La bruja ha vuelto en una tercera entrega más grande y ambiciosa, con todo lo que eso conlleva.

Ahora el protagonismo se lo llevan los demonios, a los que puedes invocar en mitad de un combo, para finalizar con un último golpe devastador, o para hacer parry a ciertos ataques en los que mandas al enemigo a volar. A nivel gameplay me sigue pareciendo brillante en sus mejores momentos, el problema es que estos mejores momentos son menos frecuentes que en anteriores entregas por culpa de varios inconvenientes. La cámara contra la mayoría de enemigos gigantes no es todo lo precisa que debería en un juego donde estás todo el rato intercalando entre los ágiles combos de la bruja y los masivos ataques de Gomorrah y compañía. Tampoco ayuda la baja resolución que tiene el juego y la baja definición que hay en general de los elementos en pantalla, si todo tuviese otra escala no sería un problema tan grave, pero aquí constantemente te estás viendo a tamaño reducido y dificulta bastante algunas esquivas.

No solo los enemigos y demonios son gigantes, también los escenarios han aumentado de tamaño, intercalando las partes más de acción con secciones de exploración y plataformeo que no se sienten demasiado inspiradas y que hacen que me aburra un poco esperando al siguiente combate. No siento que agrandar las partes donde no estás combatiendo en un hack and slash, a cambio de puzzles sin mucha gracia, sea un cambio que se agradezca.

No todo es malo, valoro mucho que hayan querido experimentar con una saga ya asentada, y más en una entrega que ha costado mucho traer, es un enfoque bastante valiente. No solo pongo en valor la intención, porque los cambios funcionan. El ir experimentando con las muchas y variadas armas del juego y con los distintos demonios, enlazando combos con las habilidades de los gigantes, es bastante satisfactorio. Cuando todo está en su sitio y funciona, cuando golpeas a un enemigo con dos yoyos, luego te lanzas hacia él tirando de los hilos, cambias de arma a unos abanicos que generan un tornado que impulsa hacia arriba al enemigo para que le esté esperando arriba Lady Butterfly y que de un puñetazo mande al enemigo al suelo para que puedas rematarlo con un taconazo clímax, hace que te recorra un escalofrío por la espalda pensando que esto es lo mejor. Los momentos en los que se empaña un poco la experiencia, se acaban haciendo más llevaderos cuando vas entrando en el flow, aunque esta vez tengas que poner de tu parte para acostumbrarte a imperfecciones que quizás no estarían ahí con un poco más de resolución y un poco más de pulido a la cámara.

Por la parte de la historia y sin entrar en spoilers, quitando el final donde hay algunas partes de fan-service que me han sacado alguna sonrisa, creo que es una bastante floja. Muchos personajes importantes apenas se desarrollan hasta el final, y no me gusta nada lo que le han hecho al personaje de Bayonetta, donde en las últimas cinemáticas se sale de guion y se convierte en una versión desdibujada de sí misma, lo peor de la historia en mi opinión.

Donde sí que creo que no hay salvación, es con Viola. El personaje que supuestamente será el que lidere la nueva generación de Bayonetta y que aquí aparece en tres pantallas en las que corta bastante el ritmo debido a que su combate no es tan divertido como el del personaje que le hace sombra. No aporta nada, es un personaje con un solo arma cuyo movimiento más importante es un parry impreciso que es lo que activa el Tiempo Brujo, que tiene a Cheshire, su gato demonio mascota que vive en su espada, espada que pierdes cuando lo invocas. Es lenta, imprecisa, incómoda, y a nivel de historia parece que va a ser un personaje importante pero acaba sintiéndose un pegote. En futuras entregas probablemente volvamos a verla y esperemos que le hagan algunos retoques, porque el listón con Bayonetta está demasiado alto.

En general es un juego que me ha gustado bastante y creo que me irá gustando más en el futuro, cuanto más lo rejuegue y entre en sus dinámicas de puntuar más alto y completar retos y desafíos.

Como primera experiencia puedo decir más o menos seguro que creo que es el peor Bayonetta, pero eso es simplemente un juego muy bueno.

En Hi-Fi Rush encarnamos a Chai, un pringadillo que se presenta voluntario en el programa Armstrong de la compañía Vandelay, que consiste en implantes para mejorar capacidades físicas. En su caso, espera poder mejorar su brazo, que parece que tiene algún tipo de lesión.

La cosa es que en mitad de la instalación de su nuevo brazo, fruto de una serie de casualidades e imprevistos, acaba fusionándose con su reproductor de música y recibiendo una serie de poderes musicales que hace que todo lo que le rodea le siga el ritmo.

Esto no es otra cosa que la excusa narrativa sobre la que se asientan las mecánicas de un juego que mezcla dos géneros que, a priori, no tienen mucho que ver, pero que cuando van pasando las horas te das cuenta que están hechos el uno para el otro. Como ya hizo Crypt of the NecroDancer, la idea es mezclar un juego de ritmo y adaptarlo al combate, en este caso el combate de lo que bien podría ser un pariente de Devil May Cry.

