Si nos basamos en lo jugable, es muy buen juego. Introduce nuevas mecánicas como los cuchillos o la captura de generales, que a mí me gustan y me parecen interesantes. La personalización del castillo es curiosa y las distintas clases, culturalmente separadas entre los dos grupos en conflicto, es interesante e inmersiva.
Como juego es muy decente.
Pero lo que le hicieron a la historia es criminal.
Tener una epopeya épica describiendo la guerra entre estos dos grupos, partirla entre tres capítulos distintos, y pegarla malamente, y dejarte todavía información fuera... No sé, me desagrada mucho. Además de lo feo que es intentar vendértelo como 2-3 juegos distintos como si fuese un Pokémon. Me parece horrible.
De estas decisiones luego salen errores que vemos en 3 Houses.
Tampoco les perdono que Scarlet no tenga apoyo con Ryoma cuando deberían estar casadísimos.

Pero mira, por lo menos se disfruta.

Si nos basamos en lo jugable, es muy buen juego. Introduce nuevas mecánicas como los cuchillos o la captura de generales, que a mí me gustan y me parecen interesantes. La personalización del castillo es curiosa y las distintas clases, culturalmente separadas entre los dos grupos en conflicto, es interesante e inmersiva.
Como juego es muy decente.
Pero lo que le hicieron a la historia es criminal.
Tener una epopeya épica describiendo la guerra entre estos dos grupos, partirla entre tres capítulos distintos, y pegarla malamente, y dejarte todavía información fuera... No sé, me desagrada mucho. Además de lo feo que es intentar vendértelo como 2-3 juegos distintos como si fuese un Pokémon. Me parece horrible.
De estas decisiones luego salen errores que vemos en 3 Houses.

Pero mira, por lo menos se disfruta.

¿Qué es Persona 4?
Persona 4 es buen rollo, es ese sitio al que siempre puedes volver para pasarlo bien, despreocuparte y recordar buenos momentos.
Por tanto, Persona 4 Bailes es un paso (je) natural en su desarrollo. ¡Y tremendo cumbión! Todos tus temas favoritos, al estilo de juego de los Project Diva, con remezclas bien perronas y agradables para vivirlo a saco.
Un juegazo que me da todo lo que yo necesito.
En historia, te dan a entender que ocurre después de los eventos del P4 Peleas, pero aporta poco a la trama, sólo necesitas saber que tus pjs favoritos vuelven a salvar el mundo, esta vez con el espíritu del ritmo racatanga en sus venas.

Está lleno de bugs, y algunos DLC no están bien equilibrados.
Pero me encanta el mecanismo procedural de historias, que no sólo te da objetivos a corto plazo, sino que también te permite mezclar la Estrategia con un juego de Rol. La personalización de unidades es fantástica para mejorar y diversificar a las unidades que desbloqueas, y las distintas facciones tienen mecánicas únicas y muy interesantes.

Tengo MUCHAS ganas de un Endless Legend 2 que pula todos los fallos, equilibre las facciones y el progreso tecnológico. Tienen muy buenas ideas y deseo verlas bien pulidas.

2º juego que más me gusta de la trilogía.
Yo no pensé que XIII necesitase secuelas porque pensé que ya cerraba lo suficientemente bien. Sin embargo, creo que este juego cierra muy bien la trama que el segundo juego dejó a medias.
Pasamos de tener un equipo a llevar un único personaje que tiene que salvar el mundo por su propia cuenta, con tiempo límite, pero en ciclos eternos. La idea es que fallemos al intentarlo, y regresemos al principio conservando las mejoras y estadísticas obtenidas, facilitándonos el trabajo, hasta que podamos vencer a todos los jefes y resolver todos los problemas en el tiempo que se nos ofrece.
Está interesante y no se me hace tan pesado como el 2º, a pesar de cambiar el estilo de juego de forma tan radical.

El sistema de endeudar turnos es muy interesante, y he visto vídeos donde la gente le saca provecho con mucha facilidad.
Sin embargo, a mí no se me ocurren esas estrategias por mi cuenta, así que sufrí un poco con varios jefes y combates opcionales.
La trama está curiosa, mas no le perdono que, por seguir el sentido común, desbloquease antes de tiempo el final secreto "malo", y luego tener que aguantar varios capítulos de los protas siendo papanatas hasta llegar al final verdadero. Me dio rabia.
Sigue siendo un muy buen juego.

Un Beat'em up muy "clásico", con distintos personajes con habilidades propias para que juegues con tus amigos con el estilo que más te guste.
Hace gala del increíble apartado visual de Vanillaware como es costumbre de la casa, salido como la copa de un pino, también costumbre de la casa, pero también como una carta de amor a los años de historias de aventuras de Dragones y Mazmorras, y en concreto del Shadow over Mystara.

