Es el juego más experimental de la franquicia con diferencia, desde su ambientación hasta sus mecánicas pasando por la estructura de sus casos. Esto se lleva hasta la última consecuencia con el hecho de que deja muchos cabos sueltos de forma explícita de cara a la secuela, cosa que por un lado deja a esta entrega un poco más coja pero que también aumenta el hype por la siguiente.

En cualquier caso, los puntos más fuertes de la saga permanecen: casos interesantes, personajes encantadores, momentos de pura emoción, mucho humor y una banda sonora exquisita.

A nivel jugable los elementos más destacables son las deducciones de Herlock Sholmes (divertidísimas, como todo lo que rodea al personaje) y la presencia del jurado en los juicios (que llega a dar un juego tremendo de las formas más insospechadas).

Mencionar, por último, que ni el setting victoriano ni la presencia del lore de la obra de Conan Doyle son, en absoluto, elementos puramente cosméticos; sino que se integran perfectamente con los temas de la historia y hacen la experiencia muy inmersiva.

El Shadow Tactics fue una de las mejores experiencias jugables de mi vida, y el Desperados III es básicamente el mismo juego pero con otro setting (y los correspondientes cambios en historia, personajes y sus habilidades), así que era difícil que no me encantara.

Eso sí, he tenido muchos problemas en cuanto a momentos en los que el juego no detectaba bien mis órdenes (por ejemplo, que al hacer click en una cosa el juego interpretase otra, o dos al mismo tiempo) y, aunque no sé si es cosa del juego o de mi PC/ratón, por lo menos no recuerdo que con el Shadow Tactics me pasara tan a menudo.

Quitando este frustrante pero a grandes rasgos pequeño inconveniente, me lo he pasado muy bien con sus mecánicas de estrategia y sigilo, con su trama de venganza en el Salvaje Oeste y con los ácidos diálogos de sus carismáticos personajes.

Y lo mejor es que, cuando me entre la nostalgia de volver a jugar, no tendré que rejugar nada porque todavía me quedan los Desafíos y los DLCs.

“Ojo por ojo, y al final todos ciegos.”

Es tremendo lo que hace con su estructura narrativa para manipular tus sentimientos a cada momento y que empieces y acabes el juego en estados mentales completamente diferentes. Me ha sobrado bastante, eso sí, toda la última parte, que a falta de darle más vueltas no tengo demasiado claro que aporte nada (o lo suficiente como para justificar su existencia).

Por lo demás, es un juego bastante completo y detallado a nivel técnico y mecánico. Por momentos puede hacerse algo pesado, pero ofrece la suficiente variabilidad y sensación de libertad (de exploración y a la hora de elegir cómo afrontar los distintos encuentros) como para que los tramos entre cutscene y cutscene sean generalmente divertidos y amenos.

Comento la trama en detalle y con spoilers en este hilo de Twitter: https://twitter.com/Miru_Jaca/status/1669692158469701638

Su punto fuerte es sin duda la jugabilidad: es increíble la cantidad de elementos y variables que se incorporan tanto a la hora de desplazarte como a la de pelear, que hacen que en todo momento sientas que realmente eres Spiderman y que nunca te canses (en ningún momento he usado el desplazamiento rápido, y me he movido MUCHO por el mapa).

Por otro lado, también es tremendamente versátil en cuanto a los diferentes tipos de misiones y tareas que puedes ir realizando a lo largo de tu aventura, tanto dentro de la historia principal como en paralelo a ella. Aunque esto es un poco arma de doble filo, porque con tanta variedad es inevitable que algún tipo de misión concreto se te atragante, por frustrante o por aburrido. En cualquier caso, lo mejor a este respecto diría que es el sistema de recompensas y desbloqueables: está muy bien diseñado para que te entren ganas de hacerlo todo.

Por último, está la trama. Durante la mayor parte del juego, el guion cumple sin alardes, siendo quizá lo más destacable el hecho de que consigue incorporar de forma orgánica a una buena cantidad de personajes del microverso arácnido (especialmente villanos, claro). Sin embargo, es hacia el final cuando la cosa verdaderamente se pone interesante, con un momento específico que ya es de mis favoritos de cualquier versión del Hombre Araña.

"¡Eh, esta es la segunda reseña de Backloggd más grande que he visto!"

(Los primeros dos párrafos, y en menor medida el tercero, son para dar contexto a mi opinión y tratan sobre mi historia personal con la saga. Si solo te interesa leer sobre este juego en concreto puedes saltártelos.)

