aún si nos ponen en los peores estados posibles. Suena exagerado, pero a mi me recuerda mucho al sentimiento de enfrentar una fobia jodida y tarde o temprano tocará superarlo. Después de todo, herramientas las hay pero los metodos y las respuestas las tenés que saber vos mismo. Lo gracioso es que cuando te crees fuerte por haberlo superado, bueno, aparece otro más jodido después y así hasta el final.
La forma de como a Baroque le gusta reirse de tu inocencia y te putea a lo largo del juego genera como una relación rara entre amor y odio, no sé, una especie de rivalidad curiosa para ver quien le gana a quien, te ve como el mismo gusano de siempre que se clona.
Creía que esta era la faceta definitiva hasta que llego a cierta profundidad y pasa lo mas inesperado: el juego te está suplicando ayuda.
A partir de ESE momento, la mirada de Baroque se me cambió por completo y todo lo que me sucedió atrás comenzó a cobrar un sentido totalmente distinto. La rivalidad muere por completo y pareciera que ya a estas alturas el juego quiere que haga todo lo posible para llegar al último piso.
Al retomar el camino como la última y la definitiva, la torre responde con mucha ausencia; ya no hay dialogo, ya no hay sustos, ya no hay manipulación, solo superviviencia hasta la meta. Esa falta de personajes y vida se acerca muchísimo a esa sensación cuando paseas por un lugar público donde por el día pasa mucho movimiento pero a la noche no hay nadie.
Si bien el final indica la idea de una aceptación total de la situación, yo personalmente lo interpreto mucho más como la forma ultra potente que tiene Baroque de demostrar una bellisima gratitud mutua.


Fuera del videojuego yo todavía tengo mi propio ciclo y hasta el dia de hoy no lo supero. Me es irónico como un juego que aparenta ser hostil, terrorífico y ultra pesimista me termina dando más fe en poder cambiar las cosas de una vez por todas, por más dificil que sea el proceso.

Si hay algo que me gusta observar en este género es sobre la expresión corporal manifestada en sus personajes. Muchas veces tan solo basta un gesto para cambiar por completo la percepción que tenías de ellos e interpretarlos. Para mi, esa es una de las más grandes virtudes y purezas demostradas en 2D. Siento que en SNK fueron conscientes de eso, a lo largo de varios juegos han querido explorar y experimentar esas facetas dentro de sus limitaciones.
Creo que uno de los más evidentes es The Last Blade 2, con su intención de enfocar en el drama e impacto. Bueno, Garou agarra lo que intentaba ese juego y lo llevó a una dirección mucho más competente. Lo que consigue es tomarse en serio su propuesta de inicio hasta el final.
Rock es, probablemente, el mejor protagonista y el más creíble que ha habido en el género. Es ese tipo de personaje que yo lo considero como "estudiante", es decir, una figura que apenas está aprendiendo a caminar en el rumbo de la lucha, construyendo poco a poco un estilo propio pero bebiendo de los demás, es una interpretación muy similar que le tengo a Sakura (Street Fighter) y Shingo (King of Fighter), pero a diferencia de estos dos, con Rock no se trata de optimismo y entusiasmo sino de una lucha interna entre educación y genética.
Él no es el único en el que se refleja estos rasgos tanto visuales como táctiles, lo aplican con todo el roster.
Al juego no le parece suficiente y decide aprovechar los escenarios como un reflejo total de la identidad y situación en cada uno. Dos de mis ejemplos favoritos son los escenarios de los hermanos Kim, ambos sitios contrastan por completo por sus personalidades y caminos elegidos (dos hermanos opuestos continuando el mismo legado de su padre.... que familiar suena todo).
Lo que respeto de Garou es que, a la hora de actuar, supo centrarse en el impacto y tomas de decisiones sin encasillarse en su sub-mundo competitivo (como lo hacen otros); la serenidad y valor en los combos, la división de poderes, just defense y por supuesto el sistema T.O.P.
Me gusta que, por más que los aprenda en profundidad, no siento que el juego me fuerce a tomar esas herramientas como algo absoluto (y luego abusarlas) sino como un elemento más para expresarme.
Todo en conjunto termina en una dirección bellísima y yo, personalmente, prefiero mil veces eso y más que simplemente conformarse con que esté "bien diseñado".
De todos los momentos increíbles me quedo con la pelea final: ese inicio mirando las estrellas fugaces para luego bajar la mirada, ver al fondo el cuadro de la madre de Rock y él diciendo "la sangre me está hirviendo" antes de luchar contra Kain.

"No hay mal que por bien no venga" 😌

Ahora si lo aceptaron. Retiro lo dicho, los quiero mucho, son lo mejor y dios los bendiga.


2013

Dos spies de TF2 pueden hacer mejor historia romántica que esto.

Junto con su primera parte, lo mas bello y humano que ha hecho Treasure.

Muchas veces me pasa que cuando disfruto mucho de algo el sentimiento se manifiesta en los sueños.
Este juego es un ejemplo fantástico. Soñé que era un gunslinger como Crow y estaba rodeado de enemigos.
La gravedad y el tiempo funcionaban de una manera extraña. Yo solo interpretaba mi mejor papel.
Eniwei, todo el mundo andaba disparando con acrobacias mientras sonaba algo muy parecido a One Note Blues.
Vivan los sueños.

Mas allá de que se tiene en cuenta como un crossover de estos personajes, también los es de filosofías.
Hideaki Itsuno consiguió (no tengo idea como) que todos puedan convivir con respeto y fidelidad,
añadiendo que da una opción extra (el Ex-Groove) para que el jugador se exprese como realmente quiere y crea su propio mundo, un clásico de este señor.
El pico de la montaña de su género y su dimensión.

Pone a prueba el estrés y la tolerancia de todos, incluyendo a Polpo y a Putica.

El mejor juego de la historia.