Una vuelta super original al género de puzzles, te hace replantearte todo lo que conoces hasta el momento. Los límites dejan de ser las paredes y las plataformas dejas de sortearlas saltandolas. Y la cereza final la da la segunda mitad, donde hay que poner en práctica todo lo aprendido. Glados es la villana más carismática de la historia.

Creatividad pura, con la premisa de poder conseguir cada bloque y usarlo para tu favor expresivo le basta para ser el equivalente virtual a jugar con LEGOS. A esto sumandole mecanismos, enemigos, animales, aldeas y otras dimensiones lo vuelven super completo, sin pasarse a la pseudoepicidad, es un juego muy sincero consigo mismo y me encanta.

Sigue la premisa de Portal 1 y la expande en todo sentido. Añade a Wheatley, que es mi personaje favorito de cualquier juego. El problema de esta secuela? que la segunda mitad se siente como un reseteo y volver a empezar, podría haber terminado cuando pudo terminar, pero se extiende para copiar otra vez la formula, no solo del primer juego, sino de su primer mitad, otra vez. Pero esto no pesa demasiado al final, y aparte añade el modo cooperativo, que es una cosa divertidísima.

Está muy coqueto, el sentido del humor y calidez de los personajes es atrayente. El sistema de combate está muy bien logrado para convertir en un reto el conocer y sociabilizar con los demás. Aparte, el juego tiene una ruta pensada para los que quieren forzar la maquinaria, ir contra las reglas. Me parece que sus mayores picos de calidad estan en sus finales pacifista y genocida, las rutas neutrales pierden muchisimo fuelle, y son las más probable desgraciadamente.

Para empezar, el juego principalmente se centra en unas bases de sidescroller vistas hasta el hartazgo. No solo agregando poco y nada, sino que restando al intentar "arreglar" cosas de los juegos que referencia. Lo peor es que dentro de todo, no me estaba disgustando del todo el conjunto. Pero tras meter un dasheo totalmente sobrante y una zona de motocicleta horrorosa, no aguanté más.
Edit: Lo reinstalé y me lo terminé. Oh sorpresa, no me gustó.

Una experiencia basada en el sentimiento de querer salvar a alguien. Todo adornado por un diseño visual muy pintoresco. Tiene sus minijuegos basura cada tanto, pero no son invasivos.
Lo que me bajoneó del juego es cuanto se extiende, llegó a darme una sensación de ansiedad muy fuerte el querer que el juego termine de una vez y que se extienda por horas. Y ni es tan largo encima, pero toda la segunda mitad del juego pensaba en querer jugar otra cosa, que se termine ya, ya había captado la idea. Estoy seguro de que alguien con más paciencia y disposición puede pasarselo mejor, pero la verdad por el malestar causado, no puedo recomendarselo a nadie. Un sentimiento sólo causado por Metroid Fusion y Resident Evil 6, y acá otro se suma a la lista por desgracia.

This review contains spoilers

Este juego no necesita challenges. Los momentos son efímeros, buenos como malos. Qué recuerdo querés guardar de ellos con tu cámara es cosa tuya. El fin del mundo está cerca y el tiempo corre. Tus amigos disfrutan hasta el final mientras el ejército da todo de sí. Todo da igual, el final está decidido. La última foto que podes sacar es la de la criatura que arrasó con la humanidad, la cual posa ante la luna, casi como si fuera un poster. ¿Realmente quiero recordar a ese monstruo? Mis disculpas, pero esa última foto me la guardo para algo que valga la pena recordar.

Me da pena lo que pudo haber sido este juego. Funciona muy bien en grandes escalas. Reventar a decenas de soldados e infectados con tus poderes. Saltar altísimo y viajar kilómetros planeando. Pero me falla en lo más pequeño, las batallas 1 vs 1 o en entornos más cerrados no están tan logradas. El sigilo es paupérrimo, y usar vehículos es mucho menos interesante que manejar a Alex. Con la historia tan interesante y las ideas que plantea, éste es de los pocos juegos de los que me gustaría ver un remake. Hay potencial acá.

Parece que hubo un concurso para hacer el AAA más genérico posible y Blend Studios puso todo de sí para ganar.

