30 reviews liked by John_Brennan


Bloodborne es probablemente el videojuego con el que más he desarrollado una relación conflictiva en toda mi vida. He pasado de amarlo y defenderlo a capa y espada, a que me generen dudas varias de sus decisiones, encontrándome ahora mismo en un punto donde no sé realmente qué pensar del mismo. Quizá escribir esto ayude a dilucidar algunas cosas.

Algo que sí sé es que el juego no es ni la cuarta parte de lo valiente que se ha intentando pretender que es. En muchos sentidos diría que, incluso, es quizá el más cobarde de los Souls junto a Dark Souls III. Nada de lo que hace genial le es particularmente propio, mucho viene heredado de Demon's Souls de cara a sus pretensiones arquitectónicas, que se ha buscado instalar como novedad porque tanto Dark Souls 1 como 2 habían pasado en mayor medida de ello, con muchas de sus decisiones más atrevidas, sobre todo las que buscaban sustraer para generar una impresión más pura, quedándose a medias porque no vaya a ser que se distancie demasiado de los títulos previos.

Yharnam es un lugar fantástico por el que recorrer, pero la obsesión monocromática con una idea muy vencida y gastada del gótico inglés con corte victoriano (estética que a día de hoy no podría ser más impersonal dentro del medio) permea muchísimo la visión de conjunto, volviéndola en un lugar relativamente redundante que apaga su excelsa construcción de ciudad. Inclusive su otra variedad colora, la de los sueños, peca de una uniformidad conceptual que se acurruca demasiado cómodamente en estereotipos del terror cósmico, temiendo salir de solo abrazar las ideas más esenciales del género (temáticamente sabiendo hacer muy poco nuevo más que ser Dark Souls pero relativo a la dicotomía sabiduría/locura) y optando por no mover el terreno en prácticamente ningún frente, ni siquiera proponer algo, solo reverberar más de lo mismo que lleva cien años escribiéndose de Lovecraft y sus sucesores, "pero con estilo Souls."

Inclusive muchas de sus innovaciones, en el terreno de enemigos en forma de bestias mucho más agresivas, terminan quedando a medias porque la saga siempre pecó de apenas contener nula interacción entre tus acciones y las del oponente. Es un ciclo reactivo que orbita demasiado a menudo en hacer sidestep para burlar la gran mayoría de peligros, quitando por el camino la variedad de planteamientos en los enfrentamientos, pues ahora los golpes uno a uno mandan. Mientras juegos previos solventaban esto con un enfoque mucho más marcado por lo RPG, tanto a nivel de estadísticas como en la resolución de situaciones fuera de simplemente ir a los puños, es un juego futuro, Sekiro, quien realmente trajo esta capa de interacción contra los ataques enemigos, como para hacer de estos una experiencia verdaderamente contundente en el plano jugable, que no dependientes de la construcción externa a los mismos.

El factor RPG también disuena mucho más aquí que en los demás. En la ausencia de builds reales, con armas polivalentes dispuestas para prácticamente todos los usos posibles, Bloodborne fue el punto más alto de un Souls que lo tenía todo para convertirse en un juego de acción como tal, pero decidió no hacerlo. Necesitaba cargar con el lastre que le suponen los sistemas de leveleo en un juego donde prácticamente ni se aprovechan, solo quedan reducidos a upgrades binarios que se miden en una escala de cuánto tiempo de combate acortamos.

Creo que, especialmente tras Sekiro, mi imagen de Bloodborne no ha hecho más que venirse abajo. Ni siquiera me interesa discutir cuál es realmente mejor, porque lo que me parece importante es que uno de los dos se compromete realmente con su propuesta, por mucho que siga cargando con el espíritu de su equipo creativo, mientras que el otro está atado de manos al punto en que le es imposible distanciarse lo suficiente. Qué más dará que no tenga Souls en el nombre.

I missed my ex-gf's birthday because I was playing Super Star Soldier. Great game.