Lo primero de lo que tengo que hablar es de lo que ha supuesto la salida de este juego para mí. Si os pasáis por mi perfil podéis comprobar que los dos primeros Monkey Island son 2 de mis 5 juegos favoritos (y el Monkey 2 es mi juego favorito, punto). Lleva siendo así, además, desde que tengo memoria, porque ambos son de los primeros videojuegos que jugué en mi vida, cuando aún era muy pequeño para resolver puzzles y básicamente me dedicaba a seguir los walkthroughs casi todo el rato. Es más, recuerdo que los tenía impresos y que en alguna ocasión le pedía a mi padre que me los leyera como si fueran un cuento. Y también recuerdo contarle a mi abuela historias de los juegos.

No mucho después jugaría el Monkey 3 y el 4, y a ambos les tengo también un cariño inmenso aunque no lleguen a la altura de los anteriores. Probablemente he jugado los cuatro más de una decena de veces, hasta el punto de que hoy en día me los sé prácticamente de memoria y nunca he tenido la posibilidad de intentar pasármelos completamente a ciegas. Al Tales of Monkey Island sí que tardaría en jugar (incluso después de su lanzamiento), y de momento lo he jugado una sola vez, pero espero que a estas alturas quede claro lo que ha supuesto esta saga en mi vida.

Pues bien, sabiendo esto, el anuncio de este Return to Monkey Island, hace unos pocos meses, fue para mí la noticia del siglo, algo parecido a lo que debieron sentir los fans acérrimos de Star Wars cuando se anunció "El despertar de la fuerza". Saliera mejor o peor tenía claro que para mí iba a ser el evento del año, tanto por el simple hecho de ser un nuevo Monkey Island como por el esperado regreso de Ron Gilbert (entre otros) al timón. Y no podría haber salido mejor.

(Empieza la reseña propiamente dicha)

Voy a comentar todo lo que tengo que decir por puntos porque si no igual me eternizo:

- Para empezar, lo más importante: esto se siente 100% un Monkey Island. Y lo mejor es que funciona igual de bien si te lo tomas como secuela de los dos primeros que si te lo tomas como secuela de la saga entera. Gilbert no desecha los juegos en los que no participó, al contrario: se queda con lo mejor de ellos (con Murray a la cabeza... pun not intended) y los referencia con el mismo cariño que a sus obras originales.

- ¿Y por qué se siente 100% Monkey Island? Pues en primer lugar, como no podía ser de otra forma, por su sentido del humor, tan efectivo como en los mejores años de LucasArts. También por su ambientación y tono, siempre con un halo de oscuridad pero nunca olvidando la esencia ligera y aventurera de la saga. Por su historia y la estructuración de la misma, que sigue la estela del pasado (división en partes, posibilidad de resolver los objetivos de cada parte en el orden que quieras o puedas...) sin dejar de mantenerse original. Y por último, y lo que era más difícil dadas las circunstancias, porque todos los elementos, lugares y personajes que son rescatados de entregas anteriores son tratados con toda la atención y el cariño del mundo, sin caer en ser meros cameos cuyo único valor sea nostálgico.

- Vamos con los dos aspectos más polémicos. Por un lado está el diseño artístico, denostado por muchos tras las primeras imágenes por alejarse del pixel art de los originales (que yo adoro como el que más, aclaro), pero que a mí me funciona de maravilla. Es bonito, es cartoonesco (se presta mucho, pues, a la ejecución de gags visuales), queda bien con la ambientación del universo e incluso diría que se siente moderno y retro al mismo tiempo. Y si hay algo que le viene bien a un Monkey Island publicado en 2022 es sentirse moderno y retro al mismo tiempo.

- El otro elemento polémico es la dificultad de los puzzles, considerablemente más sencilla que en los juegos clásicos (y que en otras aventuras gráficas clásicas ajenas a esta saga). A mí, sinceramente, me ha parecido perfecta. Como he dicho por Twitter, no he necesitado usar pistas en ningún momento y me he atascado lo justo y necesario para ni sentir que el juego estaba chupado ni frustrarme o sentir que estaba perdiendo el tiempo. Los puzzles funcionan tan bien porque todos son lógicos pero no todos son inmediatamente evidentes, algunos alimentándose de cosas que has descubierto mucho antes en la aventura. Creo que nunca me había sentido tan bien resolviendo problemas en un juego de estos, porque todo fluye con naturalidad pero tampoco sientes que te estén llevando de la mano, y de vez en cuando tendrás alguna idea que te hará sentirte un genio (aunque en el fondo no fuera tan difícil pensar en ella).

