Requetebién la verdad. Cada vez aprecio más los juegos centrados que saben a lo que van y no te marean con paja extra que te hace perder el tiempo. El género del plataformas cinematográfico o narrativo no está excesivamente explorado en la actualidad, así que el poquito que hay lo celebro. Little Nightmares (antes Hunger, mucho mejor nombre en mi opinión) es un juego cortito y bastante cuidado en todos los aspectos. Su atmósfera enfermiza nunca llega a causar pánico pero genera un ambiente enrarecido y tenso que no se va en ningún momento. El juego dura lo que tiene que durar para no hacerse tedioso, dosifica sus pocas mecánicas en una serie de secciones y enfrentamientos bastante ingeniosos e incluso se permite alguna que otra viguería tipo Naughty Dog de persecución guionizada medida al milímetro que son muy muy espectaculares de ver y jugar.
Me hace mucha gracia pensar que la idea originaria de esto seguramente nació con el LittleBigPlanet de Vita que hicieron antes, hay más herencia aquí de ese juego de lo que parece a primera vista.

Para los que quieren tener un capricho caro y (aún más) prestige, o para los que quieren descubrir por primera vez este juego en 2022 y repetir igual que muchos dijeron en 2013 que en verdad no es para tanto o no se qué de "pelijuego", The Last of Us Parte 1 vuelve a poner en boca de todos la aventura de Joel y Ellie y se presenta como el complemento perfecto a la serie de HBO. Sony sabía lo que hacía y yo, vuelvo a estar obsesionado con TLOU.

No me importa, The Last of Us Parte II es mi juego favorito y el original no se queda demasiado atrás. Este remake es El Mismo Juego en 4K (¿era así la broma?) pero para un obseso como yo los únicos dos cambios notables que tiene son tan evidentes que solo eso justifica su existencia.

El cambio número 1 es audiovisual. Aquí el juego de 2013 se iguala gráficamente a la barbaridad que es TLOU 2 haciendo otra barbaridad de videojuego. Mismos modelos, mismas animaciones que en aquel y decenas de nuevos detalles en cada escenario hacen que revisitar el juego se convierta en una experiencia nueva. He flipado sobre todo en esas secciones donde a la PS3/PS4 le costaba lucirse: lluvia, ventisca, escenas nocturnas, iluminación en interiores. Es otra bestia ahora. Si resulta que descubres este juego ahora por primera vez madre mía. Tremendo cumbión te espera.

El cambio número 2 es la IA. Lo primero que hice al empezar mi partida fue poner el juego en modo superviviente (el modo de dificultad bueno al que jugar a este juego, si me preguntáis a mi) y cuál fue mi sorpresa al descubrir que enfrentamientos que ya me sabía de memoria de repente eran más complejos, más intensos y con enemigos más avispados. Hay zonas que antes eran seguras que ya no lo son, porque los enemigos patrullan más y patrullan mejor. Detectan de forma más realista y reaccionan de forma más variada. Qué pena que aquí es donde se echen de menos las mejoras en el sigilo que metió TLOU 2, porque esta nueva IA con los mismos recursos de siempre a veces se siente un pelín (solo un pelín) descompensado.
Si resulta que descubres este juego por primera vez ahora, tremendo cumbión te espera. Porque los enfrentamientos de TLOU realmente son algo único a nivel de tono y ritmo.

Solo esos cambios para mí hacen una gran diferencia. Pero eso para mí, que soy un fan obseso al que no le importa gastar dinero en un capricho prestige. Si sientes que para tí, querido lector que está leyendo esto seguro que hasta el final y al que le importa mi opinión en esta red social aún bastante faltita de usuarios donde a nadie le importa demasiado la opinión de nadie, pues mi opinión es que The Last of Us Remastered puede ser la forma no definitiva pero sí más representativa de este juego. Porque este juego en PS5 puede ser muy impresionante, pero pensar que este juego algún día fue de PS3, y ver en su máximo esplendor el mismo corazón y la misma garra en cada enfrentamiento con la tecnología original con la que fueron concebidos, lo hace aún más impresionante.

Ta bien.
A ver es lo que es. PTs hay ya muchos y aquí no se hace nada nuevo ni particularmente estimulante. También es que creo que no es para mí. Lo facilito y lo corto que es me da la impresión de que son señas del amplio target que buscaba este hombre con el juego. "El juego español de terror de la casa fascista" es un buen pitch desde luego. Pero no hay nada mucho más allá del pitch superficial.

El Ciudadano Kane de los videojuegos.

Uno de los primeros imprescindibles de Playstation 5. Es un gozada de ver, escuchar, y jugar. Bluepoint ha hecho una labor magistral en hacer que un juego de más de 10 años se sienta como si hubiera salido hoy.