A melting pot of a game that influenced subsequent action games. Unlike those, this one managed to pick the right dose of every of its parts, and scatter them the right way so that none of them exposed their repetitiveness.

Also, the series seemed to forget the subtleties of this game's combat mechanics, specially regarding the QTEs. They were largely seen as the coward option in this game, not only giving you a breather from adjacent attacks but also depriving you from getting extra red orbs in certain cases.
Some quick time events did offer you more orbs than normal, but they were balanced out by either letting enemies hit you while doing them, or through the brutal death bonus, which obblied you to have a combo superior to 10 or 25 hits to have a slight red orb bonus when doing a QTE.

This, joined to the fact that you have to optimize your red orb count a lot in this game (most runs end up without all weapons getting maximized) was a constant tension of using the easy way out of a battle or risking more.

The sequels dumbed this down through the orb multiplier system in each difficulty and basically rewarding you more for only going for QTEs.

i think the thing that sums this game up in how half-baked and messy everything about it is is that every male character gets a heroic sacrifice moment where they get to be a Cool War Boy Saving The Cause and the sole female character doesnt get to do anything for the entire game and is then shot in the face mid-cutscene

This review contains spoilers

toby fox ha perdido la capacidad de sorprender. lo que en undertale era un acto deliberado por juguetear con los tropos de earthbound, de juegos afines que claramente habían sido su inspiración y que hoy por hoy son referentes indiscutibles de los títulos independientes y la cultura fandom, todo ese amor desprendido en un título que, si bien a mi parecer fallaba en mucho de lo que se proponía, era imposible negar que resultaba ingenioso ya no en su propuesta, sino en todo lo que lo conformaba: teorías escondidas bajo las finas capas de otras teorías, en una forma muy ingeniosa de reconfigurar el datamining no como manera de estropear sorpresas, sino de invitar al público a volverse creativo.

hoy por hoy, en deltarune, toby fox se ve en la obligación de mentirnos en textos fuera del juego para intentar tomarnos por sorpresa. la cohesión se destruye y, respecto al capítulo anterior, cada cual parece construirse en base a lo que le venga en gana, no desarmando con misterios nuevos, sino con faltar a su propio compromiso retórico para con el fandom. deltarune chapter 2 se ha vuelto en el juego donde ya no puedo volver a tomarle la palabra, no como alguien a quien admirar por su inventiva, sino porque cuando quiere puede cambiarme las reglas, decirme que lo que aquí he vivido perfectamente ya no aplica más.

la mayor diferencia entre undertale y deltarune es el enfoque narrativo. en undertale era mucho más propenso a experimentar, a la par que comedido, construyendo cada zona como una narrativa episódica, con un personaje dedicado y un arco musical propio, evolucionando a través de notas y motivos durante dicho recorrido. eran personajes reducidos a dos o tres características base, no tenían mucho más, y por lo mismo estaban sujetos a ser un masivo hit or miss dependiendo de tus afinidades, sino es que se volvían caducos rápidamente. no eran personajes hechos para contar una historia mayor, sino para acompañarte y ser divertidos, con uno que otro giro esperándote a la vuelta de la esquina como quisieras reenfocar el guión por una ruta genocida.

en deltarune esos mismos personajes configuran un mundo, quieren ser tu situación de familiaridad. son los nuevos, en susie, ralsei y noelle principalmente, donde se ve que sus ambiciones ahora son otras: quieren contar una historia.

esta es su principal distinción. deltarune busca ser mucho más jrpg que undertale, quien rechazaba activamente varias de sus convenciones al servicio del minuto a minuto y lo que se viese en necesidad en contar. sus mecánicas envejecían y se revelaban como gimmicks poco discretas, pero había un nexo. deltarune quiere comprometerse con esto, quiere ofrecer variedad, quiere que la party se sienta distintiva, quiere que las mecánicas de combate marquen opciones, que puedas fusionar objetos, que se muestre como un sistema más robusto. pero nada resulta.

