Debo dejar reposar mi experiencia con este juego porque ahora mismo, a escasas horas de haberlo terminado, creo que me esperaba otra cosa. El juego intenta muy fuerte intentar tocar sentimentalmente al jugador, pero la cantidad de convulsiones narrativas que pega y los bandazos explicativos por los que pasa entre medias para no responder a ninguna duda me han apartado muchas veces de esa clara intención emotiva.
La cosa es que el gameplay me ha encantado. Desearía que otras compañías adapten este sistema de entregas, de transporte por el mundo, de progresión conectada con otros jugadores de manera asíncrona etc. para sus mundos abiertos. Creo que ese es el verdadero logro de Death Stranding: reinventar el recadeo en los videojuegos. Todo lo demás es un aderezo, un vehículo para contar sentimientos, emociones y temas complejos que sorprenden (o asustan) lo bien que encajan en los tiempos de pandemia que vivimos.

No he podido acabarlo. Es el primer Mario 3D que no me entran ganas de seguir y volver a explorar. Tras encontrar unos 30 soles, no me apetece NADA volver. Creo que ya habré podido ver todas las mecánicas que tiene para ofrecer y si bien aprecio sus tecnicismos y encuentro que el mundo de la Isla Delfino es encantador y que el Fludd es un gadget que mola mucho, el control en general de Mario y la cámara, que no es ni la de Mario 64 ni la de Galaxy todavía, convierten ciertos niveles un "pelín" desafiantes en auténticas pesadillas. Cuando tenga ánimo, regresaré a él. Por ahora, mejor vuelta a la estantería.

Un gran juego denostado por no ser muy fiel al primero. Realmente, si hubieran remakeado Sacred 1 con los gráficos de este, otro gallo habría cantado casi seguro.
Pero no, es un mundo precuela, con nimias referencias al juego original y mucho mucho frikismo del viejuno, que quedó desfasado ya a finales de la década pasada. El salto que intentaron dar a consolas no le sentó bien. Y aun en PC, no terminó de funcionar. Como todo, tuvieron que venir los fans a arreglar lo que la empresa original no pudo o no supo hacer. Este juego gana enteros jugándolo con unas cuantas capas de mods en PC, resultando en un ARPG muy sólido, divertido y largo. Muy pocos singleplayer encontraremos actualmente que marquen las casillas que cumple Sacred 2 - open world, questing libre, misiones de evento, gearing y min maxing - una verdadera lástima que jamás volvamos a ver nada de Ancaria.

Pura diversión plataformas. Mario en estado puro. Si bien tiene un gran % de niveles que puedes jugar con el cerebro apagado, hay otra buena tanda de niveles en el final del juego que te destrozarán vivo aun siendo todo un experto.
La expansión de Bowser's Fury funciona como una especie de prototipo de un futuro Mario 3D nuevo, con todo lo de World remezclado en él y bastante entretenido también.

El cóctel perfecto de los tipo Souls. Muchísimas cositas para hacer y descubrir, nada excesivamente obtuso (salvo alguna cosilla, ok) y todo un mapeado interconectado con su buen puñado de secretos y premios al observador cauteloso. Combates increíblemente ágiles, mecánicas que recompensan el riesgo, un arsenal pequeño pero con diferencias significativas y alta customización... lo dicho: Perfecto.

Mucho más pasillero y pormenorizado que MP1 o 2.
Pero MP3 no se queda tampoco muy atrás. Es una bestia en sí mismo.

El viajar entre planetas aporta esa necesidad de frescura de entornos que faltaba en 2 (que se hacía muy repetitivo a ratos) y el pacing por el que está diseñado el juego ayuda también a que sea mucho más digerible todo en sesiones cortas. Es el juego más breve de los tres Prime pero no por ello le falta nada.

Los power ups y el Hypermode añaden esa capa de complejidad extra que le faltaba al combate, convirtiendo el viaje final de Samus en la trilogía 3D el más frenético de todos.

Ojalá se fijen en este juego para hacer Prime 4.

2020

Siento que la gente no le ha dado la oportunidad que se merece este juego. Es probable que aquella demo que salió en su día diera una impresión terriblemente mala de lo que realmente es capaz de mostrar Haven.
El principal problema de Haven son sus mecánicas jugables. Todas ellas están como hechas a la mitad, que están como podían haber estado otras y no habría cambiado absolutamente nada. Al final, lo que importa es la historia que nos quiere contar.

Y aquí es donde más debo defender Haven. Su historia es emotiva, su presentación está fenomenalmente hecha y va dejando entrever pequeños retazos de información según progresas que te hacen desear saber más.

La relación de Yu y Kay es el TODO de Haven. Y sí, tienen sus momentos de vomitar arcoiris, momentos en los que cambian de parecer, momentos sexies... pero, venga ya, eso ES una relación. Para más inri, es la primera vez que vea una relación de pareja ya establecida en un videojuego en la cual no hay que desbloquear escenas eróticas como parte de un sidequest o ganarse a la pareja como "recompensa". La relación amorosa está muy muy bien construida.

El juego, aunque se puede jugar solo, está claramente concebido para jugar en pareja. Compenetrándose y coordinándose en los combates y "roleando" cada miembro según el personaje con el que congenie más.