- A lo dicho en el punto anterior hay que sumar otra ventaja indiscutible y de la que nadie podrá quejarse: es un juego extremadamente cómodo de manejar. Por poner solo algunos ejemplos de por qué: Guybrush se mueve rapidísimo, puedes pausar incluso en medio de una cutscene, cuando vas a la capital de Mêlée (la ciudad más grande del juego) puedes elegir desde el mapa a qué punto de la misma quieres ir, la mayoría de acciones se realizan con un solo clic, cada objeto del inventario te indica con qué se puede usar y con qué no (esto influye directamente en la facilidad para resolver puzzles, así que igual a alguien sí que le molesta, pero bueno)... En fin, que es un gustazo moverte por el juego, más sencillo y rápido que en las primeras entregas con su rudimentario sistema SCUMM y más intuitivo y agradable que en las posteriores.

- Algunos últimos comentarios más específicos: la BSO vuelve a ser una pasada (y recupera aquello del Monkey 2 de que puede ir cambiando conforme te mueves por ciertos escenarios), hay easter eggs y guiños por un tubo que encantarán a los más nostálgicos y no molestarán al resto, la historia consigue subvertir tus expectativas en varias ocasiones sin llegar a ser del todo impredecible, y el final habrá a quien no le guste pero a mí me ha parecido PRECIOSO (explicar por qué, aparte de obligarme a activar los spoilers, me podría llevar otra reseña entera... tal vez la escriba algún día).

En conclusión: Return to Monkey Island es todo lo que podía esperar y más. Ya hay quien la ha llamado la aventura gráfica definitiva, por cómo coge la esencia de los clásicos y la actualiza en todos los aspectos. Sinceramente, no me parece ninguna barbaridad. Será muy difícil que supere en mi corazón a Secret y Revenge (insisto, dos de mis juegos favoritos durante TODA MI VIDA), pero el simple hecho de que esté prácticamente a la altura (y por encima de otro juegazo como Curse) habla maravillas de él.

P.D.: Desde el menú de opciones se puede activar el Writer's Cut ("más cháchara, peor ritmo", según el propio juego) que es el que he jugado yo de primeras porque yo lo quería todo ya. También hay un modo fácil al estilo de los Monkey 2 y 3.

Ojalá poder ponerle un 9, pero me voy a conformar con ponerle un 7, que da la casualidad de que es el nombre de uno de mis personajes favoritos del juego.

Es un juego interesante mecánicamente y con una historia que engancha y sorprende (aunque no termina de tener demasiado sentido), pero su mayor problema reside en sus personajes, que deberían ser la mayor baza en una trama de estas características.

Son personajes bastante planos y estereotípicos, y en ocasiones no demasiado consecuentes en la forma en la que están escritos. La mayoría solo han empezado a interesarme hacia el final (y me refiero al final final, el auténtico y definitivo), que es cuando salen a relucir sus verdaderas personalidades, objetivos y motivaciones; pero durante el grueso de la aventura me han resultado prácticamente intercambiables entre sí.

Con todo, el juego ha sido lo suficientemente adictivo como para que me haya molestado en sacar todos los finales, y además tiene algún que otro elemento curioso que lo hace destacar (como la opción de seguir la historia en formato "novela" o un trabajado doblaje [en inglés], poco habitual en este tipo de videojuegos).

(Pongo esta reseña tanto en la ficha del juego clásico como en la de la remasterización)

Sencillamente mi videojuego favorito de todos los tiempos. Es un 10 en historia, personajes, ambientación, diseño de puzzles y sentido del humor, pero es que además es audiovisualmente precioso, con el mejor pixel art que he visto nunca y una banda sonora magnífica que si no es mi favorita del mundo del videojuego cerca andará.

También funciona perfectamente como secuela de la primera parte y su sorprendente final deja abierta una puerta que llevaba cerrada 30 años... y por la que este 2022 por fin podremos pasar. Me muero de ganas. (Sin desprestigiar a Curse y sus secuelas posteriores, que también disfruto mucho)

(Pongo esta reseña tanto en la ficha del juego clásico como en la de la remasterización)

Sencillamente mi videojuego favorito de todos los tiempos. Es un 10 en historia, personajes, ambientación, diseño de puzzles y sentido del humor, pero es que además es audiovisualmente precioso, con el mejor pixel art que he visto nunca y una banda sonora magnífica que si no es mi favorita del mundo del videojuego cerca andará.

También funciona perfectamente como secuela de la primera parte y su sorprendente final deja abierta una puerta que llevaba cerrada 30 años... y por la que este 2022 por fin podremos pasar. Me muero de ganas. (Sin desprestigiar a Curse y sus secuelas posteriores, que también disfruto mucho)

(Escribí esta reseña en la ficha del juego base, aunque realmente al que he jugado es a este):

La historia principal se me ha hecho mucho más corta de lo que esperaba (aunque el hecho de que algunas de mis habilidades ya estuvieran llegando a los 100 puntos debería haberme hecho sospechar que el final estaba cerca) y, por lo que he investigado, ya he completado casi la mitad de las misiones secundarias del juego base (aunque tengo la edición GOTY, que creo que viene con todos los DLC).