el combate es solo apariencia. es incluso más limitado que el de undertale, pues si bien intenta otorgar variedad a través de tu equipo y sus diferentes atributos, en acto es pura cosmética para sostener un sistema por turnos mal llevado donde entre tres anulan cualquier riesgo alrededor de perder vida. es solo cuando el juego se vuelve como undertale (ej: combate final de Snowgrave) que cuestiones como el riesgo aparecen, pues el propio sistema es incapaz de proveerlas por sí solo. es, además, un espacio donde la propia insistencia de toby por oponerse a un progreso interno (véase el sistema de EXP) le niega a los enfrentamientos cualquier madurez metódica, siendo un ejercicio de reiteración aún mayor.

los enemigos también han perdido mucho interés. la inspiración es obras como persona 2, donde en teoría cada personaje tiene un set de interacciones propias para con los adversarios, pero de nada sirve si estos cumplen un rol mucho más suplementario. deltarune es más temático, y eso significa que los enemigos pierden valor individual, se vuelven en una masa al servicio del jefe de turno. aparecen los monstruos recoloreados, y con ello desaparece su identidad visual. que ahora no haya batallas aleatorias, sino que estas aparezcan en el mapa, parece una decisión buena, pero nuevamente resta a su presencia. ya no son enemigos que deciden atacarte y plantean un escenario, ahora son obstáculos a evadir

el danmaku es lo que recibió mejoras más significativas, al integrar un sistema ala graze se incentiva un juego más arriesgado, pero es precisamente en la estructura de equipo que dicho riesgo pierde relevancia. sencillamente tienes demasiada vida como para que cometer un error sea un problema. los superjefes siguen siendo el único lugar donde las mecánicas se explotan más o menos bien, pero el salto de dificultad es tan absurdo respecto al juego base que la curva de aprendizaje es más bien inexistente. en general, por mero ritmo musical y evolución misma de sus habilidades a través del combate, narran menos y bastante más torpemente que los ya de por sí discretos jefes de undertale.

el diseño de niveles sigue la misma filosofía que antes, solo que ahora está todavía más lleno de interrupciones. hay un exceso de salas que no llevan a nada más que una excusa para situar un npc, y una sensación general de enorme inseguridad en que las propias mecánicas generales puedan sostener una experiencia completa, así que toca colmarla de adornos, distracciones, pequeñas bromas que no dejan de ser puzzles y minijuegos muy pobremente ejecutados. lo que en undertale podía ser un espacio para subvertir ahora no puede evitar caer en la redundancia. el chiste deja de ser esperar qué es lo que harán con esto, sino la ironía de que haya ocurrido en primer lugar.

en esto se han vuelto los niveles: una colección absurda de pasillos que sirven como espacio para contar una historia, plagada de registros y técnicas narrativas insuficientes. hay por allí un intento ala final fantasy vii de crear conversaciones vivas donde los personajes se interrumpen, pero las propias cajas de texto impiden que dicho cometido acabe teniendo el efecto deseado. la cooperación es inexistente cuando todo está scripteado, lo que en un título tan ansioso por establecer a sus personajes como entidades propias acaba dañando muchísimo a la imagen completa.

al final, lo único que podría salvar a un proyecto así, y lo que es la razón por la que la mayoría de la gente realmente se queda con un juego de toby fox, es por el carisma de sus personajes y la historia que te están contando. mi problema con ello es que no veo una madurez conceptual en los primeros, no respecto a undertale al menos, como para que las ambiciones de lo segundo hayan crecido tanto.

soy fan de los juegos con guiones eternos, de conversaciones interminables, de estar más de una hora leyendo si es necesario. el problema es que aquí el texto no me levanta un interés mayor que reacciones esenciales, como lo puede ser una risa tonta o la ternura que es capaz de desprenderme Susie en un momento dado, así que cuando inevitablemente entramos en los caudales dramáticos no tengo nada que haya construido realmente con estos personajes. son ejercicios constantes de chistes que eventualmente buscan reconfigurarse en un problema mundano, pero la exposición los termina volviendo agotadores y poco interesantes.