Esa dualidad es curiosa, porque creo que ser un título de lanzamiento va a hacer que para muchos sea el primer souls que jueguen en su vida. Es un magnífico souls para jugar primero porque de hecho, es el primero que salió. El remake lima muchas asperezas que harían de lo contrario una experiencia bastante más árida. No hay ni una sola mecánica nueva, pero el juego, por una combinación entre las nuevas animaciones, la vibración háptica, y los 60fps, se siente mucho mejor. No hay ni un solo escenario nuevo, pero una revisada dirección artística y un nuevo diseño sonoro nos hace creer que son nuevos y los hace más bellos que nunca.

En el otro lado de la moneda, no es el primer Souls. De hecho la saga ha recorrido un largo camino antes de volver aquí, y volviendo aquí uno no lo puede evitar ver como en gran medida es un proto-Dark Souls. Se echa de menos alguna mecánica, pero sobre todo se echa de menos más profundidad en el sistema RPG, niveles más complejos e intrincados.

Pero juzgar las cosas por lo que no son está feo. Demon's Souls es un juegarral por méritos propios. Y aquí hay que mezclar el remake con el contenido original, viejos niveles con nueva música, mismos bosses pero nuevas apariencias. Todo se une en un portento de juego en el que la atmósfera decadente y melancólica está presente en cada esquina, en el que cada golpe lo sientes. Estoy muy sorprendido con lo mucho que experimenta el juego con sus propias mecánicas. Cómo no se asienta en sus bases todo el tiempo y se atreve a crearte nuevas situaciones, nuevos tipos de bosses. Los jefes y los NPCs son un vehículo imprescindible de la narrativa, y el juego está lleno de momentos sorprendentes, tristes y preciosos. Estos definen Demon's Souls más incluso que sus momentos frustrantes, o sus paseitos al jefe más largos de la cuenta. Es un juego que ya en 2009 sabía perfectamente lo que hacía, y que ahora en 2020 lo expresa con la misma rotundidad.

En algún momento de mis más de treinta horas con Returnal me vi derrotando a un boss con una pistola básica y con la vida casi entera, tras haber esquivado prácticamente todos sus ataques. La sensación de satisfacción fue mucho más intensa que cualquier recompensa tangible que pudiera darme el juego.

Por su sensacional atmósfera, su narrativa misteriosa, música y feel, cuesta no pensar en Returnal como un nuevo grande de Sony. Un nuevo blockbuster sobre el que estaremos años discutiendo. Pero bajo esa envoltura mainstream se encuentra un juego arcade desafiante, profundo, y tan irremediablemente propio, que para quitarse el mono tras completarlo va a costar mucho no hacerlo volviendo a jugar al propio Returnal.

Tu viaje con Returnal tiene más en común con superar un soulsborne que un roguelike tradicional. Los mundos cambian en cada partida, tu equipamiento es una mezcla de progresión temporal y permanente y la aparición de nuevas armas se aleatoriza, sí. Pero son más importantes aquí las constantes, y son muchas, que las variables. Conocer a la perfección las salas, el comportamiento de los enemigos, los patrones de los bosses... Es tu propia experiencia con el juego lo que en última instancia te va a permitir dominar este bucle.

Y es un bucle perfecto.

En algún momento de mis más de treinta horas con Returnal me vi derrotando a un boss con una pistola básica y con la vida casi entera, tras haber esquivado prácticamente todos sus ataques, y me pregunté cómo pudo haber algún momento en el que eso no había sido natural para mí.

El primer Mario 2D que siento que es un salto generacional en mucho tiempo. El trabajo de animaciones llena de vida cada mínimo movimiento del personaje y le da a todo una frescura que creo que la saga había perdido. El diseño de niveles vuelve a ser una masterclass y un derroche de recursos y de ideas por minuto que nos recuerdan que un juego de este estilo también puede ser algo muy tocho. Cada nivel presenta algo diferente. Un nuevo gimmick, una nueva mecánica, y nuevo girito de algo conocido.
Nintendo ha necesitado años para atreverse a tocar las mecánicas core. Y aquí lo hace... más o menos. Esas insignias son lo más parecido a un árbol de habilidades que Mario ha tenido nunca en la saga principal. Pero no se atreven a ir con ello a tope. El hecho de que solo puedas equipar una al mismo tiempo y que los niveles no están del todo diseñados para facilitar su uso hacen que en el conjunto se queden como un elemento menor. Solo el Salto Trepador siento que es el que mejor se integra con el resto de mecánicas y con el diseño de los niveles principales.

Pasito a pasito. Entiendo el proteccionismo de Nintendo con esta saga y el miedo a dar virajes bruscos en la fórmula. Pero aun así siento que aquí se hace un trabajo excelente para modernizarla.