La premisa es interesante, pero lo sorprendente es que en Tango no solo se quedaron a gusto con la idea inicial, sino que se han volcado para perfilar todos los aspectos de un juego que a los pocos minutos a los mandos ya se siente como una experiencia refinada y pulida. A medida que avanzas por los escenarios, se puede apreciar como todos los elementos del escenario se mueven en sintonía con Chai. Unos escenarios, al igual que los personajes, presentados con un estilo Cel Shading precioso que me trae recuerdos de la era PS2. Y no sólo en los gráficos, la estructura del juego se divide en; arenas de combates cerradas llamadas ‘Estribillos’, en las que aparecen una serie de enemigos y recibimos una puntuación (dependiendo de cuántos puntos de combo hemos hecho, cuánto tiempo hemos seguido el ritmo y lo que hemos tardado en acabar) al más puro estilo Bayonetta, y en áreas de plataformeo cerrado que pueden recordar a experiencias como Jak and Daxter.

Las animaciones son muy fluidas y algunas de ellas de una finura sorprendente viniendo de la primera iteración de un juego de este estilo del estudio, aunque estoy seguro de que en Tango hay mucho ex-Platinum. En cuanto al sistema de combate, el punto quizás más importante para un género como este, tampoco se han quedado cortos. En las aproximadas 11 horas que dura la aventura, el juego va poco a poco incluyendo mecánicas de todo tipo, variadas y que se sienten frescas, y es que hay de todo: ataques para mandar al enemigo a volar y empezar combos aéreos, ganchos para acercarse que aportan mucha movilidad, dashes, parrys, y todo ello implementado al unísono en el baile sinfónico en el que resultan los combates en este juego. A medida que vas entrando en el flow, vas jugando cada vez mejor, y empiezas a combinar combos más complicados mientras gestionas a los distintos enemigos, que para la duración que tiene el juego, son bastante variados (blindados, voladores, bestias rápidas, samurais, …).

Especial mención a los compañeros, que puedes invocar en mitad del combate para que te ayuden con tipos especiales de enemigos, y para moverte por los mapas. Este grupito se irá llenando poco a poco durante la historia de personajes que por una cosa u otra se han visto perjudicados por la actual dirección de la compañía Vandelay, antaño próspera y útil para la sociedad y que actualmente solo está centrada en vender y en desarrollar una IA para controlar las mentes de los usuarios del proyecto Armstrong.

La historia es una aventurilla simpática conducida por un protagonista que, sin tener un diseño súper carismático, tiene una personalidad divertida basada en la seguridad en sí mismo y en ser básicamente Fry de Futurama. El sentido del humor de toda la obra con sus chascarrillos y sus chistes malos me parece que entra bastante bien con el tono del juego. He detectado varias puyitas al desarrollo de videojuegos y a las corporaciones AAA que me han sacado una sonrisa sincera (los robots que pueblan los mapas son bastante graciosos) y tiene algunos momentos genuinamente increíbles coincidiendo con las mejores canciones del juego.

Donde quizás más me falla es en la banda sonora, y me explico; es efectiva para el propósito del juego, tiene unos tempos muy marcados que hacen que sea sencillo seguir el ritmo en el combate, sobre todo en momentos en los que te ves rodeado de enemigos, y se agradece que sea así. Pero luego en las zonas de plataformeo cuando ya estás más libre y te paras a escucharla, se siente como que no es especialmente memorable, al menos las canciones originales compuestas para el juego. Luego hay partes como las que he comentado antes que tienen algunos temas de The Prodigy o Nine Inch Nails que dan bastante poder a las escenas.

Si sumas todo, Hi-Fi Rush es una experiencia bastante redonda que planta una semilla con bastante carisma como para volver en el futuro, con unos personajes a los que se le coge cariño en un grupo variopinto y un gameplay sólido y divertido que se siente fresco. Si la industria aún tiene sitio para este tipo de experiencias, entonces significa que algo se está haciendo bien en esos edificios enormes con gente encorbatada.

Hi-Fi Rush se publicó por sorpresa y eso quizás pueda hacer que pienses que es un simple telonero de 2023, pero estás totalmente equivocado, lo nuevo de Tango es por derecho propio una auténtica estrella de rock!

De momento drop.

La ambientación es preciosa, pero el guion me está destruyendo por momentos y el gameplay no me lo está consiguiendo levantar. Esperaba bastante más.

Siendo justos, cuando ya vas con tu build bien preparada, mejora muchísimo.

Sigue teniendo ideas de bombero y se pasa de frenada más de lo que debería aun así, pero le he acabado cogiendo cariño en esta rejugada.

Primera vez que juego los DLC y desde luego que la fama que tienen está justificada. Sin ser tampoco una maravilla, es mucho mejor de lo que recordaba.

Aventura de exploración muy comfy ambientada en el mediterráneo, con un bonito mensaje ecologista.

Wholesome overload

2021

Una agradable experiencia de fotografía en la que hacemos un viaje para contemplar el fenómeno TOEM mientras vamos pasando por distintas localizaciones ayudando a sus comunidades mientras chilleamos y hacemos puzzles.