y luego están las decisiones narrativas cuestionables. noelle es un personaje sin dirección, completamente abarrotado en una supuesta cobardía, pero el juego no sabe distinguir entre el miedo por diferentes causas, y toda su presencia se remite a un choque constante contra ratones, como si estos pudiesen demostrar algo sobre un miedo más abstracto y genuino, como lo es a lo desconocido. toby fox sigue sugiriendo (en plan especulación y lore) más que lo que intenta contarnos, y el resultado es que sus personajes no me llegan, si acaso pueden caerme bien. pero esas ya no son las pretensiones que carga. esto no es undertale.

y sin embargo, creo que la peor ofensa a su personaje está en el equivalente a una ruta genocida con la que contamos ahora. ya no es solo que se rompa el pacto ficcional que podemos rastrear en sus mecánicas, donde de golpe el título necesita rebuscarse para encontrar una forma de justificar que sí es posible acabar con los enemigos y por lo tanto juzga en un baremo completamente artificial qué cuenta realmente como perdonar o asesinar, sino que, nuevamente, busca construir un arco de decadencia a través del shock, a través del desuso de sus personajes. es una misericordia que no llega, que está a merced de 'ser como undertale', cuando el mismo ya ni sabía bien cómo justificar su propia confrontación ideológica al convertir el mal actuar en una búsqueda deliberada que ya viene mediada por decisiones jugables. nadie juega instintivamente a ser genocida bajo los términos de undertale, es lo que la obra de 2015 no parecía comprender. en 2021, dicho escenario se repite, pero perdiendo toda claridad por el camino.

la snowgrave es igual que la genocida pero con aún menos sustancia, porque al menos la segunda se podía entender como una extensión de las preocupaciones estéticas del juego: dar espacio a este universo en el que, a ojos de Sans, todo salía mal. acá es el morbo de ver una sección del juego yéndose por los ramas, sin garantía de que haya trascendencia real.

creo que, en retrospectiva, prefiero el primer capítulo de deltarune. es una obra fallida, pero también una carta de amor al fan dedicado. toda su banda sonora fluye con una naturalidad impecable, don't forget y las notas de gaster pueblan la totalidad de un título que casi parece construido como una orquesta, en donde cada tema le prepara los motivos al siguiente, algo muy raro de ver fuera de juegos rítmicos. aquí, todos han sido aplastados por una incidencia mucho más vacía, donde las reiteraciones se remiten exclusivamente a la estética general del episodio, lo que viene a ser queen y su eterna epifanía

muchas de las quejas con el capítulo 2, especialmente mecánicas, aplican igual o peor en su primera parte, pero de vuelta, dicho juego buscaba invitarte a un mundo nuevo, a reflexionar sobre undertale y las nuevas interpretaciones que podían acaecer de manera innata en un universo que buscaba jugar con tus expectativas, una revaloración en sí de toby fox sobre su trabajo. su continuación ha venido a confirmar que nada de eso importa ya, que hoy por hoy, para sorprender, hay que hacer trampa.

I can't help but surrender to its ambitions.

Has less in common with the 80s and 90s films its constantly referencing and more with tv projects like the second season of True Detective or Lynch and Refn's recent ventures in the medium. It's specially interesting how much Dennaton is capable to channel Refn to a point where this and Too Old To Die Young share some of the same thematic elements: from the increasing pressence of nationalist movements in US to the overall depiction of violence as some sort of comfrontation for the viewer's accomodated expectations of it in the medium.

