Su extensión asfixia lo poco bueno que tiene, evidenciando lo repetitivo y desinspirado en todos sus aspectos. Pasar de la serie Arkham a esto es testimonio de la actualidad de la industria; basta de juegos como servicio.

Me encanta que un ARPG se distancie tanto de las convenciones más extremas del género, pero lo que plantea en oposición no se mantiene. Incluso antes de terminar la campaña principal ya se sentía como una experiencia floja.

La inclusión de la canción "Power" de Kanye West ejemplifica el espíritu del juego de manera perfecta. Poder descontrolado y absurdo representado a través de una sátira completamente alocada.

Debe ser la mejor sátira metavideojueguil sobre la fantasía de poder. Parte de algo muy continuista con respecto a su predecesor, pero gradualmente altera la experiencia hasta convertirse en algo completamente superior.

Carismático reciclaje, breve y divertido. No se puede pretender mucho de esto, pero aún así tiene aspectos interesantes, especialmente en lo que respecta a la mecánica de vuelo.

Obra maestra sobre el choque del hedonismo y el nihilismo, del ego del individuo y sus ambiciones. Jamás imaginé encontrar una obra de este poderío autoral en el medio. No conocía el trabajo de Suda51, qué maravilla.

Es demasiado repetitivo, pero el concepto es bastante divertido. La economía que plantea está desbalanceada, al punto de que las mejores partes del auto se consiguen recién una vez completado el juego al 100%.

Tal vez estuve muchos años inflando las expectativas por opiniones de otras personas. El caso es que no me parece un juego extraordinario; su narrativa es potente, pero el punto de la historia es exiguo.

Beat 'em up con una marcada identidad. Proporciona una variedad interesante en el gameplay de cada nivel. Perfecto para una tardesita.

Frustrante en ocasiones debido al nivel de perfección que exige, pero altamente satisfactorio cuando todo fluye. El diseño de los niveles es excelente, funcionando tanto en términos de gameplay como de expresividad.