2018

Un concepto fantástico dentro de un juego que condensa en muy poquito tiempo y espacio la experiencia de grandes aventuras clásicas y de un tipo de diseño de juego ya algo extinto.

Tiene todos los cimientos del terror analógico y del simulador bien puestecitos, aunque no termina de despuntar por ningún sitio y los bajos valores de producción lo lastran. Completamente comprensible para un indie hecho por una persona, pero quizás le faltaba o más tiempo o menos scope. Sea como sea, te da exactamente lo que buscas si te apetece jugar a este tipo de juego, y tiene algún puzle ingenioso.

No soy muy fan de los juegos sociales cuando son tan obvios, pero está todo hilado bastante bien.

Nada que no haya dicho nadie antes. Un deckbuilder prácticamente perfecto. Adictivo pero profundo. Mi única pega es que depende más de la cuenta del azar entre partidas. Hay buenísimas builds que puedes hacerte pero si no te toca un buen pool de cartas, pues no te toca.