Flawed to the core. Where the barebones of a narrative worked for the first game's own deconstruction and exploration of the vacous nature of its protagonists, here it plants so many threads it feels mostly loss of what it wants to develop, not because is really that difficult to understand, but because of its adherence to explore/connect the audience to these characters that feel less compelling in their archetypical nuisances, and the design of the levels can be really frustrating at times. By making these spaces more open, it also makes one of the first game's way to make the player more adjust to it (being able to create you own path to finish it) less effective. Instead, it seems that it wants you to go more for stealth and mantaining an active approach, to be contantly urgent and knowledgeable of the enemy placement, and i love that this develop into making these space more oppresive for the players to explore and limiting the options to these individual characters as their own form of expression through the violence (specially that one of the characters can't kill if you didn't pressure him to make the game easier), but when it does it wrong, it limits our vision badly, making the option of looking beyond the established field of view an afterthought: where we can kill an enemy in one point of the map, but our behind is constantly exposed or we don't have enough view to avoid getting shot and/or take cover on time when we are in front of them.

For the rest, i love that it's essentially about sequels, more or less about the exploitation of its own metanarrative being constantly appropiated to continue the satisfaction of its audience. Jacket is nothing more than an inspiration for wannabes who do nothing but projecting a way to escape from the roles that the zeitgeist have placing them or abusing the power that they are already given by the narrative itself.
But i think is the end when the game completely adheres to this idea the most. Finds the sense of going back to the past without any sort of futility to explore the present as some kind of meaningless endeavour. It's more thematically exposed than its predecessor and i found this game surprisingly melancholic in its final stages because of it. Jacket and Biker can retroactively change their own path for their own benefit, no matter how dissapointing the end result may be. Here, every effort is pointless in the long run. Almost no one comfronts what they are as individuals, don't go against the narrative at play, but are trustworthy to it until it catches them and devalues them to simple images, npcs and enemies to defeat.
Makes the end of the world a beautiful conclusion in which even the illusion of another title screen give a sense of hope that the own player can make the better call.

i always found the talk around its depiction of violence the most boring aspect of the game. It isn't bad per se, but with games like this or Spec Ops: The Line, i always found the setting (here, the 80s far remove from simple aestheticism, with the underlaying pressence of the Cold War and class dynamics as contrast of both protagonits) and the way in which we become part average videogame vessel and part conspiranoid interpreter of the game itself what attracts me the most.
It's all about how Jacket and Biker engage with their own violent travesy, where one tries to find a way to reconnect with the world only to realize that he's so far remove from the picture that he leaves it away in the air, and the other subdues to tentation of everything having a literal explanation. In that case, Jacket is reborn in Biker and, with that, the conclusion of both killing each other makes both journeys equally valid and meaningless. It recognizes us as active participants and spectators of the fiction at play, but it also understands how, to give meaning, we have to erase the most literalize aspects of it and perceive it as the fully realize metaphor that they are as individuals in the big picture.
Does the abstraction clash with the secret ending literalizing everything? Sure. But i think that the idea that's even optional is a step towards the overall message.
It was a "revenge story" with none of the moralist bullshit, born out of an inherent nationalistic perspective (killing russians, the villians plan being basic world domination stuff) and one in which we are small compared to the big landscape in which it was developed, with no other choice than to accept it and, no matter how many time we either try to complacent to the status quo or trying to change it (as Biker, we can kill all the people in the Phone company as we once seen as Jacket and mantain the "coherence" of the fiction, or leave them alive with zero repercution), it will find a way to keep going forward and accomodate us.

Doom

1993

Starting from the oppresive and cold facilities of Mars before everything takes clear form as the body horror-esque nightmares of hell paints the walls and floors that we navigate, it's the ultimate power fantasy.
Not only a great actioner, but also very uncomfortable in its progression and occacionally anxious when it gets closer to the horror of the concept. Looking at the lamented souls and visceras of our fallen allies complemented with the carnage that we produce creates a sort of unpleasantness that (intentional or not) tells us the kind of character we are making in the process. We are as much fighting evil as we are becoming one with it. And wether by lack of vision (the darkness in some sections of "The Shores of Hell" that channel Ridley Scott's Alien) or the direct result of faicing flesh and metal as one manifestation of the militaristic desire of being the savior of the universe, one thing is clear to me: the demented face of Doomguy pleased after finding another powerful weapon is my sleep paralysis demon.

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by dotmyri |

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