Demostró que caminar y disparar al mismo tiempo no hubiera afectado la tensión en Resident Evil 4/5 y su combate con enfoque en descuartizar enemigos lo hizo diferenciarse de su inspiración. Uno de los mejores juegos de acción y horror.

Origins fue el inicio de la tradición de copiar a SH2 con protagonistas con memorias traumáticas reprimidas que afrontan la verdad gracias al pueblo de SH. Alessa pasó de ser una víctima con poderes sobrenaturales, a ser una niña malvada vengativa (Lisa y Kaufmann también son personajes totalmente distintos). Los escenarios son excesivamente grandes y vacíos y es molesto recorrerlos con la muy limitada stamina de Travis. El billón de armas degradables y QTEs también fueron una pésima adición.

Lo único bueno de esta abominación arcaica es su dirección de arte, jugarlo es una tortura. El jefe final es cáncer puro, de no ser por el quick save/load no hubiera tenido la paciencia para vencerlo.

Me gusta su atmósfera y worldbuilding. A los enemigos les falta variedad, pero los plásmidos hacen que el combate no se vuelva aburrido. El minijuego de hackeo se vuelve un tedio muy rápido y el jefe final es decepcionante.

Su mundo tan interconectado es algo que no volvimos a ver en sus secuelas y si contamos su DLC tiene algunos de los mejores bosses de la saga. Lástima que las últimas areas del juego bajan mucho en calidad (sobre todo Lost Izalith).

Leon y Claire son más interesantes que los estoicos y aburridos Jill y Chris y el Zapping System le da más rejugabilidad. Por otro lado aunque la comisaría es tan disfrutable de explorar como la mansión, el resto de escenarios son muy lineales. Incrementaron el número de enemigos, pero mientras que en RE1 un zombie era motivo de preocupación, aquí aumentaron tanto la cantidad de recursos que fácilmente puedes matar a la mayoría de enemigos y terminar el juego con munición de sobra.

La atmósfera y ambientación se sienten más como Black Hawk Down que como RE, pero la tensión sigue ahí. Su gameplay es básicamente RE4 ideado para cooperativo y esa es la mejor forma de jugarlo. Es uno de los RE más serios en cuanto a tono, pero el factor camp sigue vivo gracias a Wesker que tiene una última aparición muy memorable ("7 minutes" y "complete global saturation" son memes nivel "Jill sandwich").

La única razón por la que probé este juego es porque me lo dieron "gratis" con PlayStation Plus. Es un plagio mal hecho de Dark Souls en el que lograron que mover a tu personaje se sienta peor que en DS2 (más lento y torpe). También tiene una cámara horrible que no para de sacudirse, supongo que para aumentar la inmersión pero lo único que logra es ser una molestia.

2017

El combate melee es más complejo que en los Souls y puede ser muy disfrutable, pero tiene una dificultad muy artificial. La idea de dificultad de este juego es hacer esponjas de daño que te matan de 1 golpe si no has grindeado para ser del nivel requerido que te indican en el mapa. Los niveles son muy similares, parecieran ser generados aleatoriamente por computadora. Tampoco me gustó el loot a lo Diablo que te hace perder el tiempo en el menú buscando la mejor versión entre 500 armas.

Tiene los controles más toscos y los fondos pre-renderizados más feos de los RE de PS1 (el propio Mikami dijo que envejeció mal), pero sigue teniendo el mejor diseño de nivel y equilibrio de recursos, con apenas lo justo para sobrevivir. Remake lo supera en todo sentido, pero el original tiene un cierto encanto, en buena parte gracias a su voice acting legendario.

Es minimalista tanto en gameplay como historia, simple pero con una muy buena ejecución. Mezcla muy bien una atmósfera de melancolía y soledad con una de epicidad y aventura gracias a su excelente dirección de arte y música. Escalar un coloso o simplemente montar tu caballo es espectacular y cinematográfico. Es hartante que sea casi el único ejemplo que la gente usa de que los juegos son arte, pero tienen razón, Shadow of the Colossus es arte.

Después de BotW tiene el estilo artístico que más me ha gustado en un Zelda. Mejoró mucho su gameplay respecto a sus antecesores y tiene muy buenos calabozos. Las fallas más grandes de este juego son la fetch quest de la Trifuerza y que su mundo abierto tiene muy poco que ofrecer. Hay pocas islas y la mayoría de los cofres contienen la misma recompensa (rupees).

Muy corto y un robo de parte de Konami venderlo por separado, pero este juego era la promesa de lo que pudo ser MGSV. La historia de venganza era prometedora, el gameplay el mejor de la saga. Lástima que Kojima sólo nos trolleo con todo lo de Skull Face y forzó el mundo abierto en lugar de seguir con niveles tan bien hechos como el centro de detención de Ground Zeroes.

Más opciones tácticas, IA enemiga mejorada, mayor interacción con el entorno, atención al detalle y una trama con temas importantes (y relevantes). Lo malo: Big Shell es un escenario gris, repetitivo y aburrido, la historia tiene un ritmo atroz por la exposición (llamadas codec eternas), las secciones bajo el agua no son divertidas (añade además una misión escolta) y la pelea con los Metal Gear RAYs es larga y tediosa, debieron darles más de 3 ataques para hacerlo interesante.