Es una pena que, siendo tan potente visualmente y Rivet tan encantadora, el guion esté escrito con tanta desgana (podrían haberse fijado del todo en la peli de Phineas y Ferb y al menos lo de Nefarious estaría mejor rematado)
Sin duda uno de esas obras excepcionales a partir de las cuales el videojuego puede presumir de ser un medio artístico de primera categoría, autónomo y bellísimo.