Una joya del comfort.

No le tenía muchas ganas al remake porque me pasé hace poco el original. Y joder, es que es Resident Evil 4, entonces no pude evitar pensar en lo poco necesario que me resulta el remake.

Tengo muy presente el juego de 2005 por lo revolucionario que me pareció en su momento. La variedad de enemigos, situaciones, set-pieces, lo hacían tremendamente fresco, todo ello sumado al inusual uso de la cámara para un juego de acción de este estilo en la época. Cámara que luego sería usada en prácticamente todos los blockbusters triple A en adelante.

En cuanto al Remake, pues principalmente tengo dos problemas; el primero se llama Resident Evil 2 Remake, cuando hice hace años el experimento de jugar a los juegos originales para luego ver los cambios de los remake, me sorprendió lo divertido que aun se sentía jugar al Resident Evil 2 original, pero cuando jugué el Remake, me voló la cabeza. La ambientación de la comisaría con los gráficos actualizados (aún no había jugado muchos juegos con RE Engine), y la vuelta que le dieron al terror (en el original prácticamente no pasé miedo, pero en el Remake estaba siempre en tensión), hicieron que fuese una experiencia increíble el jugarlo, me acabó gustando mucho más que el original.

El estándar que me creé al haber jugado al 2 Remake, jugó en detrimento tanto de Resident Evil 3 Remake como de Village, y aquí me ha vuelto a pasar lo mismo. Si bien es cierto que creo que este es quizás el que más se le acerca, no dejo de pensar en que me siguió chocando más el 2 como remake.

El otro problema que tengo es el propio juego original, tan insuperable en mi cabeza, que lo he tenido presente durante toda la partida. No puedo evitar pensar que todos los grandes momentos que he tenido jugando son gracias a lo bueno que trae de base el pegarse a su referente de 2005. Sin embargo esto no quiere decir que no se hayan mejorado cosas, hay momentos puntuales donde he sentido que aquí lo han clavado mejor; los Regeneradores, los Garradores, toda la parte de la Isla (es la peor parte en ambos juegos), etc.

Pero creo que nada de lo que introduce nuevo tiene argumentos suficientes como para elevar el remake por sí mismo. De hecho, se han modificado algunas partes del combate del clásico y para mi gusto a peor. Ahora los enemigos son bastante más resistentes a los primeros disparos, lo que hace que disparar a una pierna o a la cabeza no siempre dispare la oportunidad para lanzar un remate. Entiendo que esto viene motivado por la decisión que han tomado de que ahora los enemigos deben acercarse más, para poder utilizar el parry, la nueva mecánica estrella que, aunque está bien, no deja de ser bastante más situacional de lo que parece, y de hecho hace a algunos enemigos bastante más triviales, como el Doctor Salvador. Hay algunos enemigos como los Regeneradores mencionados anteriormente que están bastante mejor, y algunos jefes como el boss final me han parecido mejores, aunque creo que no me termina de compensar el que ahora los ganados sean más resistentes.

En general creo que es un juego increíble que ha despertado pasión, una pasión que comprendo y hasta cierto punto comparto. Pero a mi particularmente no me ha sorprendido tanto como el Remake del 2, quizás es porque vivo obsesionado con el original, un juego que ha resistido el paso de los años y que quince años después se niega a quedarse obsoleto, ni aunque sea él mismo el que venga a quitarle el trono.

Definitivamente, lo ha logrado.

Tremendísimo plataformas escondido bajo una estética shitposting.

Mi hombre, Peppino Spaghetti.

Mientras espero a una fecha, siempre viene bien tener un juego comfort

Empieza la saga que le daría de comer a From durante más de una década, antes de que empezasen a ponerse místicos con las hogueras y la tristeza.

Frenético y ambicioso para la época.

Los controles son lo que volvieron loco a Artorias.

Aunque se siente que iba a ser el auténtico primer paso de la saga, salió el segundo.

Se agradece una historia como tal pero el gameplay es 1:1 al primero con algunos cambios. Debería haber jugado primero este. Una pena.

Me gustaría tener unas palabritas con el alien verde.

Fantástico juego sobre estafar a ricos jugando a las cartas mientras les sacas información para avanzar en una trama de misterio, ambientada en un periodo histórico muy interesante, con un apartado artístico exquisito.

Aunque la historia no atrapa hasta los giros finales, el juego tiene mérito en enganchar solo mediante las mecánicas. Avanzas aunque solo sea por aprender otro engaño y añadirlo a tu arsenal.

He echado en falta un log para leer las conversaciones al completo y que algunos trucos solo se vean una vez durante la historia da cierta sensación de linealidad y falta de libertad a la hora de plantear las partidas, aunque es comprensible debido a que los capítulos son cortos y el juego está guiado más por la historia que por las propias partidas.

Pero a pesar de todo la meta de mostrar la belleza del noble arte de la trilería la consigue indudablemente.

La mentalidad de tiburón buena.