Precioso rol de estrategia con un fantástico sistema de combate.

El ir ajustando unidades, probando distintas combinaciones y ver que luego eso tiene resultados en combate lo hace muy satisfactorio. Siendo tan complejo y profundo, es de agradecer que, la mayor parte del juego, la dificultad esté bien ajustada para que las misiones sean disfrutables sin que se vaya muchísimo de madre. Aunque, si bien el equilibrio está logrado, en algunos tramos tiene dificultades para que la progresión no se desestabilice, llegando a veces a ser un paseo.

Se nota que el estudio estaba interesado sobre todo en hacer una experiencia de estrategia, ya que han incluido incluso un multijugador asíncrono. Lo cual hace que tampoco se pueda uno enfadar mucho por la parte narrativa, que es con diferencia el aspecto más flojo del juego.

Hubiese preferido poder pasar más tiempo conociendo el mundo y a algunos personajes a cambio de no tener la opción de poder librar partidas competitivas, pero en Fevrith no llueve al gusto de todos.

Sigue siendo increíblemente satisfactorio moverse. Insomniac sigue revalidando el título de estudio en mejor forma de Sony, aunque en mi opinión esta secuela, aunque mejora a la anterior en todos los apartados (aunque el guion me parece bastante flojo), sigue sin querer despuntar a algo más que el juego de mundo abierto formulaico. Tampoco es que tenga la necesidad de ser más que eso, pero no he podido evitar buscar algo más.

Tener la licencia de Spider-Man es un gran poder, y ya sabéis lo que eso significa...

Un tesoro de juego.

Historieta simpática contada a través de cuatro adorables personajillos. Mediante toma de decisiones iremos avanzando en las historias de estos personajes desbloqueando finales.

Todos estos finales le dan sentido al título ya que son finales trágicos, y tendrás que seguir desbloqueándolos para ver si puedes cambiar el destino del grupito.

Me ha encantado las sorpresas que se guarda y el final.

Otra prueba más de que el potencial de las visual novel es infinito.

Exquisito puzzle con una bellísima ambientación. Impresiona ver cómo se pueden diseñar puzzles que son divertidos de resolver y con cierta complejidad sin necesitar si quiera diálogos o texto.

Me ha parecido una experiencia muy relajante con algunas escenas evocadoras, de duración justa y un apartado técnico pulido.

Soberbio.