Todo esto no es ni bueno ni malo, es para dar contexto a mi opinión, que es la siguiente:

El juego es sumamente inversivo, con un universo y ambientación difícilmente superables (el diseño de sonido es especialmente eficaz) y un abanico de posibilidades jugables inmenso.

La trama como tal no es gran cosa, pero el Yermo está lleno a rebosar de personajes de lo más variopinto con los que podrás intercambiar interesantes diálogos y/o golpes y disparos con todo tipo de armas; y también de monstruos mutantes que podrían llegar a hacerse un hueco en tus pesadillas.

Con el tiempo supongo que iré completando misiones secundarias y explorando otras opciones que ofrece el juego, por lo que puede que en algún momento vuelva a escribir algo aquí e incluso que le suba la media estrella que le falta.

Es básicamente más de lo mismo, pero eso es exactamente lo que quería. Incluye 3 misiones principales, todas bastante buenas; 2 mini-misiones, una muy curiosa y otra muy básica; y 1 epílogo jugable pero que lo único que hace es aportar un poco a la historia.

Mejora respecto al primer capítulo en cuanto a personajes (la Reina podría ser la mejor creación de Toby Fox junto a Sans, que es mucho decir) y en cuanto a jugabilidad. Por el contrario, la banda sonora, que es mi elemento favorito de estos juegos, se me queda un pelín corta con respecto a entregas anteriores (lo que significa que sigue siendo buenísima).

De momento dejo a las dos partes de Deltarune con un 8, pero si algún día el juego llega a completarse y mantiene este nivel seguramente la nota final sea más alta.

La historia principal se me ha hecho mucho más corta de lo que esperaba (aunque el hecho de que algunas de mis habilidades ya estuvieran llegando a los 100 puntos debería haberme hecho sospechar que el final estaba cerca) y, por lo que he investigado, ya he completado casi la mitad de las misiones secundarias del juego base (aunque tengo la edición GOTY, que creo que viene con todos los DLC).

Todo esto no es ni bueno ni malo, es para dar contexto a mi opinión, que es la siguiente:

El juego es sumamente inversivo, con un universo y ambientación difícilmente superables (el diseño de sonido es especialmente eficaz) y un abanico de posibilidades jugables inmenso.

La trama como tal no es gran cosa, pero el Yermo está lleno a rebosar de personajes de lo más variopinto con los que podrás intercambiar interesantes diálogos y/o golpes y disparos con todo tipo de armas; y también de monstruos mutantes que podrían llegar a hacerse un hueco en tus pesadillas.

Con el tiempo supongo que iré completando misiones secundarias y explorando otras opciones que ofrece el juego, por lo que puede que en algún momento vuelva a escribir algo aquí e incluso que le suba la media estrella que le falta.

Siempre me lo paso muy bien con estos juegos tipo "elige tu propia aventura" y este no ha sido la excepción, aunque se me ha hecho más engorroso de manejar que otros títulos similares y me ha dado algún ligero problema de rendimiento.

Eso sí, me han encantado la ambientación, los personajes y la historia (que incluso se me ha hecho algo corta) así que probablemente caiga el cómic tarde o temprano, y si sale una secuela no dudaré en pillármela.

Una colección de 30 puzzles breves y en general bastante sencillos, aunque hay algunos cuantos para los que he acabado buscando la solución porque tampoco quería dedicarle demasiado tiempo a esto (también es verdad que la mayoría de esos han acabado conmigo pensando "¿cómo no se me había ocurrido?").

Para pasar un rato agradable pensando y revisitando a algunos de los personajes y lugares del juego base.

Me pirran la estética retro y el humor de Ron Gilbert, tan agudo como siempre y más meta que nunca (y sé que me habré perdido muchos guiños por no haberme pasado el Maniac Mansion). Además, la gran ventaja que este juego tiene sobre sus antepasados es que, de acuerdo con las sensibilidades modernas, es mucho menos frustrante y engorroso en todos los sentidos.

Dicho esto, la historia, aunque conserva el interés todo el rato, no es gran cosa y la resolución de algunos puntos deja bastante que desear, aunque otros sí están muy logrados.

Eso sí, se le puede perdonar todo en virtud de los personajazos que tiene, aunque también es verdad que los que llegan tarde enseguida eclipsan a aquellos que empiezan la aventura.