Hay que ponerse bien petao para esto

Sabe ser escalofriante y oscura cuando quiere, reflexiva y paciente cuando toca, dubitativa cuando se atreve y emocionalmente desgarradora cuando verdaderamente es importante serlo. Terror y belleza se unen en una visual novel imprescindible y mágica.
Una de las pequeñas joyas más inesperadas y gratificantes de este año.

Esto va a estar guapísimo cuando le pueda meter piratas las 2978456 expansiones que van a sacar

Rezuma sabor clásico por todos los poros. Ahora mismo no se me ocurre ningún videojuego de su época que reúna tantos tropos (tan manidos ahora) comunes al jrpg noventero y, lo que es más importante, los utilice tan correctamente. En varios de sus aspectos jugables se le ha adelantado prácticamente todo el medio (lógicamente), pero tiene tantísima magia dentro que me duele no haber podido jugarlo en su momento, esto con 12 años me habría marcado.

Se desinfla un poco en su recta final, tanto argumentalmente como en su propuesta jugable (por no hablar del rendimiento) pero el viaje hasta entonces es tan bueno que se merece de sobra su puesto como uno de los 5 o 6 lanzamientos más importantes del año. Probablemente el CRPG más sólido que hemos tenido en Occidente.

No aporta nada nuevo y, muchas veces y especialmente en sus compases iniciales, se conforma demasiado en jugársela al tópico, la referencia y el homenaje. Ahora bien, poco a poco crece sobre esos cimientos y comienza a construir su identidad, cimentada sobre una historia relativamente sencilla pero llena de corazón, hasta llegar a una recta final donde brilla, por fin, con luz propia.

La historia está bien (podría estar un poco más aprovechada para todo lo que promete) pero el sistema de combate es De Lo Mejor (de verdad, en mayúsculas, es casi como un buen Final Fantasy VII actualizado) que he tenido la suerte de experimentar en un RPG de presupuesto cero.

Me ha costado terminarlo más de lo que esperaba. Tiene su encanto, sus cositas de worldbuilding y los diseños tanto de escenarios como de personajes son pura fiesta. Pero también parece que a veces complica en exceso las cosas por puro gusto (madre mía el combate me provoca pesadillas) y por querer ser un poco más quirky que la competencia.

Historia más bien clásica de terror ligero rural, con un alto componente de costumbrismo y un cast de personajes entrañable.
Artísticamente es precioso. No pierde la esencia Rpg Maker del original, pero sí evidencia un trabajo enorme a la hora de ilustrar escenarios y secuencias.

Tan bueno en unas cosas y tan, pero tan frustrante en otras. A veces es desesperante, en los momentos más bajos su ritmo raya directamente lo atroz, hay elipsis inexplicables tanto en lo tocante a la historia como a la información necesaria y algunas fases duelen como una maldita migraña (ese hit-rate es para encarcelar a alguien). Y, pese a todo, hay cierta magia aquí, genuina, idealista y sincera, y sería un hipócrita de no reconocerla.

Muchísimo más caótico, complejo y, a la vez, especial que sus dos predecesores. Entre las sentencias suicidas, la rabia de la incomprensión adolescente y la confusión social hay una amalgama de capas complejamente orquestadas que terminan por hilarlo todo quizás no de la forma más elegante o limpia posible, pero sí de la más sincera y emocional.
Hello Charlotte 3 es una historia agria como el limón y triste como las olas del mar sobre saber rendirse, sobre que a veces debes aceptar tu derrota y, simplemente, dejarlo ir, pero también es un cuento valiente y lleno de corazón sobre dar la cara por quienes nos rodean y tener la audacia de intentar insuflar algo de amor y belleza en este universo cruel

Vorágine conceptual que expande y mejora todo lo que planteaba el primer episodio. Aquí hay lugar para teorizar sobre universos paralelos y deidades más allá de toda posible comprensión, pero todo ello se usa como punto de partida para algo mucho mundano y, a la vez, humano como son los confusos y turbulentos sentimientos de una adolescente y cómo se enfrenta a un mundo demasiado hostil

Artísticamente tiene un punto único, entre lo cuqui y lo directamente grotesco, los puzles no son muy frustrantes y la historia parte de muy poco para, en su segunda mitad, presentar conceptos muy interesantes de cara a los siguientes dos juegos. Recomendable si tienes una horita libre, no dura mucho más.