2017

A la vez que pensaba en lo buenísimo que es este juego. Pensaba también en lo normal que me parece que mucha gente... simplemente sude de él porque no quiere marearse mucho.
Un immersive sim tan puro que es de los que se disfrutan más una segunda vez. Cuando ya sabes a lo que enfrentas, qué poderes casan con tu estilo de juego y cuales no, cómo funciona su narrativa ramificada y su sistema de secundarias y hasta qué punto afectan o no al final de la historia. Joer, es que ahora que lo pienso hay sistemas enteros que he ignorado por completo porque honestamente no sabía muy bien qué hacer con ellos.
El resultado es una experiencia gustosa, con muchas capas y profunda que recompensa tu estilo de juego, pero que también está llena de asperezas. Comenzando por un argumento que ya sabemos que no es el fuerte de Arkane.
Me habría gustado que me importara algo de lo que estaba pasando porque la propuesta es sólida, pero el resultado es una maraña de tramas que se mezcla con encargos secundarios que se mezcla con lore que acaba resultando en un cacao mental en el que no tienes claro qué es importante y que no. Le falta legibilidad y le falta carisma.
A nivel de dificultad también creo que falta mucho pulido. Castiga mucho, los enemigos son desafiantes incluso los más básicos y hay una tensión de estar en peligro constante que aunque añade a su atmósfera de terror genera mucha ansiedad en un juego cuyos pilares se cimentan sobre la exploración. Es una aproximación casi de ensayo y error al combate que te obliga a guardar todo el rato y que creo que está mejor planteada para Mooncrash que para el juego base.
La ballesta esa de juguete no la he usado nunca por ejemplo, porque... ???
El sigilo también me parece una aproximación bastante inviable por ejemplo, y por contra hay ciertos items o builds que creo que se podrían haber potenciado más como poder defenderte de la electricidad sin necesidad de usar poderes tifón para no triggrerear torretas.

En fin, ya estoy convirtiendo esto más en divagaciones mías que otra cosa. Lo cierto es que le sigo dando vueltas porque me he quedado con ganas de más, ni siquiera de más en plan quiero secuela (que también), más en el sentido de necesito más tiempo con el juego para adaptarme a él y paliar un poco todos esos encontronazos que tienes en una primera vuelta.
Lo dicho, muy pensado para ser rejugado hasta el punto de que un solo playthrough regulero puede estropearte el juego. ¿Eso está mal? ¿bien? Bueno, ya que decida cada uno.

Sobre este merece la pena detenerse a hablar en otro momento cuando haya ordenado mis pensamientos un poco mejor y no lo tenga todo tan a flor de piel, perooo.... guau.
Lo he dejado pasar en muchas ocasiones porque no me atraía a priori su estilo artístico y porque tengo un prejuicio gordo contra el terror en 2D. Acabo de descubrir que estaba haciendo el payaso ignorándolo todo este tiempo porque Detention es probablemente uno de los mejores survival horrors de los últimos años.
No tanto por puzles, sustos, diseño de mapa... todo eso está y está bien, a veces muy bien. Lo digo porque mientras la mayoría de survival horrors indies estaban demasiado ocupados copiando Resident Evil y Silent Hill y logrando productos mediocres en el proceso, Detention de hecho SÍ tiene algo nuevo y original que decir. Y sabe perfectamente que el terror más escalofriante nace de las historias tristes y sinceras, sobre todo cuando esas heridas aún no están cerradas.

Como volver a casa. Está feo comparar todos los juegos con esto pero es que no puedo evitarlo. Aún con sus inconsistencias y cosas en las que se quede corto no hay nada igual.

Como muchos de los mejores juegos de mesa, Among Us donde mejor funciona es fuera de juego, cuando los participantes están debatiendo y comentando jugadas, añadiendo capas de interacciones interesantes y dinámicas divertidas por encima de un juego que, siendo bastante simplón, tiene las bases bien construidas.

Cuesta recomendar actualmente un juego que es de forma tan obvia inferior a sus continuaciones. Pero la mayoría de los elementos que hace a esta saga tan disfrutable están aquí, estando como siempre en el centro un trabajo de personajes impecable.

El multiplayer online al que más horas le he dedicado en mi vida. Me gusta tanto porque ofrece una mezcla en mi opinión perfecta entre habilidad, estrategia y sinergia de equipo. Yo, lo más lejos del mundo de ser un experto en shooters, he pasado horas y horas en este juego porque el corazón de esto al final está en ese ajedrez a toda velocidad que suponen sus partidas una vez entiendes lo que cada personaje aporta al conjunto.

2014

Una experiencia única y a la altura de su leyenda, qué bonito (o aterrador, más bien) fue poder estar ahí para jugarlo. Nunca he pasado tanto miedo jugando a algo ya sea solo, con amigos, o viendo videos en internet.
Irrepetible, qué pena que haya que decirlo literalmente.

El único juego de fútbol por el que he llegado a obsesionarme