No está mal, para nada.
Es tal cual lo que debería haber seguido siendo la saga Dungeon Keeper.

El problema es que se nota que está muy pensado para el modo escaramuza. La campaña base no es divertida y anima 0 a jugar las otras dos expansiones (que según tengo entendido son mejores...).

Magnífica VN de historias entrecruzadas.
El único pero que le pongo es la imposibilidad de hacer skip cuando ya has visto alguna escena y estás esperando a poder elegir una nueva decisión y que alguno textos son bastante complicados de leer frente a imágenes muy blancas.
Por lo demás, lo dicho: una magnífca VN, recomendada para cualquier amante del género.

LA única forma válida actualmente de jugar a la primera aventura de Metroid en orden cronológico. Buenísimo de cabo a rabo.

Aunque parezca que va a ser un juego con una complejidad abrumadora, realmente llega un momento en el que la información nueva se detiene y te sueltan a tu aire, dejándote ver el loop típico de un roguelike dentro de un sistema de combate muy bien hecho y una historia que cumple con creces siendo lo escueta que es.
Lo peor es la estructura de repeticiones, de hecho. Este juego, en un RPG más linear, habría ganado enteros, pero teniendo que rendirte al inevitable run en el que RNG no te hace ni caso y tener que volver a intentarlo desde el principio... al menos la sensación de progresión que tiene es enorme. Es raro el run en el que no desbloquees cosas o elimines jefes o mejores algún aspecto de la base.

Es todo un portento lo que consiguieron con este juego. Una maravilla jugable que te pone en situación en cero coma con una exploración finísima y una sensación de progresión bestial. El único punto negativo es la necesidad de hacer algo de backtracking en cierto punto álgido, pero, por lo demás, un must play.

Tras un replay motivado por el anuncio de Metroid Dread, debo decir que este juego es bastante mejor de lo que pensaba. Viniendo de jugar toda la saga, no llega a la altura de Super, Zero o Fusion PERO es un lavado de cara muy necesario al gameplay tradicional con ese counter y esas escenas cargadas de eye candy y badassery que tanto bien le hacen al personaje de Samus.
El pacing del juego es bastante irregular pero una vez asumes el papel de "exterminador de cucarachas", el resto de componentes exploratorios quedan relegados a un segundo plano. El ambiente del juego es bastante plano (a pesar de estar cargado de detalles muy curiosos en los fondos de pantalla) y la poca variedad entre las zonas no ayuda nada a sentir que estás progresando realmente. Lo único que ayuda a esa sensación es el recibir nuevos equipamientos y poderes Aeion, otra adición muy bienvenida, por cierto, al arsenal de Samus.
No es poco, pero no es suficiente. De ser aún más variado y con mejores incentivos para la exploración que no 60 contenedores de misiles, quizá estaría en otro nivel por completo. Aún así, es una aventura muy muy disfrutable.

Una delicia por la que dejarse llevar.
Sorprende en las mecánicas "pintables" de forma progresiva y conforme avanza la historia, la cual, por cierto, está cargadísima de sentimiento, salud mental, autocrítica e interioridad.
La banda sonora de Lena Raine acompaña de manera espectacular. Los dejes de Wandersong y Celeste permean todo el ambiente adorable y sentimental del juego. Lo mejor es que ese aspecto dulce nunca traspasa la línea de ser demasiado azucarado, pues trata las emociones que discute con toda la seriedad que se merecen. Esto tampoco significa que Chicory gire en torno a ser un discurso de autoayuda. Símplemente, lo hace más cercano y entrañable.

Tardé en engancharme. El juego tardó mucho en cautivarrme como lo hizo el primero. Quizá porque se tarda "un poco" en recuperar todas las opciones de creación y de mejora de objetos que tenías en el 1, pero desde luego que las mecánicas de combate pronto suplen lo que le falta a la alquimia al inicio.

Por supuesto, hacia el final del juego eso da lo mismo, pues estás más del 70% del juego recogiendo materiales y sintetizando en el atelier, pero el combate, cuando se pone interesante contra los bosses opcionales y los bosses finales de acto, realmente te pone contra la pared y te pide optimizar el ATB y el equipamiento de la party. Ya en el endgame, incluso los mobs normales te exigen tener un gear bien preparado.

El juego es fácil de romper si sabes lo que estás haciendo. El sistema del mercado y de desarrollar la tienda es lo más ortopédico que he visto nunca, pero realmente te permite acceder a items supertochos muchísimo antes de lo que deberías según la historia. Con algo de ingenio (y ayuda de una wiki) te puedes montar un arma que te durará hasta el final del juego cuando llevas aproximadamente aún el 50% del mismo.

Lo peor del juego es sin duda el maldito Fi. Es un bicho estúpido y únicamente destinado a ser hecho peluche. Todo lo interesantes que podían ser los compañeros de Ryza se lo quita Fi cada vez que aparece.

Y como nota negativa también está la brújula de exploración. Lo que al principio es un gimmick interesante que amplía el lore de tal manera que así no es todo exposición intrusiva de las ruinas por las que viajas, acaba siendo un proceso tedioso, que sólo sirve para progresar en la historia en ciertos puntos.