Un juego divertido, espectacular, con mecánicas interesantes y que recomiendo probar.

De mis juegos favoritos para siempre.
No es sólo que las mecánicas RPG funcionen bien, que el cómo aborda la muerte para que no tengas un Game Over me parezca novedoso, el sistema de críticos interesante y la dificultad proporcional. O que tenga una banda sonora BRUTAL.
Creo que es la inmersión.
La historia de las distintas facciones, humanas y sobrenaturales; la gente, viviendo su día a día, sus preocupaciones, sus sueños y esperanzas; las subtramas, con las hadas, los dioses olvidados, el caballero carmesí...
Me han llegado hondo al corazón, me he sentido dentro y escuchándoles en persona de las cosas que les preocupan y las cosas en las que creen.
Es un juego que me encanta y me ha dejado marca. Ojalá más gente lo disfrute.

Está MUY bien PERO también está a medias.
Es un juego de grandes ambiciones pero incumplidas.
Implementa muchas mecánicas interesantes, como el entrenamiento en clase, el calendario...
Aparece una opción de llevar contigo "Batallones", tropas que ayudan a tu unidad con mejores estadísticas y un par de acciones tácticas que pueden afectar a más de una casilla a la vez, lo cual complementa la inclusión de los Monstruos, unidades poderosas enemigas de gran tamaño, que tienen "barreras" que los vuelven más frágiles si las rompes, ¡y es más fácil romperlas si atacas a más de una casilla a la vez con los batallones!
Presentan un mundo interesantes con varias naciones soberanas, cada una con su historia y sus tramas propias, pero sólo vamos a ver 3 (y se nos menciona Almyra): Adestria, Faergus y Leicester, las facciones dominantes de Fódlan. Cada una tiene su geografía y su historia propios, lo que le querría dar personalidad, pero también tiene unas casas nobles y politiqueos que, tristemente, se quedan en nada. (Casi)Todas las familias se reducen a "Esta es tu unidad. Tiene un padre y una madre de la Familia Nosequé, y no importan porque jamás les vas a ver la cara y sólo te contamos la historia inmediata que afecta a este personaje."
El único lugar que vamos a deambular donde podemos apreciar su vida y costumbres es la Catedral, la base del juego, donde te abasteces y relacionas con tus personajes. Como tiene visitantes de todo Fódlan, te ayuda a enterarte de cosas de todo el país, pero se queda en eso, en comentarios de oídas. Eso no quita que la base tenga encanto. Aunque tristemente se nota que le faltan más áreas y mecánicas que le querían meter; paseándote por sus pasillos, jardines y barracones y hablando con sus gentes, se vuelve más inmersivo.
Desde el principio debes escoger una facción a la que unirte, y eso te vincula a alguna de las 4 rutas disponibles, lo cual hace que haya bastante rejugabilidad, pero te obliga a revivir desde el principio muchas escenas comunes si quieres ver el resto de rutas.
Las rutas son... Interesantes, cada una explora un grupo de personajes y unas tramas con unos temas curiosos, y en cada ruta se te desvelan detalles importantes de la trama general del mundo.
Pero están mal hechas, se siente como que le encargaron cada ruta a varias personas distintas, que no han hablado entre sí al escribirlas, y han juntado los deberes sin mucho cuidado para el trabajo final. En una ruta, un personaje tiene unas convicciones férreas y una personalidad de un tipo, y si juegas otra ruta, esa personalidad es distinta y la convicción se fue por la ventana. En una ruta, una persona tiene un trauma profundo, en otra está como una rosa. En definitiva: Falta cohesión. Están muy bien cada ruta como historias separadas, pero saben raro en conjunto, porque te mandan mensajes confusos.

Al final, quiere ser una grandísima obra con una historia riquísima y compleja, con muchos agentes políticos distintos, muchas facciones actuando a la vez que tener en cuenta, giros de trama sorprendentes, logística, cultura, temas serios como la religión, el deber del poder, la violencia que nos deshumaniza, el internacionalismo y la diplomacia... Y se queda corto, porque le faltan 2 o 3 años para terminar de perfilar la trama e implementarla en un buen ritmo.
Sin embargo, eso no impide que sus gentes, sus deseos de paz, los pasillos de la academia catedral y las aventuras que tenemos en esta entrega de Fire Emblem me enamoren.
Me ha gustado mucho. Me apena mucho no verle ser el juego que desea ser, pero le quiero.