La idea de que Travis quiera ponerla a toda costa, y empiece a asesinar a otras personas sin cuestionarlo, debería servir como precedente a lo que nos vamos a encontrar. Es un juego con muchisimo estilo y diría que hasta carisma, si no fuera por que a este punto ya no tolero tanto las japoneseadas ni los chistes sacados de un anime ecchi.
El juego parece mucho más profundo de lo que es en su combate. Te presenta ataque altos, bajos, guardia, esquive, patadas, ataques cargados, y al final todo importa poco. Los enemigos nunca terminan de forzarte a nada. Son 3 o 4, con alguna variación, pero la forma de afrontarlos es muy similar. Los niveles empiezan siendo copados, cada uno tiene su estilo, y alguna gimmick o tontuna para variar un poco. Como el instituto, donde los enemigos llevan antorchas y toca apagarte con un extintor si te golpean para dejar de sufrir daño. Aún así llega un punto donde el propio juego se rinde, y en la segunda mitad cada nivel empieza a volverse un pasillo (de forma literal más de una vez), sin aprovechar el entorno ni las distintas combinaciones de enemigos para nada. Al final del nivel está nuestro objetivo a asesinar, lo cual me pareció de lo mejor del juego. Son enemigos memorables y que se diferencian unos de otros.
Podría quejarme de la conducción, la cámara, las tiendas, pero a mi parecer No More Heroes falla en cosas más fundamentales. Tras dar muerte a un objetivo, el juego presenta un cambio de ritmo para relajarnos en la ciudad, con la excusa de necesitar plata. Ahí toca hacer trabajillos más mundanos, con el estilo bizarro que caracteriza el juego. Estos momentos me gustaron, hasta que el juego te empieza a poner más minijuegos de combate, pero con pelotudeces como límite de tiempo, o un pixel de vida esta vez. Encima los escenarios y layout de enemigos totalmente reutilizados. Y son misiones que hay que repetir más de una vez. Ahí me falla No More Heroes, creo que podría hacerme el boludo con todos sus fallos y podría quedarme gustando. Pero en cuanto los supuestos momentos relajados, son en los que más enemigos mato y más desafío encuentro, es cuando tengo que admitir que los fallos son evidentes.
Spoilers: Tras todo esto, el nivel y jefa final me gustaron una banda encima. De repente empiezan a romper la cuarta pared como locos y todo se vuelve una fumada increible.
Y para rematar, te ponen a un Vergil como true final boss que repite 4 patrones chotos, es re predecible y fácil. Encima el juego se mofa de lo estupido y salido de la nada que es todo, como si eso lo justificara. No se si porque ya llevaba mucho tiempo seguido jugando y sentía que ya estaba alargandose mucho, pero tampoco me importó mucho, como casi nada en el juego la verdad.

No se que pueda decir para hacerle justicia, aparte de recomendarlo con toda fé.
Lo que si voy a decir es que, o por como funcionan los dialogos, como están distribuidos por la pantalla o por cómo el juego trata el movimiento, genera una experiencia donde nos la pasamos recorriendo toda la pantalla con la mirada y no podemos pausar a reflexionar. Con decisiones tan inmediatas y constantes, donde por momentos sentía que el juego me hablaba directamente. No podía hacer otra cosa que "crear" con mis respuestas la historia más idílica posible.
Sobre el epílogo ¿que más decir? de las resoluciones más duras que puede haber.

Doesn't reach five stars because it has the most static clocktower level I have ever played. Enemies don't even move in medusa head's pattern.

Es brillante lo bien trasladada que está la legión Alfa a un juego de cartas.

Esperaba un juego de terror. Terminé con una fuckeada emocional.

Noto buenas intenciones, me parece que tiene valentía el juego con lo que propone. Pero desarrolla todos los conflictos con un "press F to pay respect" constante. Y en los casos menos malos, con minijuegos pedorros.
La estética del juego es engañosa y sólo me resta, muy preciosista todo, con música indie en las radios y una onda wanna be punk que no llega ni a la R de "rebeldía".
Hay momentos que me gustaron igual, no todo es malo. Algunos personajes están bien y hay situaciones que general algo. Aparte el juego sabe camuflar sus limitaciones y hacer creer que es mucho más grande de lo que es realmente.
Me da pena que no funcione porque va a servir como combustible para los tontos de siempre de que la política no debería "infectar" los videojuegos. Pero por desgracia en cómo está tratada en éste prefiero mirar para otro lado y seguir esperando otra experiencia con más carácter.