Juego que me entró mucho por los ojos por su apartado gráfico la primera vez que lo probé en Game Pass, justo lo retiraban y me quedé con ganas de más, así que una vez que lo vi rebajado fui a por él de cabeza.

Lo dicho, artísticamente es un portento y súper atrayente. Las primeras runs de este roguelike se hacen bastante divertidas, una vez lo completas por primera vez ya pierde bastante la gracia y se hace muy repetitivo. Las armas que infligen estados son puro relleno pues aquí lo más importante es el daño que hagan en sí, así que una vez te haces al manejo de dos buenas armas que sean cómodas y hagan mucho daño, no hay por qué seguir buscando.

La historia, por otro lado, es también muy básica y una mera excusa para hacerte repetir una y otra vez el bucle jugable que de por sí no ofrece nada nuevo nunca, más allá de algunos bosses aleatorios que son sencillísimos y siempre los mismos.

En fin, le tenía muchas ganas y tebía muy buena pinta, pero es más bonito el cascarón que el contenido.

Joya indie donde las haya, interesantísima tanto desde el plano jugable como narrativo. Combinando géneros con una historia muy bien contada y con un muy poderoso mensaje final.

El gameplay se bifurca, a lo largo de tres diferentes historias y personajes, en varios géneros. Desde el metroidvania hasta los puzzles al uso, pasando por la acción, horror y las plataformas. Teniendo lo justo de cada cosa para no saturar pero tampoco de menos para que te quedes con ganas de más. A pesar de durar tres horas escasas, tiene un esqueleto muy bien pensado y excelentemente ejecutado.

En el plano narrativo, y sin entrar en spoilers, trata con suma delicadeza y respeto temas muy sensibles como la pérdida y los problemas mentales ocasionados. Termina siendo un poderoso mensaje a favor de paliar este tipo de casos y creo que esta es la mayor virtud de esta obra.

En definitiva, es un juego que nace con un cometido que termina cumpliendo y, por el camino, nos regala un indie de esos que se hacen un hueco en la memoria de todos los que lo jueguen.

Buen juego basado en el golf. Se podría considerar una aventura simplemente relacionada con el deporte, pero va mucho más allá y el puro hecho de jugar al golf dentro del título ya tiene una complejidad sobre la que se podría construir un título sólido dejando de lado todo lo demás. Desde tener en cuenta el viento o el terreno hasta calcular perfectamente la distancia, el golpeo o el efecto de la bola, todo medido a la perfección para darnos un juego divertidísimo que no tiene nada que envidiar al Mario Golf de Advance del que es sucesor espiritual.

En cuanto a la historia es entretenida y con grandes dosis de humor, lo que complementa a la perfección el resto de elementos de los que dispone el juego.

Artísticamente no es nada del otro mundo, pero cumple. Tanto en lo visual como en lo que respecta al gameplay en sí, el apartado gráfico siempre suma y nunca es un impedimento para el desarrollo de la jugabilidad.

Uno de esos juegos que aprovechó el tirón del modelo Journey, pero que no entendió cual fue la fórmula del éxito de aquel título. Simplemente se basa en un movimiento lento, y más bien torpón, del personaje por una serie de escenarios oníricos que pretenden ser visual/artísticamente preciosistas. Y ya está. El juego no tiene absolutamente nada más.

El mensaje es tontorrón para ser tan difuso, tiene 0 implicación por parte del jugador, a pesar de durar poco más de una hora se siente tan lento y pesado que parece durar el triple y mecánicamente es nulo puesto que lo único que te exige es mantener hacia delante el joystick de dirección y aporrear cuadrado en ciertas situaciones.

Este juego es como coger la idea de Journey con la que se quedaría un prepuber tras jugarlo y pisotearla aún más hasta que casi parezca ridícula. Nada que ver con la obra maestra en la que se basa.

Gran "imitación" de Pokémon. Narrativamente tiene los mismos problemas que su saga madre, y es que a nadie le importa su historia que se hace pesada, algo simplona e infantil. Además, termina de forma muy abrupta y el postgame es escaso, por no decir nulo. Este punto lo solucionaron mejor otros títulos como Nexomon.

Jugablemente, lo que te esperas que sea. Si te gusta el género Pokémon, te gustará este juego. Además, su forma de dirigir el tema de los PP me ha gustado mucho. Aunque tiene una carencia importante en cuanto a objetos equipables y otros extras que a mí me parecen bastante importantes.

Artísticamente es bastante feo, las cosas como son. No solo parece un juego de móvil, si no que lo es y eso no permite mucho más margen de maniobra. Aunque hay un buen puñado de diseños entre los Coromon muy bonitos y que perfectamente podrían formar parte de un juego principal de Pokémon.

Juego preciosista pero terriblemente simplón. Literalmente no hace falta que el jugador haga nada para terminarlo, simplemente tienen que pasar tres semanas y verás automáticamente los créditos porque el la historia avanza con el paso de los días automáticamente.

Mientras todo esto ocurre, el juego te da la posibilidad de recolectar y coleccionar insectos y peces en entornos muy repetitivos y con técnicas también muy repetitivas. Lo que hace que con el paso de las horas se haga muy aburrido. El juego dura en torno a 10 horas, pero podrían ser la mitad y nadie se llevaría las manos a la cabeza.

En definitiva, lo poco positivo que le he visto ha sido el apartado artístico, que es precioso. La música también está muy bien seleccionada. La historia, para ser una aventura de Shin-Chan, me ha dejado bastante frío.

Es un juego bastante entretenido las primeras horas que le echas, pero se acaba haciendo muy repetitivo. Al menos el modo carrera que es a lo que he jugado. Quizá con amigos en multijugador sea más ameno, pero a mí me ha dado la sensación de que no es un juego especialmente diseñado para terminarlo en modo monojugador.

Por lo demás, está bien. Quizá lo más aburrido sea cuando tienes que repasar zonas demasiado grandes con el chorro de agua más pequeño para rematar las zonas, aunque se hace más llevadero cuando consigues mejoras y, sobre todo, los distintos líquidos limpiadores.

Un diseño de gameplay y de historia mucho más friendly que en los dos anteriores títulos de la saga, aunque para mí no llega a la excelencia alcanzada en Mother 2/Earthbound.

El guión está hecho para que sea más tipo cuento que la gran aventura estilo Final fantasy que eran las anteriores entregas, aunque también perdió un punto de frescura y de humor que a mí me han pesado un poco. Aunque hay que agradecer que en este no te obliguen a farmear absurdamente hacia el final.

Si te gustaron los anteriores, debes jugar a este. Si te gustó este, debes jugar a los anteriores. Saga única y esperemos que no irrepetible, sería una pena.

Aventura gráfica casi point and click que se cocina muy a fuego lento durante el 90% de la trama pero que inconsistentemente termina llegando a un desenlace demasiado abrupto, quizá para asegurar una segunda parte si esta primera funciona bien. Seguramente es el "pero" más grande que le puedo poner.

El guión es muy bueno, digno de una serie top del catálogo de un HBO o Prime Video, artísticamente es único y prácticamente una obra de arte en cada escena, el doblaje al español es buenísimo pese a algunos fallos con los volúmenes y frases que se cortan y el modelo "efecto mariposa" que propone recuerda más a las obras de Supermassive Games que a las de Quantic Dream. pese a que los desarrolladores de este juego salieron del segundo estudio, porque aquí las consecuencias de tus decisiones son mucho más palpables.

En definitiva, es muy recomendable si te gustan los juegos de este corte. Sin duda, uno de los mejores títulos del género.